China quiere transformar su economía

China quiere reorientar su economía, basada en las inversiones y dependiente de las exportaciones, hacia los servicios, el consumo interno y el reequilibrio social.
Analisis Credito y Caución
Madrid - 07-nov.-2013

China atraviesa una situación interna estable tras registrar una transición sin sobresaltos en las altas instancias de poder, con el nombramiento de un nuevo presidente y un nuevo primer ministro. El nuevo gobierno ha lanzado una campaña contra la corrupción y la ostentación por parte de altos cargos del Partido Comunista Chino, que ha culminado en la reciente condena por corrupción de antiguos miembros del Politburó.

 

Para evitar disturbios sociales importantes, el principal objetivo de la administración es preservar un alto crecimiento económico que permita crear puestos de trabajo, combatir la inflación y desarrollar una red de protección social pública. Como consecuencia de las protestas y revueltas de Oriente Medio y del Norte de África, el gobierno chino es muy consciente de la posibilidad de que se produzcan acontecimientos similares en China. Aunque resulta más difícil impedir las manifestaciones públicas y las críticas al gobierno a través de Internet, la principal diferencia entre China y los países de Oriente Medio afectados radica en que el nivel de vida de la población china ha mejorado: el PIB per cápita ha pasado de 847 dólares en 2000 a 7.559 dólares en 2013. No obstante, existe una gran disparidad de renta entre la población rural y la población urbana, y entre las provincias costeras y la zona occidental del país. En los últimos años, el descontento social ha ido en aumento en varias provincias, alimentado por los casos de corrupción en los gobiernos locales, los problemas medioambientales y una escasa protección de la propiedad y los derechos sobre las tierras. En muchos casos, las autoridades locales han expropiado ilegalmente tierras de labranza para destinarlas a un uso comercial. Pero, hasta el momento, las protestas solo han surgido a nivel local y han sido rápidamente contenidas por las fuerzas de seguridad.

Relaciones internacionales estables, aunque crece la autoafirmación de China en la región

Las relaciones entre China y Estados Unidos son en general estables, a pesar de algunas tensiones periódicas por la venta de armas de Estados Unidos a Taiwán y cuestiones de derechos humanos. Se ha avanzado poco en los problemas económicos que enfrentan a China y a Estados Unidos, tales como los tipos de interés y el superávit comercial chino. El yuan sigue vinculado a una cesta de divisas y ha ido apreciándose lentamente –aunque el ritmo es demasiado lento en opinión de la Administración y el Congreso estadounidenses, que siguen ejerciendo cierta presión para que se aceleren los avances–.

En los tres últimos años ha aumentado la preocupación del ejército estadounidense por el incremento de la capacidad militar de Beijing, especialmente por lo que respecta a la implicación de las fuerzas navales y aéreas de China en la proyección de su poder en el Pacífico. El reciente giro en la estrategia de defensa estadounidense, que establece un nuevo foco en la zona de Asia-Pacífico, responde principalmente al objetivo de Washington de equilibrar el creciente poder chino en la región.

Uno de los problemas es la creciente autoafirmación de Beijing en el Mar del Sur de China, donde reivindica su soberanía sobre una importante área en forma de U, lo que está suscitando conflictos con varios países vecinos. Desde 2012, las tensiones con Filipinas y Vietnam han aumentado de nuevo debido a las disputas de las islas de esa zona.

Al mismo tiempo, las relaciones con Japón se han deteriorado desde 2012, por el conflicto sobre las islas Senkaku//Diaoyu que ambas partes reivindican. En la actualidad, ni China ni Japón muestran signos de compromiso, y el aumento del número de incursiones periódicas de embarcaciones chinas en aguas territoriales reclamadas por Japón en las proximidades de las islas ha contribuido a aumentar el riesgo de una confrontación.

 

Reducción de los objetivos oficiales de crecimiento en 2013 y 2014

En 2012, el crecimiento económico de China se ralentizó hasta el 7,8% interanual, frente al 9,1% de 2011. Las previsiones son de una mayor desaceleración del crecimiento, hasta el 7,5% en 2013 y el 7,3% en 2014, al reducirse la inversión y el gasto público. Sin embargo, los resultados económicos estarán sostenidos por un repunte del consumo privado, que se verá respaldado por salarios más elevados. El proceso de urbanización es uno de los elementos clave del gobierno para estimular el consumo privado. Con una demanda nacional creciente, las importaciones crecerán a un ritmo mayor que las exportaciones, y la balanza exterior tendrá un impacto negativo en el crecimiento del PIB.

