En un contexto de intensificación de la crisis de la deuda europea desde el paquete de rescate de julio pasado en Grecia, los diferenciales soberanos y los swaps de incumplimiento crediticio [CDS] de Italia han estado en el punto de mira de los mercados financieros, debido al alto nivel de deuda pública y a los resultados económicos, que se sitúan por debajo de la media. En noviembre de 2011, los rendimientos del bono italiano a 10 años superaron el 7%, un nivel que por lo general se considera insostenible. Bajo la presión de sus homólogos de la UE y de los mercados financieros, el ex primer ministro Silvio Berlusconi ya había adoptado medidas para equilibrar el presupuesto y estimular el crecimiento. Después de que Berlusconi perdiera la mayoría parlamentaria y dimitiera, Mario Monti, ex comisario europeo de la competencia, asumió el cargo de primer ministro el 16 de noviembre de 2011. De inmediato intentó recuperar la confianza de los inversores impulsando un nuevo paquete de austeridad necesario, aunque relativamente moderado, a partir de los paquetes mucho más amplios ya establecidos. Las medidas incluyeron eliminar las posibilidades de eludir la legislación fiscal, la congelación salarial para los funcionarios públicos, la vinculación de la edad de jubilación a la esperanza de vida incluyendo el aumento de la edad de jubilación femenina en el sector privado y la subida del IVA en un punto porcentual. El objetivo consiste en reducir el nivel de deuda pública de más del 120% del PIB al 117% del PIB en 2013 mediante una consolidación fiscal concebida para reducir el déficit presupuestario del 3,9% del PIB en 2011 al 1,7% en 2012 y al 0,3% en 2013. Para contextualizar el 120% que representa la deuda pública, cabe mencionar que la deuda externa bruta también se sitúa en el 120% del PIB. Sin embargo, la deuda externa neta respecto al PIB se sitúa en el 40%, lo que significa que el sector privado mantiene créditos externos [netos] en torno al 80% del PIB. Por tanto, Italia no tiene ningún problema de deuda externa. El crecimiento económico se contraerá en 2012 Si bien el objetivo del gobierno de reducir el déficit presupuestario se cumplirá, hay pocas posibilidades de recuperar un crecimiento económico sostenible a corto plazo. Según el Instituto Nacional de Estadística de Italia [ISTAT], en el cuarto trimestre de 2011 el PIB real se redujo un 0,4% en términos interanuales y un 0,7% respecto al trimestre anterior. El consumo de los hogares cayó un 1,2% en términos interanuales, mientras que la formación bruta de capital fijo disminuyó un 3,1%. Sólo las exportaciones registraron resultados positivos, con un aumento del 3%. En 2011, la economía avanzó un 0,5%, pero se espera que continúe la tendencia a la baja registrada en el último trimestre. Según una estimación preliminar del ISTAT, en el primer trimestre de 2011 el PIB retrocedió un 1,3% en términos interanuales y un 0,8% respecto al trimestre anterior. Se prevé que la economía se contraiga un 1,5% en 2012, ya que las medidas de austeridad afectan negativamente a la demanda interna, mientras que la demanda de muchos vecinos de la zona euro también se deteriora. Se espera un repunte moderado del 0,1% en 2013. Sin embargo, esta previsión se basa en el supuesto de que la zona del euro no se contraiga de nuevo, no haya sorpresas desagradables por el impacto de la consolidación fiscal y los tipos de los bonos evolucionen, y no se aprueben nuevas medidas de consolidación fiscal. Entre 2002 y 2011, el índice de crecimiento económico de Italia se ha mantenido consistentemente por debajo de la media de la zona del euro. La economía se contrajo por encima de la media del 7% durante el período posterior a la crisis de Lehman, de manera que la recuperación posterior también se situó por debajo de la media. Las rigideces estructurales en el mercado de trabajo y en los mercados de productos y servicios, la debilidad del entorno empresarial general, obstaculizado por la burocracia y la corrupción y las ineficiencias en el sector de servicios públicos explican este bajo crecimiento. El consumo privado se contraerá en 2012 y 2013 Tras una breve mejora en febrero y marzo de 2012, la confianza de los consumidores cayó de nuevo con fuerza en abril: pasando de 96,3 a 89,0, según el ISTAT. Se prevé que el consumo de los hogares mantenga la tendencia a la baja registrada en el cuarto trimestre de 2011, con una caída del 1,7% en 2012 y del 0,6% en 2013. El gasto de consumo se ve obstaculizado por el impacto negativo del aumento del desempleo y las medidas de austeridad sobre la renta disponible. Con un menor gasto de consumo, IHS Global Insight prevé que las ventas minoristas sigan cayendo: hasta el 3,9% en términos interanuales en 2012 tras una caída del 3,7% el año pasado. La inflación en los precios de consumo aumentó un 