El severo ajuste de Chipre

La capacidad del sector bancario chipriota para otorgar líneas de crédito a las empresas es extremadamente limitada. La contracción en la isla se acercará al 10% en 2013 y 2014.
Analisis Credito y Caución
Madrid - 22-may.-2013

Chipre, uno de los países más pequeños de la zona del euro, ha experimentado recientemente una paralización total de su economía local. Chipre es un país muy endeudado y muy expuesto a lo que ocurre en Grecia. Como consecuencia de ello, el sistema bancario chipriota, que hasta hace poco contribuía en un 60% al PIB, sufrió pérdidas masivas debido a la restructuración de la deuda griega en 2012. Los bancos chipriotas tenían deuda pública griega por valor de 5.500 millones de euros y habían concedido préstamos a clientes griegos por importe de 23.000 millones de euros. Las agencias de calificación ya habían rebajado la nota de los bancos chipriotas en 2011 debido a su estrecha conexión con Grecia: algunos informes indicaban que una tercera parte de los activos de la banca de Chipre tenían vínculos con Grecia. La quita impuesta a la deuda griega tuvo un impacto en el sector financiero chipriota del orden de los 10.000 millones de euros.

Un acuerdo de rescate entre el gobierno de Chipre y la Troika el 24 de marzo de 2013 contribuyó a evitar una quiebra soberana no ordenada por parte de Chipre.  El importe inicial del paquete de rescate fue de 17.500 millones de euros, aportando la Troika 10.000 millones de euros, mientras que los titulares de depósitos cubrían el importe restante. Tras el paquete de rescate de la Troika, Rusia acordó ampliar el vencimiento de su préstamo de 2.500 millones de euros de 2016 a 2021.

Este acuerdo se produjo después de que el parlamento chipriota rechazara un acuerdo inicial en virtud del cual los titulares de depósitos chipriotas habrían perdido una parte de sus ahorros. El gobierno de Chipre llegó incluso a considerar la salida de la zona del euro, pero esta medida se descartó enseguida. El acuerdo final solo afecta a depósitos superiores a 100.000 euros y solo a cuentas en los principales bancos en dificultades.

No obstante, el importe inicial del paquete de rescate 17.500 millones de euros se incrementó hasta 23.000 millones de euros durante la reunión de ministros de finanzas de la UE y de la zona del euro celebrada en Dublín en abril. Mientras que el importe de 10.000 millones de euros facilitados por la Troika permanece invariable, las contribuciones de accionistas, tenedores de deuda y titulares de depósitos en Chipre han aumentado a 13.000 millones de euros. Si bien estas discusiones generaron incertidumbre entre los titulares de depósitos en el conjunto de la zona del euro, de momento los mercados financieros han reaccionado con calma.

Detalles del programa de reestructuración bancaria

El paquete de rescate de la Troika consta de un programa de reestructuración bancaria y de un programa para apoyar el ajuste macroeconómico. El primero afecta a los dos bancos principales y no se contemplan nuevas acciones que afecten a otros bancos.  Los titulares de depósitos no asegurados y los tenedores de deuda de ambos bancos pueden perder un total de 7.500 millones de euros, posiblemente hasta el 60% de sus derechos. Sus pérdidas podrían ser mayores: 13.000 millones de euros si resulta necesaria la totalidad de los 23.000 millones de euros del paquete de rescate.

Ajustes macroeconómicos

Además del plan de reestructuración bancaria, el fondo de 10.000 millones de la Troika está vinculado a un programa de ajuste macroeconómico, cuyo objetivo es reducir la deuda pública hasta situarla por debajo del 100% del PIB en el horizonte 2020.

El objetivo del programa es ayudar a que la economía se ajuste después de la reestructuración bancaria, habida cuenta del severo impacto que tendrá en la estructura económica y en el potencial de crecimiento de Chipre.

El programa entraña un ajuste adicional del 2% del PIB además del ajuste fiscal del 4,5% del PIB a tres años que ya está en marcha. Se logrará subiendo el impuesto de sociedades del 10% actual al 12,5% y mediante un aumento del tipo impositivo sobre intereses percibidos, que pasa del 15% al 30%. Por otra parte, estas medidas deben adoptarse a medio plazo, a fin de lograr un superávit presupuestario primario del 4%.

El gobierno chipriota tendrá unas necesidades de refinanciación de 7.200 millones de euros en el período comprendido entre 2013 y 2015: pagos de la deuda a medio y largo plazo, refinanciación de emisiones de bonos y pagos de la deuda a corto plazo. Por consiguiente, el resto, 2.800 millones de euros, estará disponible para financiar déficits.

