La caída del consumo privado debilita el crecimiento de Francia

Francia registró un índice de crecimiento decepcionante en el primer trimestre, pero mejora la liquidez de las empresas y la recuperación de los márgenes.
Analisis Credito y Caución
Madrid - 05-jul.-2010

Tras un crecimiento del PIB del 0,5% en el último trimestre de 2009, Francia registró un índice de crecimiento decepcionante en el primer trimestre de 2010 [0,1%], lo que confirma que a la economía francesa todavía le queda un largo trecho por recorrer en la senda de la recuperación económica general. Tal y como preveía Crédito y Caución en análisis anteriores, el consumo privado se ha estabilizado como resultado de la reducción de subsidios del Estado y la gradual desaparición del programa de renovación de vehículos. El consumo de bienes manufacturados por parte de los hogares cayó un 1,9% en los tres primeros meses de 2010, y esta tendencia negativa se mantuvo en abril [-1,2%], al seguir cayendo las ventas de coches. La economía francesa se ha apoyado en la producción manufacturera y, en particular, en unas exportaciones boyantes, que aumentaron un 3,9% en los tres primeros meses de 2010, impulsadas por una mayor demanda de Asia y de los Estados Unidos.

En mayo de 2010, los sectores de alimentación, eléctrico, maquinaria, productos químicos y plásticos mejoraron sus cifras de producción y estabilizaron o redujeron sus niveles de existencias, con unas previsiones de producción cada vez más optimistas debido a la mejora en los pedidos. Los sectores de automoción y transporte registraron cifras decepcionantes con una caída de la producción, altos niveles de existencias y una reducción de los pedidos, por lo que las previsiones son pesimistas. Por lo que respecta a los servicios y al sector minorista, la situación se ha estabilizado en mayo con previsiones moderadamente positivas.

El ligero rebote en la concesión de créditos observado a finales de 2009 se ha mantenido en 2010, con un aumento del 1,2% del valor de los préstamos concedidos a finales de marzo. En el caso del segmento de pequeñas y medianas empresas, la concesión de créditos aumentó un 3,7% y, en el caso de las empresas inmobiliarias, el aumento llegó hasta el 5,4%. No obstante, la concesión de créditos a corto plazo ha seguido cayendo [-8,8% en febrero y -7,7% en marzo de 2010], aunque a un ritmo más lento. Si bien el riesgo de otra crisis crediticia importante parece alejarse, todavía se aprecian señales de alarma que indican que las empresas más débiles tendrán dificultades para la financiación de sus necesidades de capital circulante.

Mejora en el comportamiento de pagos a escala nacional

Según los datos de los últimos estudios de Crédito y Caución, la mejora del comportamiento de pagos en Francia ha sido más evidente desde el último trimestre de 2009, al cumplir el Gobierno su compromiso de pagar las facturas según las condiciones de pago establecidas y al haber mejorado el comportamiento de pagos del sector de la construcción en particular. Esta mejora ha recibido además el impulso de la Ley de modernización de la economía [Loi de modernisation de léconomie], una iniciativa del Gobierno destinada a tonificar la economía francesa. Aprendiendo de la crisis crediticia, las empresas francesas se preocupan todavía más de optimizar sus necesidades de capital circulante, incluyendo el reforzamiento de sus procedimientos de gestión del crédito y el seguimiento de sus cuentas por cobrar.

Según el INSEE [Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos], el número de insolvencias corporativas aumentó un 7,1% interanual en 2009. En el primer trimestre de 2010, las insolvencias se redujeron un 0,5% interanual. Las empresas recién constituidas y las pequeñas empresas, con menos de 10 empleados y una facturación por debajo de los 500.000 euros, son las que se han visto más afectadas, mientras que el número de quiebras de empresas medianas y grandes se ha reducido. Esta tendencia positiva se podría deber a una mejora general de la liquidez de las empresas francesas, sumada a una recuperación de los márgenes y de los beneficios de explotación. En efecto, parece que la liquidez de las empresas está acercándose a su promedio a largo plazo.

Recientemente, la OCDE ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento del PIB de Francia para 2010, situándolo en el 1,7%. El FMI revisó el crecimiento del PIB, situándolo en el 1,5% en abril. Las inversiones corporativas se mantendrán limitadas y se prevé que crezcan sólo un 2,6% en 2010. La principal incertidumbre es el consumo privado, que podría seguir bajo presión al reducirse el poder adquisitivo de los consumidores debido a la caída de las subvenciones del Estado, las medidas de austeridad [aumento de los impuestos] y un mayor desempleo. Sin embargo, actualmente se prevé que el consumo privado todavía arroje un crecimiento moderado en 2010.

Algunos sectores importantes, como el sector químico, han puesto de manifiesto una fuerte resistencia frente a la crisis, con una tendencia en materia de insolvencias por debajo de la media de 2009. Desde finales de 2009, las insolvencias en este sector han seguido reduciéndose. En los cinco primeros meses de 2010, se ha registrado una mejora consistente de la producción, siendo el sector químico el más dinámico dentro de las manufacturas. Los niveles de existencias son muy bajos y los pedidos globales de exportaciones han mejorado de manera constante. Se prevé que el volumen de la producción aumente un 5,5% en 2010 y se recupere totalmente de la crisis en 2011.

Otros sectores, como la edificación, la construcción y las obras públicas, registraron de nuevo un deterioro en el primer trimestre de 2010, con una caída de la producción y un bajo nivel de nuevos pedidos. Por una parte, Crédito y Caución observó una mejora en el comportamiento de pagos en el invierno 2009/2010 en relación con el invierno 2008/2009. Por otra parte, el índice de insolvencias siguió aumentando un 2,5% interanual en el primer trimestre de 2010, frente a la tendencia general a la baja en Francia.

Las empresas vendedoras deberían prestar atención al tamaño y a la antigüedad de sus empresas compradoras, ya que la mayor parte de las quiebras afecta a empresas de menos de 3 años y con menos de 3 empleados. Los subsectores como las viviendas individuales y los acabados de construcción siguen siendo muy sensibles. La previsión a corto plazo de Crédito y Caución para el sector de la construcción sigue siendo pesimista, debido al bajo nivel de pedidos y a la presión sobre los precios.

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