0,5% en abril de 2012 en comparación con el mes anterior, y un 3.3% en términos interanuales, impulsada principalmente por el mayor coste de la energía y la ropa. De acuerdo con las previsiones de consenso, la inflación aumentará ligeramente en 2012 hasta el 3% tras el 2,8% en 2011 debido a la reciente subida del IVA, y que disminuya al 2,5% en 2013, debido a la caída de la demanda. El desempleo juvenil es un problema A pesar de que ha aumentado más de un 1,5% desde mediados de 2011 hasta el 9,8%, el desempleo sigue siendo inferior a la media de la zona del euro que se sitúa por encima del 10%, y es significativamente inferior al índice de desempleo de otros países del sur de Europa. Sin embargo, el desempleo juvenil italiano [es decir, las personas de 15-24 años] se sitúa en el 28%, muy por encima del promedio del 21% de la zona del euro. Las personas más jóvenes que han encontrado empleo se encuentran comparativamente en una situación peor, ya que el 90% de los nuevos contratos de trabajo son temporales y con salarios mucho más bajos que los de los trabajadores de más edad que han trabajado toda la vida. Este mercado de trabajo se explica en gran parte por el artículo 18 del estatuto de los trabajadores, en virtud del cual las empresas italianas con más de 15 trabajadores están obligadas a readmitir a los trabajadores que los tribunales consideren que han sido despedidos de forma improcedente. Sin embargo, las reformas del mercado de trabajo del gobierno italiano establecen una revisión del artículo 18. Según el ISTAT, en marzo de 2012 la producción industrial aumentó un 0,5% respecto al mes anterior, tras un descenso del 0,7% en febrero. Sin embargo, en términos interanuales se redujo un 6,8% en febrero y un 5,8% en marzo. Se prevé que la producción industrial disminuya un 4,5% en términos interanuales en 2012. La importancia de las exportaciones netas en los resultados económicos de 2012 Según IHS Global Insight, el crecimiento de las exportaciones se desacelerará, pasando del 6,3% en 2011 al 0,8% este año y al 1,5% en 2013. A la luz de las malas previsiones para los demás elementos que contribuyen al crecimiento económico, como puede ser la demanda interna, las exportaciones netas asumirán una mayor importancia en 2012 y, en este sentido, la demanda sostenida de los socios comerciales de fuera de la zona euro será fundamental para su desarrollo positivo. Según IHS Global Insight, las exportaciones netas registrarán un superávit de 11.300 millones de euros en 2012 y de 12.500 millones de euros en 2013, tras un déficit de 4.300 millones de euros en 2011 y en los años anteriores. Un sector bancario sólido en general El sistema bancario italiano es sólido en general, ya que no se ha producido una excesiva concesión de préstamos a otros países con problemas económicos y/o a empresas u hogares italianos con un alto grado de endeudamiento. Los ratios de deuda de los hogares y las empresas respecto al PIB fueron del 50% y el 110%, respectivamente, en el segundo trimestre de 2011. Los bancos italianos incrementarán sus ratios de capital para cumplir con las regulaciones de Basilea III, lo que supondrá un impulso muy necesario para la confianza, erosionada por el crecimiento de la deuda pública italiana, que registró un aumento del 31% en relación con los tres meses anteriores, hasta situarse en 267.000 millones de euros en febrero de 2012. Los bancos italianos están teniendo dificultades de financiación interbancaria, al aumentar los costes de los préstamos debido a la crisis de la deuda. Por lo tanto, los bancos italianos han retirado unos 270.000 millones de euros en el marco del instrumento de inyección de liquidez a largo plazo [LTRO, sus siglas en inglés] del Banco Central Europeo valorado en 1 billón de euros. Los mercados financieros siguen temiendo un potencial círculo vicioso de empeoramiento de la deuda pública y de la calidad del crédito de los bancos. Por otra parte, los préstamos al sector privado están disminuyendo debido a la desaceleración económica y al endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito. El diferencial italiano con el bono alemán llegó a superar el 5% a finales de 2011. A pesar de que comenzó a caer a principios de 2012, ha tocado fondo y está volviendo a subir últimamente, aunque no ha llegado a la zona de peligro [véase el gráfico de abajo]. Italia seguirá estando expuesta a la percepción de los mercados financieros y, si los esfuerzos para reducir la elevada deuda pública se debilitan y las perspectivas de crecimiento económico se deterioran aún más, no puede excluirse otro brusco aumento del rendimiento de los bonos italianos. El futuro proceso de reformas: todavía persisten muchas incertidumbres Por el momento, el primer ministro Monti cuenta con el respaldo de los principales partidos políticos para poner en