Debido al anterior endurecimiento de la política monetaria, la inflación ha caído desde finales de 2011 y se prevé que sea del 2,7% este año, tras situarse en el 2,6% en 2012. Esta modesta inflación significa que el banco central, el Banco Popular Chino, puede mantener una política monetaria relajada: es posible que rebaje los tipos de interés más adelante durante el año para reducir los costes financieros de las empresas chinas en dificultades.

Sin embargo, el precio de la vivienda ha aumentado de nuevo considerablemente. En las principales ciudades chinas, los precios habían subido casi un 20% interanual en agosto de este año, a pesar de las medidas administrativas que ya se habían aplicado para limitar el aumento en los precios de la vivienda. El resultado es que la vivienda asequible se ha convertido actualmente en un grave problema.

 

Política monetaria: persiste la apreciación gradual del yuan

El yuan mantiene de hecho un tipo fijo, con una paridad móvil frente al dólar estadounidense que permite cierta fluctuación dentro de un rango de tipos. La banda en la que el yuan puede moverse frente al dólar cada día se ha ido ampliando hasta situarse en el 1% frente al 0,5% anterior. Se prevé que las próximas apreciaciones sean graduales, ya que un ritmo más acelerado perjudicaría a la competitividad internacional de las industrias y exportaciones chinas.

 

Aumento del déficit presupuestario

El déficit presupuestario de China crecerá al aumentar el gasto en servicios de bienestar social, pero se mantiene relativamente bajo en un 2,1% del PIB en 2013 y 2014. Se calcula que la deuda pública ha sido del 16% del PIB en 2012. Sin embargo, algunas cuentas fiscales distan mucho de ser transparentes, y se calcula que existen importantes pasivos contingentes del gobierno central, especialmente debido al endeudamiento de las administraciones locales.

La deuda ha aumentado rápidamente desde 2009, especialmente la deuda a corto plazo generada por créditos comerciales y financiación comercial. No obstante, la ratio de deuda como porcentaje del PIB sigue siendo buena. El país cuenta con enormes reservas en divisas y su solvencia y liquidez son sólidas, con una amplia capacidad de efectuar pagos al exterior.

Con el aumento de las importaciones, el superávit por cuenta corriente ha disminuido en los dos últimos años, una tendencia que se mantendrá en 2013 y 2014 a medida que crece el consumo privado. La cuenta de servicios reflejó resultados negativos en 2011, al disfrutar muchos chinos de sus vacaciones en el extranjero. Debido a la debilidad del sector financiero, la liberalización de las cuentas de capital será gradual. En términos de meses de importaciones, China cuenta con la mayor reserva de divisas de cualquier país, debido a su sólida balanza de pagos, pudiendo hacer frente a 22 meses de importaciones en 2013.

 

Factores de riesgo internos, mitigados por una sólida liquidez y solvencia

Aunque China no es en absoluto inmune a una demanda exterior más débil, los principales riesgos del crecimiento futuro del país tienen que ver con el mercado interno. Las deudas de los gobiernos locales y del sector bancario siguen siendo pasivos contingentes para la administración central. A día de hoy, la deuda pública es moderada, pero si tenemos en cuenta los pasivos contingentes –como la reestructuración bancaria en caso de deterioro del sector financiero y futuros costes de pensiones y de seguridad social–, la deuda aumenta considerablemente.

 

Sector inmobiliario

Actualmente es motivo de preocupación que la sobrevaloración percibida de los bienes inmuebles pueda ser objeto de un brusco reajuste. Además, la inversión inmobiliaria ha sido uno de los principales motores del crecimiento económico en el pasado y un brusco reajuste de los precios podría tener un impacto en el conjunto de la economía a través del sector bancario y de las administraciones locales.

 

Un sector bancario débil

El sector bancario chino sigue siendo débil, ya que un elevado crecimiento del crédito de años anteriores podría llevar a un deterioro de la calidad de los activos en el sector financiero. Si bien los préstamos bancarios no rentables siguen siendo escasos [1%], este porcentaje aumentará irremediablemente a medio plazo. Los bancos chinos desempeñaron un papel preponderante en el programa de estímulo de 2008/2009, y la concesión de préstamos bancarios ha aumentado significativamente desde entonces, incluyendo una gran parte correspondiente a operaciones bancarias en la sombra, lo que ha dado lugar a un elevado gasto en inversión.

