Incertidumbre en Egipto

La economía se ha visto afectada por la revolución y la actual inestabilidad política, con el consiguiente efecto dominó en el entorno de las transacciones comerciales.
Analisis Credito y Caución
Madrid - 07-mar.-2012

El Presidente Mubarak dimitió en febrero de 2011, tras más de dos semanas de protestas masivas, y cedió el poder al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que disolvió el parlamento y suspendió la constitución, prometiendo a su ver ceder el poder a un gobierno elegido democráticamente.

La elección de la Asamblea del Pueblo, la cámara baja, con 498 miembros, ha tenido lugar en tres rondas de votación, que comenzaron en noviembre de 2011 y finalizaron a principios de enero de 2012. Dos tercios de los miembros del parlamento son elegidos a partir de listas de partidos políticos y un tercio son personas independientes. En las elecciones a la cámara baja, la Libertad de la Hermandad Musulmana  y el Partido de la Justicia obtuvieron el 47% de los escaños, que representarán a la facción más amplia en el parlamento, seguida por el partido más conservador Al Nur respaldado por el movimiento Salafi. Resulta evidente que los partidos liberales y seculares han quedado marginados.

 Las elecciones para el Consejo Shura, la cámara alta, con 270 miembros, han comenzado a finales de enero. Ambas cámaras seleccionarán conjuntamente un comité de 100 miembros que empezará a redactar una nueva constitución de inmediato. Finalmente, la junta militar gobernante ha asegurado en repetidas ocasiones que las elecciones presidenciales se celebrarán a finales de junio.

El resurgimiento de violentas protestas y de enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad a mediados de noviembre de 2011 reflejó la combinación de un proceso de reforma deficiente y de una creciente insatisfacción con los líderes militares en el poder y el gobierno interino. La reacción del ejército a las protestas masivas que volvieron a estallar fue despiadada, con numerosas víctimas y más de 10.000 civiles juzgados por tribunales militares.

Para mostrar su disposición favorable al compromiso, la junta militar manifestó que cedería poder cuando fuera elegido un nuevo presidente. Ante el aniversario del inicio de las revueltas, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas pugnó por la liberación de los prisioneros y finalmente decretó el fin del estado de emergencia vigente desde 1981, otorgando a las autoridades amplios poderes para suspender derechos fundamentales, si bien sólo en parte.

Las relaciones con EEUU son cercanas e importantes: especialmente en el aspecto financiero, en términos de ayudas. No obstante, las relaciones con Israel se han deteriorado. Mientras los dirigentes militares siguen intentando mantener una relación viable con Israel, basada en el tratado de paz de 1979, el gobierno está recibiendo una presión creciente para que adopte una postura más categórica sobre el conflicto palestino-israelí: especialmente en lo relativo a la franja de Gaza.

Deterioro del crecimiento económico en 2011

Tras el crecimiento del 5,1% experimentado en 2010, las previsiones para 2011 son de una disminución del crecimiento hasta el 1,8%. La economía se ha visto afectada por la revolución y la actual inestabilidad política, con el consiguiente efecto dominó ejercido por los disturbios en el entorno de las transacciones comerciales. Hasta hace poco las huelgas y protestas seguían afectando a la economía y la industria está operando, en el mejor de los casos, muy por debajo de su capacidad, mientras que el turismo ha experimentado una grave caída en términos de visitantes. En el tercer trimestre de 2011, los ingresos procedentes del turismo se redujeron espectacularmente [un 26,0% interanual] tras las reducciones del 35,4% y 34,0% de los dos trimestres anteriores. El índice de punto de referencia para Egipto se redujo en un 40% en 2011. La inversión extranjera directa [IED] ha sufrido una fuerte caída, pero al menos el tráfico del Canal de Suez, con sus ingresos asociados, ha resultado menos afectado.

La actividad económica seguirá dependiendo de los acontecimientos políticos. Numerosas decisiones de inversión quedarán en suspenso hasta que se conozcan los resultados de las elecciones presidenciales. La inflación se reducirá hasta el 8,5% tras el 10% del pasado año.

El sector bancario se ha mostrado relativamente estable hasta el momento. En septiembre de 2011, el índice de préstamos no rentables [NPL] era del 11%, mientras que el ratio de adecuación del capital se mantuvo en el 16%. El aumento de préstamos concedidos al gobierno tuvo como resultado una mayor exposición a los riesgos soberanos.

El déficit presupuestario representó un 10,3% del PIB en 2011 y las previsiones apuntan a un aumento hasta el 10,8% del PIB durante el presente ejercicio, debido principalmente a las subvenciones gubernamentales para energía y productos alimentarios [en torno al 27% del gasto gubernamental]. Si bien estos déficits están siendo financiados mediante endeudamiento interno, los costes han subido, incrementando la ya elevada deuda pública nacional [84,1% del PIB en 2011]. Los pagos de intereses han aumentado debido al coste más elevado de la financiación y del aumento de la deuda.  Reducir el déficit será un reto para el gobierno, ya que los recortes de subsidios para alimentos y energía provocarían el descontento público.