práctica la consolidación fiscal y el programa de reformas. Las próximas elecciones generales se celebrarán en abril de 2013 y, en este sentido, se espera que Italia disfrute por el momento de una relativa estabilidad política. Sin embargo, todavía existe el riesgo de que las reformas se diluyan debido a los intereses creados y a la resistencia social, por lo que es probable que el gobierno aplique un enfoque más prudente. Y sigue existiendo el riesgo de que las iniciativas de reformas se diluyan o incluso tengan punto final si reaparece la incertidumbre política después de las elecciones del próximo año. Independientemente de lo que suceda, las reformas estructurales que se han introducido requerirán cierto tiempo para empezar a contribuir al crecimiento económico. Por lo tanto, el crecimiento económico de Italia permanecerá con mucha probabilidad en niveles bajos durante los próximos años. Previsión de resultados de los sectores de actividad en Italia En el caso de las empresas italianas, la corta y limitada recuperación económica de 2010 y la primera mitad de 2011 tras el fuerte deterioro del PIB de casi un 5,5% en 2009 no ha sido suficiente para restablecer el efectivo y las reservas de capital para hacer frente a una doble recesión. La estructura financiera tradicional de las empresas italianas también ha contribuido a esta situación. Hemos observado que el período medio de cobro [DSO, sus siglas en inglés] y el periodo medio de pago [DPO, sus siglas en inglés] de muchas empresas italianas no mejoraron en 2010 y 2011, lo que parece indicar que la financiación del capital circulante sigue siendo un problema. Los problemas de liquidez se ven agravados por el hecho de que el comportamiento de pagos sigue siendo malo y las empresas italianas, en comparación con sus homólogos de Europa Occidental, presentan un apalancamiento medio más elevado, especialmente a corto plazo. Sin embargo, la economía italiana tiene todavía algunas fortalezas estructurales, tales como una amplia diversificación, con algunos líderes de mercado indiscutibles en los sectores alimentario, textil, de metales e ingeniería/maquinaría, sólidos distritos de negocios locales y unas relaciones tradicionalmente estrechas entre bancos y empresas. Se prevé que las insolvencias de empresas aumenten un 10% en 2012 Desde 2008, las insolvencias de las empresas han aumentado a niveles de dos dígitos, y prevemos que las quiebras de empresas aumenten un 10% más en 2012, hasta un total aproximado de 13.000 casos. En términos geográficos, el centro y el sur de Italia son las zonas más afectadas, ya que el comportamiento de pago es, en promedio, peor que en el norte del país. El sur también se ve afectado por la presión fiscal ejercida por el nuevo gobierno, que está empeorando cada vez más las oportunidades de financiación blanda y de reciclado de efectivo, que son la fuente de financiación privilegiada para las empresas de la región. En 2013 se registrará un nuevo aumento de la insolvencia del 5%, debido a la débil recuperación económica prevista. En general, la tensa situación en materia de insolvencias se debe principalmente a la debilidad económica actual, las medidas de austeridad, la rigidez en el préstamo bancario, el deficiente comportamiento de pagos por parte del sector público, el aumento de precios de la energía, y la disminución de la demanda en algunos destinos de exportación importantes. Frecuencia prevista de impago de las empresas italianas En el primer semestre de 2011, la Frecuencia Prevista de Impagos [EDF, sus siglas en ingles] media de las empresas italianas del panel continuó moderándose, aunque a un ritmo más lento que en 2010. Sin embargo, desde julio de 2011, la crisis de deuda la zona del euro ha provocado un deterioro masivo en la EDF de Italia: la EDF de Italia en diciembre de 2011 [205 puntos básicos] se situó 112 puntos básicos por encima de la registrada en junio de 2011 e incluso por encima de la registrada tras la crisis crediticia mundial de 2008/2009. Sin embargo, en línea con la tendencia general a principios de 2012, la EDF de Italia mejoró, situándose el dato de marzo de 2012 30 puntos básicos por debajo del nivel de diciembre pasado. La Frecuencia Prevista de Impagos se basa en las empresas seleccionadas en los mercados mencionados, y en la probabilidad de impagos en todos los sectores a lo largo del próximo año. En este contexto, el impago se define como el incumplimiento de un pago previsto, o el inicio de procedimientos de concurso de acreedores. La probabilidad de impago se calcula sobre la base de tres factores: el valor de mercado de los activos de una empresa, su volatilidad y su actual estructura de capital. A título orientativo, la probabilidad de que una empresa incurra en impagos es del 1%. |
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