Sectores como automoción, bienes de consumo duradero, construcción, electrónica, maquinaria, metalurgia, papel, servicios y textil presentan un alto riesgo de impago.
La disponibilidad de mano de obra, la venta de productos agrícolas y la compra de fertilizantes se vieron afectadas por las medidas de confinamiento que afectaron al transporte, la cadena de suministro y la restricción de movimiento. Se prevé un crecimiento del valor añadido del sector del 1% y del 8% en 2020 y 2021, respectivamente.
La logística y la cadena de suministro del sector se han visto afectadas por el confinamiento. Tras dos años de crecimiento robusto, se prevé que el valor añadido del sector disminuya un 2,5% en 2020.
El sector sufrió un deterioro de las ventas de turismos y vehículos comerciales en el primer semestre de 2020. Se prevé que el valor añadido del sector disminuya por encima del 40% en 2020. Además del descenso de las ventas, varias plantas de fabricantes de automóviles permanecieron cerradas durante el confinamiento. En los próximos meses podría producirse una lenta recuperación de la demanda, debido la creciente preferencia del vehículo personal frente al transporte público como consecuencia de la pandemia. Aunque la morosidad del sector no ha crecido todavía, no se puede descartar un repunte en los próximos meses, debido a las graves dificultades de liquidez, especialmente entre los agentes más pequeños del sector.
El consumo privado de bienes de consumo no alimentarios se ha deteriorado debido al impacto del coronavirus, y muchos negocios cerraron temporalmente durante el confinamiento. Aunque las ventas se deterioraron entre abril y junio, se ha producido una recuperación gradual desde julio. Se prevé que el repunte continúe en los próximos meses. Sin embargo, el débil sentimiento de los consumidores y el aumento del desempleo todavía podrían obstaculizar la recuperación. El valor añadido del sector se contraerá un 7% en 2020. El número de retrasos en los pagos ha crecido y se prevé que mantenga esa tendencia en los próximos meses.
En 2019 la construcción y los sectores conexos, como el cemento, se vieron afectados por la caída de la demanda. Los márgenes operativos son muy estrechos, especialmente para los actores más pequeños. Se prevén demoras y aplazamientos de muchos proyectos de construcción, debido a la desaceleración general de la economía, lo que aumentará el riesgo crediticio de muchas empresas. Se prevé que el valor añadido de la construcción se reduzca por encima del 5% en 2020, y que la morosidad crezca en los próximos meses.
En los dos últimos años, los principales impulsores de las TIC han sido el sólido crecimiento económico, el aumento de la renta disponible y la penetración en los mercados rurales. Sin embargo, las ventas de las TIC se deterioraron debido al cierre temporal de empresas por la pandemia. Se prevé que el crecimiento del valor añadido del sector se estabilice en 2020, tras un aumento del 5,8% en 2019. La morosidad ha comenzado a aumentar. Dicho esto, algunas empresas del sector se han beneficiado del ligero aumento de la demanda de portátiles y productos de tecnología derivada del teletrabajo y la escolarización virtual.
El sector bancario indio, especialmente el segmento de bancos públicos, sigue sometido a tensiones, con un alto nivel de activos improductivos. La Administración está ejecutando un programa de recapitalización, que incluye la consolidación de los bancos, para apoyar al sector. Además, el Código de Insolvencia y Quiebra instaurado en 2016 ha contribuido a mejorar la disciplina bancaria.
Las perspectivas de negocio se han deteriorado, ya que los pedidos y la producción han disminuido debido al aplazamiento de las inversiones. La demanda nacional e internacional de los principales sectores compradores, como automoción y construcción, se ha deteriorado. Se espera que el valor añadido del sector se contraiga por encima del 9% en 2020.
Antes de la pandemia, el sector ya sufría por la feroz competencia y la caída de la demanda. Muchas metalúrgicas y siderúrgicas indias están muy apalancadas y dependen en gran medida de la financiación bancaria para cubrir sus necesidades. Sin embargo, la banca no ha estado dispuesta a proporcionar crédito a la industria, lo que ha causado problemas adicionales de liquidez para muchas empresas. Debido al débil crecimiento económico, se prevé que el valor añadido del sector disminuya por encima del 5% en 2020 y que aumenten los retrasos en los pagos.
Los productores de papel se han visto afectados por una menor demanda debido a las medidas de confinamiento en el primer semestre de 2020, el menor crecimiento económico y la digitalización en curso. El sector se ve afectado por la feroz competencia. Se espera que el valor añadido de la industria se contraiga por encima del 11% en 2020.
El deterioro de la demanda interna y mundial tiene un impacto negativo en el rendimiento de los productos químicos. Muchas empresas están sufriendo por la débil demanda de los principales sectores compradores. Se prevé que el valor añadido del sector se reduzca por encima del 12% en 2020, seguido de un repunte del 16% en 2021. Las perspectivas a corto plazo para los productos farmacéuticos son más benignas, ya que la demanda ha aumentado debido al incremento de los gastos sanitarios. Sin embargo, a principios de 2020, la producción se vio afectada por las interrupciones en la cadena de suministro de China y la falta de productos básicos ha dado lugar a una menor producción. El actual conflicto entre India y China sigue afectando a la cadena de suministro, y se prevé que el valor añadido del segmento farmacéutico disminuya por encima del 9% en 2020, seguido de un repunte del 15% en 2021.
Muchos segmentos se han visto gravemente afectados por la pandemia, especialmente los hoteles, restaurantes, bares, espectáculos, eventos culturales, agencias de viajes y operadores turísticos. Se espera que el valor añadido de los hoteles y el catering se contraiga un 8,5% en 2020. En los segmentos afectados, la morosidad ha comenzado a aumentar.
Los exportadores de textiles y algodón sufrieron en 2019 una competencia feroz de mercados como Vietnam en un contexto de caída de la demanda del exterior. A principios de 2020 los productores de textiles se vieron afectados negativamente por las interrupciones de la cadena de suministro debidas a los confinamientos relacionados con el coronavirus. Al mismo tiempo, el rendimiento de los mayoristas y minoristas se ha deteriorado debido a la caída de las ventas, tanto nacionales y de exportación, que seguirán siendo escasas en los próximos meses. Se prevé que el valor añadido del sector se reduzca un 3% en 2020. Aunque la morosidad ha crecido en los últimos meses, se espera que se estabilice en un nivel elevado.
Acerca de Crédito y Caución
Crédito y Caución es la marca líder del seguro de crédito interior y a la exportación en España desde su fundación, en 1929. Con una cuota de mercado del 49%, lleva casi 90 años contribuyendo al crecimiento de las empresas, protegiéndolas de los riesgos de impago asociados a sus ventas a crédito de bienes y servicios. La marca Crédito y Caución está presente en España, Portugal y Brasil. En el resto del mundo operamos como Atradius. Somos un operador global del seguro de crédito presente en más de 50 países. Nuestra actividad consolida dentro del Grupo Catalana Occidente.
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