Aquella en la que los intereses que genera el capital en cada plazo se agregan al capital para calcular los intereses del siguiente periodo, y así sucesivamente hasta que finalice la operación.
Suele ser de aplicación en operaciones de inversión con plazos superiores a un año (p.e. fondos de inversión o planes de pensiones).
Dado que los intereses pueden devengarse en distintos periodos de tiempo (diario, semanal, mensual…) la comparativa de operaciones o productos financieros se realiza a través de tasas equivalentes como el TAE.
No debe confundirse con la capitalización simple.
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