Según Fitch, la ratio de créditos bancarios en relación con el PIB fue del 136% en 2012 y de hasta el 198% del PIB si se incluye el crédito fuera de balance, frente al 125% de 2008. Muchos créditos se han prorrogado en lugar de haberse amortizado, y la cuestionable calidad de los activos del sector bancario es motivo de preocupación. Al no disponer de datos precisos sobre las actividades bancarias en la sombra, resulta difícil evaluar el riesgo para la economía. No obstante, la mayor parte de la actividad está relacionada con el sector inmobiliario, y la importante exposición de los bancos al mercado inmobiliario suscita preocupación. Los problemas del sector bancario podrían llegar a extenderse al conjunto de la economía, e incluso provocar la necesidad de una intervención del Estado para apoyar al sistema financiero.

 

Elevada deuda de las administraciones locales

Las finanzas de los órganos de las administraciones locales, que desempeñaron un papel fundamental en la política de estímulo masivo de 2008 y 2009, están íntimamente relacionadas con los problemas a los que podría enfrentarse el sector bancario. El endeudamiento de las administraciones locales ha aumentado debido al elevado gasto en inversión, financiado mediante préstamos de entidades de cometido especial de las administraciones locales, a menudo a través del sector financiero en la sombra. Existe una gran incertidumbre sobre la calidad de sus inversiones y los informes sobre elevados niveles de deuda [Fitch calcula que la deuda de las administraciones locales representa el 25% del PIB] han generado preocupación sobre la salud financiera de las administraciones locales.

Se estima que entre el 20% y el 25% de los préstamos a las sociedades de inversión de las administraciones locales conllevan un alto riesgo.

Dada la importancia que tienen los ingresos por venta de terrenos para la financiación del gasto de los gobiernos locales, cualquier ajuste brusco a la baja del mercado inmobiliario podría dificultar la financiación y dañaría al sector bancario en su papel de grandes acreedores.

 

Margen suficiente para estimular la economía

Sin embargo, al contrario de lo que ocurre en muchos mercados maduros, las autoridades chinas siguen teniendo margen para estimular la economía. El gobierno central tiene un déficit presupuestario menor, su deuda pública y externa es muy baja, y las reservas internacionales de China son enormes, lo que constituye un colchón para la economía en caso de cualquier impacto externo o interno, ya que el gobierno dispone del músculo financiero necesario para adoptar las contramedidas que procedan.

 

Una política económica centrada en recuperar el equilibrio

Es importante que China vuelva a equilibrar su economía. El enorme paquete de estímulo de 2008/2009 ha exacerbado los desequilibrios en la economía al promover la inversión, lo que constituye un riesgo importante para la economía. Junto con una masiva expansión del crédito durante los últimos cuatro años, las inversiones ineficientes han creado una burbuja en el mercado inmobiliario.

Al igual que en 2012, el gobierno está cumpliendo el objetivo de crecimiento oficial del PIB del 7,5% para 2013, de forma que cuenta con cierto margen para la reestructuración económica. Este porcentaje relativamente bajo, según los cánones chinos, es un reflejo de la ambición del gobierno chino por dirigir la economía hacia lo que considera como un patrón de crecimiento más pausado, más firme y más robusto. Tanto el presidente como el primer ministro han destacado reiteradamente que el gobierno está preparado para aceptar un crecimiento más lento, buscando un equilibrio alejado de una economía basada en las inversiones y dependiente de las exportaciones y fomentando una economía más orientada hacia los servicios y basada en el consumo.

Crédito y Caución prevé el anuncio de más reformas económicas graduales durante la Tercera Sesión Plenaria del Comité Central que se celebrará en noviembre de 2013, especialmente en lo relativo a la urbanización, la liberalización de las cuentas de capital, la fijación del precio de los recursos y la aceptación de inversión privada en determinados monopolios del Estado. Dichas reformas respaldarían la mejora de la industria, facilitarían una mayor igualdad en la distribución de la renta y contribuirían a establecer una estructura económica basada en el consumo y en los servicios, reduciendo aún más la vulnerabilidad de China a la volatilidad de la economía global. Con un mayor gasto en servicios sociales, el gobierno está intentando moderar la creciente desigualdad social y restaurar el equilibrio de la economía.

 

Acerca de Crédito y Caución

Crédito y Caución es el operador líder del seguro de crédito interior y a la exportación en España desde su fundación, en 1929. Con una cuota de mercado del 54%, lleva más de 80 años contribuyendo al crecimiento de las empresas, protegiéndolas de los riesgos de impago asociados a sus ventas a crédito de bienes y servicios. Desde 2008, es el operador del Grupo Atradius en España, Portugal y Brasil.

El Grupo Atradius es el operador global del seguro de crédito presente en 45 países, con acceso a la información de crédito en más de 100 millones de empresas en todo el mundo. El operador global consolida su actividad dentro del Grupo Catalana Occidente.

 

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