La incertidumbre del panorama económico y financiero en Italia está frenando la demanda y el consumo privado. Italia volvió a entrar en recesión en el cuarto trimestre de 2011, con una contracción del PIB del 0,7% respecto al trimestre anterior [-0,2%]. Las previsiones económicas de consenso han sido revisadas a la baja en enero y febrero, y las de marzo prevén que, en 2012, tanto el PIB como el consumo privado retrocederán, un 1,6% y un 1,7% respectivamente. La confianza de los consumidores sufrirá el impacto de la reciente introducción de medidas de austeridad de emergencia, el aumento del desempleo y las restricciones en materia de disponibilidad de crédito. Esta situación ha afectado y seguirá afectando a los bienes de consumo duraderos/comercios no alimentarios incluso más de lo previsto hace un par de meses. Según datos del instituto italiano de estadística, el ISTAT, en el cuarto trimestre de 2011, las ventas minoristas no alimentarias cayeron un 1,4% respecto al trimestre anterior, y un 1,8% en términos interanuales. IHS Global Insight prevé que el comercio minorista [alimentario y no alimentario] siga contrayéndose tras registrar una caída del 3,5% en 2011, frente al 2,7% en 2012. Se observa una gran diversidad en cuanto a los plazos medios de pago entre subsectores: desde menos de 60 días en el mercado de la telefonía hasta más de 120 días en el caso de los muebles. Prevemos que el comportamiento en pagos en el segmento no alimentario siga deteriorándose. Los consorcios, en particular, han estado más expuestos a los cambios en la economía, presentando un mayor porcentaje de dificultades financieras. En general, se han producido problemas con la calidad de los activos [crédito, existencias y activos fijos], deficiente capitalización, un conflicto de intereses con los socios y una cultura de morosidad. Para acceder al informe completo, pulse sobre la imagen. Nuestra experiencia en materia de reclamaciones de seguros de crédito en relación con este sector pone de manifiesto una tendencia a empeorar claramente en los últimos meses, y prevemos que las insolvencias sigan creciendo en 2012, al seguir sufriendo los minoristas el entorno económico en deterioro y las debilidades estructurales, como la elevada fragmentación, el bajo nivel de beneficios, la limitada retención de ganancias y un bajo nivel de capital propio. Crédito y Caución prevé que las insolvencias empresariales italianas aumenten un 10% en 2012 a cerca de 13.000 casos, después de un aumento del 17% en 2011. Por consiguiente, seguimos siendo más restrictivos a la hora de asegurar a minoristas no alimentarios. Nuestro principal foco de atención en el sector minorista de los bienes de consumo duraderos se centra en la evaluación financiera y en la información del mercado. Considerando el apalancamiento como un indicador preciso de la estructura financiera, observamos un deterioro de la situación de muchas empresas, lo que puede deberse a la caída del consumo y al consiguiente aumento del capital circulante neto, ya que el elevado nivel de existencias debe financiarse mediante endeudamiento financiero a corto plazo. También tenemos en cuenta las aptitudes de los accionistas, como puede ser la gestión de riesgos clave [crédito, financieros, gobierno]. La antigüedad de la empresa ya no es un indicador significativo de su capacidad competitiva. Las quiebras de muchas empresas consolidadas en 2011 han puesto de manifiesto que incluso los años de experiencia en el negocio y la fortuna de los propietarios de empresas familiares pueden no ser suficientes para que las empresas superen este difícil período económico. |
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