Para cubrir las necesidades de financiación de las Administraciones Públicas el Estado principalmente emite títulos de deuda pública que pueden ser adquiridos por inversores institucionales, bancos o particulares. La deuda pública se expresa tanto en unidades monetarias como en porcentaje respecto al Producto Interior Bruto (PIB).
Los diferentes títulos de deuda pública
Cada emisión de deuda pública tiene características propias. El tipo de interés aplicable se determinará en el momento de la emisión. La otra gran diferencia es el plazo de amortización, la duración del título de deuda que determina hasta cuando se abonan intereses y el momento en el que se devuelve el capital. Este plazo es el que determina diferentes categorías de productos de deuda pública, que son tres en España: letras del Tesoro, bonos del Estado y obligaciones del Estado.
Letras del Tesoro
Las letras del Tesoro, creadas en 1987, son valores de renta fija a corto plazo. Tienen un importe mínimo de 1.000 euros y su duración es inferior a 18 meses. Siendo los plazos más comunes seis y especialmente 12 meses. Productos análogos son las t-bills estadounidenses.
Son emitidos al descuento: cada letra se compra por un valor inferior a 1.000 euros, devolviendo al vencimiento los 1.000 euros de valor nominal. Esta diferencia entre el valor de compra y el de venta determina el tipo de interés o rentabilidad de la letra. La ventaja para el que invierte es que los rendimientos de una Letra del Tesoro no están sujetos a retención en el IRPF.
Bonos y obligaciones del Estado
Los bonos y obligaciones del Estado tienen dos importantes diferencias frente a las Letras del Tesoro. La primera es la duración, a medio y largo plazo. La segunda es el mecanismo de cobro de intereses, ya que no son valores al descuento. Se compran por su valor nominal y periódicamente se cobra un interés, devolviendo a su vencimiento el capital invertido. El cupón generalmente se paga cada año.
Bonos y obligaciones del Estado son iguales en todas sus características salvo en el plazo: en el caso de los bonos oscila entre dos y cinco años, mientras que en las Obligaciones es superior a cinco años. Actualmente el Tesoro Público emite bonos a tres y cinco años y Obligaciones a 10, 15, 30 y 50 años.
Otros referentes de deuda pública similar en otros países son el T-bond norteamericano o el bund alemán, que se utiliza para determinar la prima de riesgo, al considerarlo el más estable de la zona euro. Para ello, se resta al tipo de interés del bono español o de otro mercado la rentabilidad del bund alemán.
El mercado primario de deuda pública: la subasta
El precio de la deuda pública se fija por medio de una subasta para casar la oferta determinada (por ejemplo, una emisión de 1.000 millones de euros de bonos) a la demanda de los inversores. Hay diferentes formas de subasta:
• Subasta inglesa o ascendente: Los compradores ofrecen cantidades crecientes y la puja más alta se hace con el bien. Es la forma de subasta clásica en procesos como la compra de arte.
• Subasta holandesa o descendente: El precio va descendiendo hasta que un comprador para la subasta y se hace con el bien. Es el sistema que, por ejemplo, se suele utilizar en las lonjas.
• Subasta convencional o de sobre cerrado: Es aquella en la que cada comprador puja por un precio determinado.
• Subasta española o convencional corregida: Es la que utiliza el Tesoro Público y combina elementos de la subasta holandesa (precio único que desciende) con la convencional (pujas múltiples).
El mercado secundario
Una vez puesta en circulación, el tenedor de deuda pública pueda venderla a otros inversores en el mercado secundario a un precio que puede variar con respecto al original. De forma muy simplificada, si la deuda tiene un tipo de interés menor al actual de mercado su precio baja, porqué es más interesante comprar emisiones nuevas. Por el contrario, si el tipo de interés de la deuda es superior al actual de mercado su precio se encarece.
Se pueden hacer dos tipos de operaciones:
• Operaciones simples: La transacción se realiza en una sola operación; es decir, al vender se transmiten todos los derechos como el cobro de cupones.
• Operaciones dobles: Se pactan dos operaciones, una de venta y otra de recompra, ambas en firme. El objetivo es que quien tenga el valor de deuda pública cobre los cupones durante un tiempo.
Calificación y pago de la deuda pública
Un punto fundamental de la deuda pública es el riesgo de crédito de las administraciones públicas que emiten la deuda para hacer frente a sus compromisos de pago (tanto del rendimiento como de la devolución del capital invertido). Es un aspecto fundamental a la hora de determinar su precio y elegir una inversión. Cuanto más solvente sea el emisor, menor será el rendimiento y mayor la seguridad del cobro. Ante tantas emisiones, y de múltiples organismos, las agencias de calificación realizan una labor fundamental al analizar esta capacidad de pago.
Si un país no paga su deuda pública entra en default o suspensión de pagos. Esto genera que deje de conseguir financiación y tenga dificultad para hacer frente a su gasto público.