Sin internacionalización no hay crecimiento

cycnews reproduce la tribuna conjunta, publicada por Expansión, de la Asociación de Marcas Renombradas Españolas y el Club de Exportadores, de los que Crédito y Caución es miembro.
Analisis Credito y Caución
Madrid - 12-jul.-2012

SIN INTERNACIONALIZACIÓN NO HAY CRECIMIENTO

Balbino Prieto, presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles; José Luis Bonet, presidente de la Asociación de Marcas Renombradas Españolas; Pau Herrera, presidente de la Asociación Española de Directivos

Ante la prolongada caída de la demanda interna a la que nos venimos enfrentando, la internacionalización ya no es ningún caso una opción coyuntural, sino una salida para la sostenibilidad, la competitividad y, en muchos casos, la propia supervivencia de las empresas españolas. Para la mayor parte de las empresas se trata por fin de una apuesta estratégica. Ahora, es necesario que el país haga suya dicha prioridad, ya que es en buena medida la que nos permitirá recuperar la vía del crecimiento y de la creación de empleo. Con ese objetivo, y para proponer medidas específicas que contribuyan a favorecer la competitividad exterior de las empresas españolas, nos hemos unido tres organizaciones empresariales y de directivos para celebrar la II Cumbre de Internacionalización [...].

Para que el sector exterior de la economía española aporte remedios a los problemas económicos del país, es necesario que se instrumenten políticas económicas, presupuestarias y regulatorias que afronten los problemas que aquejan las empresas en su actividad exterior. La expectativa de recuperación de la actividad económica reside, precisamente, en una aportación positiva del sector exterior al PIB [del 2,7%], lo que contrasta con la aportación negativa de la demanda interna [del -4,4%].

Además, el saldo comercial se viene reduciendo gradualmente [del -4,5% en 2010 al -1,8% previsto en 2012] y la brecha en necesidad de financiación frente al resto del mundo se estrecharía [hasta alcanzar el -0,9% en 2012] permitiendo a partir de un umbral positivo reducir el endeudamiento externo de la economía española. El conjunto de las empresas internacionalizadas se estima que sustenta directa e indirectamente más de 5 millones de puestos de trabajo en España, empleo que es especialmente relevante por su mayor cualificación, estabilidad y remuneración. Por tanto, resulta evidente que la internacionalización de nuestra economía y de nuestras empresas debe figurar entre las prioridades de la política económica y comercial española. Es, pues, necesario apostar decididamente por la salida al exterior de las empresas y favorecerla a través de medidas que permitan superar muchos de los obstáculos a los que ahora se enfrentan. En primer lugar, medidas financieras. La presente crisis económica y financiera está teniendo un serio impacto y graves repercusiones en la disponibilidad y el coste de los productos y servicios financieros relacionados con la internacionalización de las empresas españolas, que se han acentuado en los últimos meses.

Desde el crédito a la exportación hasta la emisión de avales y garantías ligados a contratos de exportación, pasando por los créditos documentarios y prefinanciación de circulante para las empresas exportadoras, todo se ha visto severamente afectado por una combinación de factores derivados de la crisis. En el momento actual de la economía española, en el que más del 60% de las ventas de las empresas del Ibex provienen ya del exterior, más que nunca el sistema financiero, y en particular la financiación de exportaciones, debe seguir jugando su papel de facilitador de la internacionalización de la empresa española.

Por otro lado, en las empresas son las personas, fundamentalmente los directivos, quienes en última instancia toman decisiones y asumen responsabilidad y liderazgo. Es, por tanto, fundamental contar con los equipos humanos adecuados para impulsar con éxito el proceso de expansión internacional. Difícilmente un país se puede internacionalizar si no cuenta con los profesionales y directivos que le ayuden y soporten dicha estrategia.

España tiene en general un reducido número de profesionales y directivos capacitados para la internacionalización de las empresas. Es, pues, necesario asumir la importancia estratégica del problema y tomar medidas que, a corto y medio plazo, mejoren dicha capacitación. La expansión exterior supone un salto estratégico y una nueva exigencia de gestión en las empresas para la que es imprescindible estar preparado. Además, es fundamental que el proceso de internacionalización de la empresa española se desarrolle apostando por los denominados nuevos factores de competitividad [innovación, diseño, marcas...], ya que será la única forma de que los productos y servicios españoles sean diferenciados y competitivos, generando además un efecto positivo sobre la imagen del país.

No sólo se trata de vender más, sino de vender mejor. Cualquier país avanzado cuenta con un núcleo relevante de marcas reconocidas internacionalmente que constituye la punta de lanza de su potencial empresarial. Hay que seguir apostando por la internacionalización de calidad, la internacionalización con marca, y por prestigiar a través de estas marcas la imagen país. También desde el punto de vista fiscal es esencial que se hagan los necesarios esfuerzos para no comprometer la internacionalización de las empresas españolas y no mermar su competitividad en los mercados exteriores, así como adoptar medidas que supongan un claro incentivo a dicha internacionalización. A pesar de las dificultades presupuestarias dictadas por las actuales circunstancias, el factor tributario no puede ser una causa que reste competitividad a las empresas y suponga un freno en su internacionalización. En definitiva, esta II Cumbre constituirá una ocasión inmejorable para proponer medidas que favorezcan la competitividad exterior de las empresas españolas. En un contexto de restricción de las finanzas públicas, la clave reside en un apalancamiento mutuo entre las capacidades y recursos de los sectores público y privado. Que nadie lo dude: la salida de la recesión vendrá, otra vez, de la mano del sector exterior. No hay nada más útil para la economía española que potenciarlo.

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