Severa contracción económica en 2013 y en 2014

Antes del acuerdo de rescate, las previsiones apuntaban a una contracción del PIB del 3,5% en 2013 y del 2,3% en 2014. Sin embargo, dichas previsiones ya no se mantienen. El Institute of International Finance prevé una contracción del 9,5% este año, seguido de un 9,2% en 2014 y un 1,7% en 2015.

La capacidad del sector bancario de otorgar líneas de crédito a las empresas será extremadamente limitada, lo que tendrá un impacto negativo tremendo en el conjunto de la economía, en particular para las empresas que operan a escala local y para los consumidores privados.

Para evaluar plenamente el impacto de estos acontecimientos y poner en perspectiva las grandes cifras negativas del PIB, merece la pena considerar las diversas formas en las que la crisis bancaria afectará a la economía. En primer lugar, el cierre de primer banco del país provocará el despido inmediato de 2.300 empleados. El proceso de reducción de tamaño del sector bancario también tendrá un impacto en otros segmentos sectoriales y profesionales como los servicios de contabilidad y a empresas. Al mismo tiempo, el plan de ajuste fiscal requiere una reducción del sector público, que representa actualmente el 25% del PIB. Teniendo en cuenta que es probable que el desempleo aumente hasta el 20% en los próximos 12 meses, su impacto se percibirá inmediatamente en las ventas minoristas, que se prevé registren una caída interanual del 6,6% en 2013.

La Troika estima que la deuda y los depósitos no asegurados ascienden a 4.000 millones de euros, el equivalente al 22% del PIB, y se van a perder parcialmente. Por consiguiente, la economía de Chipre experimentará una caída del gasto y de las inversiones, ya que los hogares y las empresas van a perder riqueza, si bien se cree que una proporción importante de dichos depósitos está en manos de no residentes.

Al seguir reduciéndose el tamaño el sector bancario, las entidades bancarias se mostrarán muy reticentes a la hora de conceder préstamos, con el consiguiente impacto severo en el mercado inmobiliario. El precio de la vivienda caerá, lo que se sumará a la reducción de la riqueza debido a la pérdida de depósitos. El precio medio de las propiedades inmobiliarias ya se redujo un 9%-10% en 2012, al tiempo que las licencias de obras y las ventas inmobiliarias cayeron drásticamente, con repercusiones generalizadas en el sector de la construcción.

Todo ello será consecuencia del cierre temporal del sistema bancario, el límite a la retirada de efectivo, con un máximo actualmente de 300 euros al día, y la imposición de controles sobre el capital. Esto último es necesario para evitar una fuga de depósitos y el derrumbe total del sistema bancario.

Perspectivas

A pesar del paquete de rescate, siguen persistiendo muchos riesgos, y una considerable incertidumbre acerca del impacto de la reestructuración del sector bancario: la contracción acumulada prevista del PIB, de un 20% aproximadamente, para 2013-2015 puede perfectamente terminar siendo mayor. La experiencia de Grecia pone de manifiesto el alcance que puede tener el ajuste económico: el nivel del PIB de Grecia está casi un 25% por debajo del de 2008. Los problemas se agravan debido a que, con la reducción del tamaño del sector bancario, debe cambiarse fundamentalmente todo el modelo de negocio chipriota.

Los yacimientos de gas offshore descubiertos recientemente podrían ayudar en este sentido, pero el tamaño y, por consiguiente, el valor futuro de los yacimientos descubiertos son inciertos, al igual que el coste de las infraestructuras y el desarrollo de la explotación. Al margen de todo esto, pueden surgir conflictos políticos con la parte turca del norte del país y con la propia Turquía debido a reclamaciones que se solapan. Por tanto, no es probable que los beneficios de una eventual extracción de gas offshore se materialicen antes de 2020.

Como resultado de ello, es probable que el programa de ajuste macroeconómico deba perfeccionarse y revisarse a medida que se aplica, al igual que ocurrirá con los 10.000 millones de euros asociados al mismo: una perspectiva que se apoya en la evolución registrada en otros países sujetos al programa de la Troika, como Grecia, Portugal e Irlanda.

 

Acerca de Crédito y Caución

Crédito y Caución es el operador líder del seguro de crédito interior y a la exportación en España desde su fundación, en 1929. Con una cuota de mercado del 54%, lleva más de 80 años contribuyendo al crecimiento de las empresas, protegiéndolas de los riesgos de impago asociados a sus ventas a crédito de bienes y servicios. Desde 2008, es el operador del Grupo Atradius en España, Portugal y Brasil.

El Grupo Atradius es un operador global del seguro de crédito presente en 45 países. Con una cuota de mercado de aproximadamente el 31% del mercado mundial del seguro de crédito, tiene acceso a la información de crédito en más de 100 millones de empresas en todo el mundo y toma cerca de 20.000 decisiones diarias de límites de crédito comercial. El operador global consolida su actividad dentro del Grupo Catalana Occidente.

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