Los nueve problemas de la internacionalización española

Crédito y Caución ha participado activamente en la redacción de las conclusiones de la II Cumbre por la Internacionalización de la empresa española.
Analisis Credito y Caución
Madrid - 25-may.-2012

¿Cómo podríamos elevar la competitividad exterior de las empresas españolas? Esa es la pregunta que ha tratado de responder la II Cumbre por la Internacionalización inaugurada ayer por el Su Alteza Real, el Príncipe de Asturias. `Nos encontramos en un momento decisivo para la economía española y mundial. Ahora más que nunca, tenemos que aunar fuerzas para afrontar desafíos comunes. Para hacerlo es del todo oportuno el análisis y el diálogo en torno a materias como las que habéis elegido en este foro : financieras y fiscales, comerciales y de imagen, y sobre talento y gestión de personas pues en estos ámbitos se encuentran algunos de los obstáculos que con más frecuencia afectan a nuestras empresas, en particular las pymes, a la hora de internacionalizarse´, dijo.

Como primer operador del seguro de crédito interior y a la exportación en España y miembro de dos de las tres organizaciones que convocaban la cumbre, Crédito y Caución ha jugado un papel activo en los equipos de reflexión de la cumbre. El director de Comercio Exterior de la Compañía, Carlos Pobre, ha sido una de las 16 personas encargada de redactar sus conclusiones.

Nueve problemas en materia comercial y de imagen

El diagnóstico de los participantes en materia comercial y de imagen señala nueve problemas que explican la débil implantación internacional de la empresa española así como su relativa inexperiencia en relación con las de los principales países competidores.

El primero y principal, es que hay un insuficiente número de empresas con vocación internacional permanente. De las 100.000 empresas que exportan, sólo 40.000 lo hacen con regularidad.

El segundo problema es la alta concentración de la exportación en un reducido número de empresas. El 37% de la exportación total la realizan tan sólo 100 empresas.

Tercero, la baja propensión de las empresas al negocio internacional. La mayoría están muy por debajo del 25% de su facturación, aunque las empresas exportadoras lideres venden ya entre el 60 y el 80% en el exterior.

Cuarto, la insuficiente base tecnológica, lo que no ha cambiado en las últimas dos décadas, con un peso relativamente alto, más del 30% sobre el total, de las exportaciones de semimanufacturas y productos energéticos y químicos.

Quinto, una insuficiente presencia global, con una concentración elevada del negocio en ciertas áreas como UE y Latinoamérica y una ausencia en mercados clave o de alta tasa de crecimiento, como EEUU, Asia-Pacífico o el Este de Europa.

Sexto, una oferta turística frágil, dependiente de unos precios bajos y de un concentrado núcleo de operadores extranjeros.

Séptimo, un grado relativamente bajo de integración de activos intangibles, como innovación, diseño, sistemas de información y marcas, en nuestra oferta de bienes y servicios comercializable.

Octavo, una imagen país que, con excepciones, no aporta un valor significativo a los sectores, empresas y marcas españoles, por lo que no existe un incentivo para la vinculación de su imagen con la del país.

Y noveno, un sistema oficial de apoyo complejo por el número de agentes que intervienen, con recursos decrecientes pero necesitado de mejoras de eficiencia, y carente de innovación y de una estrategia consistente con un entorno internacional cambiante.

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