El PIB del Reino Unido creció un 0,4% en el cuarto trimestre de 2009 y otro 0,3% en el primer trimestre de 2010. Este retorno al crecimiento sigue siendo frágil y algunos analistas creen ahora que las previsiones iniciales de un crecimiento del PIB en 2010 entre el 1,2% y el 1,4% pueden haber sido demasiado optimistas. Muchos esperaban que la debilidad de la libra esterlina frente a otras monedas importantes tuviera un impacto positivo en las exportaciones, pero, de momento, el impacto ha sido menor de lo esperado. Habida cuenta de que más de la mitad de las exportaciones del Reino Unido tienen como destino Europa y un 17% Estados Unidos, la delicada recuperación en estas dos zonas claves está limitando las oportunidades de exportación. También parece que los exportadores británicos han decidido mantener los márgenes en lugar de reducir sus precios, lo que podría estimular potencialmente mayores niveles de facturación. Las cifras del Instituto Nacional de Estadística británico [ONS] ponen de manifiesto que el déficit comercial pasó de 8.300 millones de libras esterlinas en el cuarto trimestre de 2009 a 9.500 millones en el primer trimestre de 2010, debido al estancamiento de las cifras de exportación y a un aumento de las importaciones del 1,4%. En el primer trimestre de este año, se produjeron 4.082 liquidaciones obligatorias y concursos de acreedores voluntarios en Inglaterra y Gales. Si bien se trata de una cifra elevada, supone una mejora del 8,4% respecto al trimestre anterior y una reducción del 17,8% en relación con el mismo período del año pasado. Crédito y Caución sigue observando quiebras en todos los sectores importantes, pero no cabe duda de que la construcción, el sector de ocio/hoteles y los servicios a empresas fueron los sectores más problemáticos durante el mes de mayo, y se trata de una tendencia continuada. El último informe sobre el Reino Unido destaca la caída significativa en la disponibilidad de créditos para empresas desde el inicio de la crisis financiera, y los indicios apuntan a que la situación no ha cambiado. Los datos oficiales sobre préstamos por parte de los bancos residenciales británicos y las sociedades de crédito hipotecario revelan que la cartera de préstamos a empresas ascendió a 3.200 millones de libras en marzo. Se trata de noticias algo más alentadoras, ya que los datos sugieren que los créditos sindicados concedidos a empresas británicas aumentaron en el caso de bancos residenciales británicos y no residenciales en el primer trimestre de 2010. Sin embargo, este aumento debe contextualizarse, ya que sigue por debajo de los valores registrados en el período 2003-2007. Los próximos meses serán especialmente interesantes, ya que un número importante de facilidades de crédito vencen antes de finales de 2010. Sin duda, las instituciones financieras harán un análisis en profundidad para asegurarse de que invierten en las oportunidades más favorables con el nivel adecuado de riesgo/beneficio. Presupuesto de emergencia El nuevo Gobierno de coalición no perdió tiempo en anunciar sus planes inmediatos para reducir el déficit, y ha presentado recientemente un presupuesto de emergencia. Con un déficit de casi 163.000 millones de libras y una deuda nacional que puede alcanzar un máximo de 1,4 billones de libras, no cabe duda de que a los consumidores y a las empresas británicos les esperan tiempos muy difíciles. El Ministro de Economía y Hacienda esbozó planes detallados para situar el déficit presupuestario en cero en los próximos seis años, incluyendo un aumento del IVA del 17,5% al 20% a partir del 4 de enero de 2011, la congelación de los sueldos en el sector público, un aumento de la edad de jubilación a los 66 años y una significativa reducción del gasto público. Sin embargo, sigue existiendo preocupación por que esta combinación de aumento de los impuestos y mejora de la eficiencia recorte de gastos no sea suficiente para conseguir los resultados necesarios dentro del marco temporal establecido. En este contexto, lo que le preocupa realmente al Reino Unido es que cualquier acción agresiva para reducir el déficit pueda empujar en última instancia a la economía británica al temido riesgo de recaída y a un retorno de la recesión. El impacto inmediato en la economía británica vendrá de la decisión del Gobierno de coalición de recortar el gasto público. Algunos anuncios recientes ya han confirmado la cancelación de 12 proyectos, por un importe total de 2.000 millones de libras, acordados por la anterior administración. Otros 8.500 millones de libras destinados a proyectos están retenidos y se sabe que se están revisando otros 217 proyectos, por valor de aproximadamente 24.000 millones de libras, que habían sido aprobados en los últimos tres meses de la anterior administración. Sin duda, la cancelación o el aplazamiento de contratos de esta magnitud tendrá un efecto adverso en determinadas empresas o sectores del Reino Unido construcción, ingeniería, TI, consultores, etc. con el consiguiente impacto en la creación y seguridad del empleo. Puede que el Reino Unido haya salido de la recesión, pero el retorno al entorno anterior no parece más que una lejana luz al final de un túnel bastante largo. |
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