Según los datos del último informe del Banco Mundial, España se sitúa en el puesto 44 de los países con mayor facilidad para hacer negocios, frente al 45 registrado en el 2011.
El 93,0% de las pymes españolas ha experimentado un retraso en los pagos de sus clientes en los últimos tres meses. El retraso medio en el pago se situó en torno a los 4,7 meses.
Según publica Cinco Días, País Vasco, Navarra y La Rioja son las regiones más industrializadas de España, pero no llegan a los niveles de Alemania, donde el 40% de los trabajadores activos están empleados en la industria.
Según los datos de Eurostat, sólo el 59,1% de crédito solicitado por las pymes en España fue concedido en 2010, frente al 87,3% registrado en 2007, antes de la crisis.
El riesgo de crédito de algunos Estados crece desde finales de 2009. FMI calcula en más de 200.000 euros los costes financieros derivados de la crisis de confianza en la deuda soberana.
Los españoles somos más pesimistas que el europeo medio respecto al impacto de la crisis, pero menos que griegos, portugueses, británicos, irlandeses o franceses.
Cerca de 300.000 autónomos han cesado su actividad en 2011. El 60% tienen dudas sobre la viabilidad de su actividad ante las restricciones crediticias y la fuerte morosidad.
Desde agosto, las empresas que amparen el empleo sumergido afrontan una multa mínima de 3.126 euros, cinco veces más que los 622 que regían hasta ahora. La máxima se mantiene.
Según los cálculos de la patronal Seopan, las Administraciones Públicas adeudaban al cierre de 2010 a las constructoras 22.300 millones de los que 15.049 se encontraban en mora.
La Comisión Europea promueve la creación de una orden de embargo europea que mejore el cobro de deudas transfronterizas, por las que las empresas pierden 600 millones al año.
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