Periodo durante el cual el prestatario solo paga intereses y no amortiza capital.
Tiene una duración determinada establecida en el contrato, normalmente un máximo de dos años.
El objetivo es reducir el importe de la cuota que se paga, generalmente, al principio de la vida del préstamo.
Finalizado el periodo, la cuota se incrementará ya que al pago de intereses se comenzará o retomará el correspondiente a la amortización del principal.
No confundir con amortización americana.
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