La economía china se expandió un 10,7% interanual en el cuarto trimestre de 2009: el mayor aumento desde el último trimestre de 2007. Durante todo 2009, el PIB creció un 8,7%, ayudado por una política monetaria moderadamente relajada y por el paquete de estímulo económico del Gobierno, puesto en marcha a partir de noviembre de 2008. El programa de estímulo chino ha estado principalmente dirigido hacia la construcción de infraestructuras, como el ferrocarril, la red de carreteras y otras obras públicas, para el gran beneficio de las grandes empresas estatales. En los seis primeros meses de 2009, los bancos chinos prestaron alrededor de 1,08 billones de dólares estadounidenses [7,37 billones de yuanes], casi el doble de los préstamos concedidos en 2008, y, en total, en 2009 se prestó un cifra record de 1,4 billones de dólares estadounidenses [9,59 billones de yuanes]. Este aumento de los préstamos impulsó un rápido crecimiento en China en 2009, pero en la actualidad ha creado un riesgo de sobrecalentamiento de la economía y de burbuja de activos que puede conducir a una subida de la inflación y a dar un mayor impulso al sector inmobiliario que ya está recalentado. El Gobierno es consciente de estas preocupaciones y ya está tomando medidas para gestionar la creciente inflación y frenar el préstamo y restringir el suministro de crédito a 7,5 billones de yuanes en 2010. Los sectores problemáticos de China siguen siendo los orientados a la exportación, como el textil y la confección, los juguetes, el acero y el metal y la construcción naval. Las exportaciones de textil y confección bajaron en un 9,8%, hasta los 167.000 millones de dólares estadounidenses en 2009, como resultado de la baja demanda por parte de los principales destinos de exportación de China [Estados Unidos, Unión Europea y Japón] y de los mayores estándares de calidad y seguridad. Los salarios, elevados debido a la escasez de mano de obra y a los crecientes costes de la energía y las materias primas, están socavando los beneficios. El sector del acero y los metales sigue enfrentándose a un declive de los pedidos de exportación, a la bajada de los precios, a la subida de los costes del hierro, minerales y carbón de coque y a un grave exceso de capacidad. El Gobierno chino ha fomentado las fusiones y las reestructuraciones en el sector para mejorar las economías de escala y la competitividad en general, y para que las empresas se encuentren en mejores condiciones a la hora de negociar sobre el hierro o sobre los suministros de los principales proveedores. Se ha instado al gobierno local a que cierre las fábricas obsoletas de hierro, acero y las líneas de acabado y procesamiento de acero, y a que evite el restablecimiento de las capacidades anticuadas. Se ha solicitado a los bancos comerciales que reduzcan, hasta la mitad, los préstamos a los productores de acero cuyas capacidades estén obsoletas o que amplíen ciegamente la producción. En la industria china de construcción naval, el 65% de las empresas no recibieron pedidos nuevos el año pasado, mientras se cancelaba o posponía el 30% de los pedidos antiguos. La industria del papel y la imprenta sufre de unos márgenes de beneficios muy estrechos debido a la subida de los precios de las materias primas y a la amenaza de proteccionismo. Dicho esto, el consumo interior ha sido impresionante en 2009, con un crecimiento interanual del 17,5% de las ventas minoristas nominales en el mes de diciembre. A fin de seguir fomentando el consumo y compensar el impacto de la caída de los mercados de exportación, el gobierno chino tiene previsto aumentar las pensiones de los jubilados y elevar las ganancias de la población china de renta baja y media. Asimismo, ha introducido políticas favorables, tales como la sustitución de aparatos electrodomésticos y la iniciativa electrodomésticos al campo, tipos de interés preferentes para la compra de vehículos, un subsidio para la compra de maquinaria agrícola y una política de beneficios para el sector farmacéutico. Las pequeñas empresas superaron a las empresas estatales A medida que la economía se ha hecho más dependiente de la inversión controlada por el estado, las pequeñas y medianas empresas del sector privado han seguido creciendo a mucha más velocidad que las empresas estatales durante la recesión económica. Al menos tres factores han contribuido a este hecho: una mayor flexibilidad en respuesta a la crisis, un beneficio indirecto para las pymes procedente de contratos vinculados a las medidas de estímulo y unas nuevas iniciativas políticas que garantizan que las pymes reciben apoyo financiero a través del sistema bancario. En los últimos seis meses Crédito y Caución no ha detectado ningún aumento notable de la demora en el pago. En 2010, se mantendrá la inversión regida por el estado. Sin embargo, con vistas a evitar el exceso de liquidez y reducir el impacto negativo de la sobrecapacidad, China pretende reconducir las medidas de estímulo alejándolas de la inversión en activos fijos para centrarlas en los servicios sociales, tales como la asistencia sanitaria y la educación. Las exportaciones se recuperaron claramente en enero de 2010, con un aumento interanual del 21%. Dicho esto, el aumento del proteccionismo comercial y las medidas anti-dumping de los Estados Unidos y de la Unión Europea amenazan con afectar a las exportaciones elevando los costes y reduciendo la demanda en varios sectores, como los neumáticos, el acero, etc. A principios de marzo de 2010, el gobierno chino ha previsto un crecimiento del PIB del 8% para el año en curso. |
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