Bajo presión popular, el gobierno interino está llevando a cabo una toma de decisiones de política económica ad hoc, por ejemplo, mantener los subsidios de alimentos y energía que, aunque son populares, están dificultando la gestión de los elevados déficit fiscales. El gobierno interino ha decidido asimismo no ampliar el programa de privatización, ya que amplios sectores de la población asocian la agenda de liberalización a las políticas económicas previas. A largo plazo, se necesitan reformas estructurales para reducir el déficit presupuestario así como contener los trámites burocráticos y la corrupción.

Mientras el gobierno de transición siga en el poder, el futuro de Egipto sigue siendo incierto. La relación entre los partidos políticos seculares y religiosos y los movimientos serán clave para la estabilidad política. A este respecto, aún queda una gran duda sobre el futuro político del ejército: ¿soportará una transición hacia la democracia o intentará asegurarse derechos políticos e influencia especiales?  Los partidos liberales y seculares temen ahora que la Hermandad Musulmana y la junta militar cierren un trato para compartir el poder, dado que la Hermandad ha mostrado signos de disposición favorable al compromiso por las solicitudes de los dirigentes militares.

Todo esto influirá directamente los desarrollos posteriores sin problemas o con ellos- del proceso de transformación, incluyendo pasos como la redacción de una nueva constitución y las elecciones presidenciales cuya celebración está prevista para junio de 2012.

El reto subyacente de cualquier administración futura será la introducción de reformas económicas adicionales para elevar los niveles de vida y generar nuevos puestos de trabajo [el desempleo entre los licenciados se encuentra en el 40%]: manteniendo la paz civil y contrarrestando la llamada de un Islamismo más radical.

Un rendimiento económico controlado en 2012

Un repunte económico dependerá en gran medida de una vuelta a la estabilidad política. En la actualidad, se espera que el PIB crezca en un 2,3% en 2012. La posición fiscal seguirá siendo pobre [un déficit superior al 10% del PIB en 2012] y la deuda nacional permanecerá en niveles muy elevados, mientras que la inflación disminuirá ligeramente: hasta aproximadamente un 8,5%. Un potencial deterioro de la economía global, debido a la crisis que padece la Eurozona y a un enfriamiento de la economía china, perjudicaría el rendimiento de las exportaciones egipcias y reduciría los ingresos procedentes del Canal de Suez. El peligro de una doble recesión aún planean, dado que las empresas egipcias ya se están viendo afectadas por los sucesos de la revolución y el periodo de transición expuesto a un deterioro adicional, lo que podría generar más problemas y dificultades para las empresas que buscan divisas extranjeras.

La actual incertidumbre política aumenta el riesgo de una crisis en la balanza de pagos.   Mientras que la situación política nacional sigue estando tensa, no se producirá un repunte significativo de la IED o de los ingresos procedentes del turismo a corto plazo. Pueden pasar varios meses para que el turismo se recupere tras los sucesos negativos y, por tanto, los estallidos renovados de violencia callejera de noviembre de 2011 supusieron un duro golpe para el sector.

Al mismo tiempo, la rápida caída de las reservas de divisas está aumentando el riesgo de una devaluación desorganizada, especialmente si el banco central intentara defender la moneda durante mucho tiempo. Una devaluación pronunciada llevaría a la subida de la inflación y a más disturbios sociales. Para evitar una crisis en la balanza de pagos, se necesita apoyo financiero externo.

En agosto de 2011 ya se consideró un acuerdo de derechos de giro por 3.000 millones de dólares USA con el FMI, pero finalmente el gobierno dirigido por militares lo rechazó por miedo a que las estrictas condiciones del FMI restringieran la política económica. No obstante, dado que en diciembre de 2011 y principios de 2012 las reservas extranjeras siguieron contrayéndose y la moneda había seguido sufriendo una creciente presión, el 15 de enero la administración solicitó un crédito al FMI por importe de 3.200 millones de dólares USA. Probablemente se tardará varias semanas en decidir los detalles técnicos hasta alcanzar un acuerdo final. Queda también por ver si un acuerdo con el FMI por sí solo puede evitar una drástica depreciación de la moneda o si llevará a un repunte de la inversión [necesitada con urgencia].

No obstante, ya que el apoyo del FMI está vinculado generalmente a restricciones y a un programa económico creíble, debería ayudar a reafirmar a los posibles donantes occidentales y árabes. Egipto ha recibido promesas de apoyo presupuestario y otras ayudas superiores a 10.000 millones de dólares USA en total de varios Estados del Golfo como Arabia Saudí y de otros países, pero poca ayuda financiera de este tipo se ha materializado, ya que dichos donantes contemplan con cautela el apoyo a Egipto sin realizar importantes esfuerzos para conseguir que su presupuesto y los déficits de la balanza de pagos estén bajo control. Pero dada la situación política actual, probablemente  a cualquier gobierno egipcio le resultará duro imponer medidas de austeridad impopulares solicitadas posiblemente por el FMI, tales como el recorte de subsidios.

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