¿Drama a la vista en Portugal? Las previsiones preliminares sobre el PIB de Portugal para el primer semestre de 2011 apuntan a un contracción del 1,5% en términos interanuales, debido principalmente a una caída de la inversión fija y del consumo de los hogares, en particular de bienes de consumo duraderos. Una vez dicho esto, cabe señalar el fuerte crecimiento de las exportaciones. Es notable también que el desempleo no se haya deteriorado y, ajustado estacionalmente, de hecho mejoró un 0,3%, si bien el nivel registrado del 12,1% sigue siendo demasiado alto. Las insolvencias aumentaron drásticamente entre 2008 y 2010, y prevemos que las quiebras de empresas sigan creciendo, a un ritmo del 10% interanual en 2011 y del 5% el año que viene. No cabe duda de que Portugal tiene ante sí tiempos difíciles. El programa de rescate de la UE/FMI por importe de 78.000 millones de euros dominará el escenario de aquí al año 2015. El objetivo del programa es sanear las finanzas públicas y lograr un crecimiento a largo plazo, mediante una combinación de estricta consolidación fiscal y reformas estructurales de gran calado para abordar las debilidades estructurales, en forma de subidas de impuestos tanto a las empresas como a los consumidores, recortes de gasto en salarios públicos, empleo público y pensiones, reducción de subsidios y privatización de empresas públicas. El PIB debería crecer mediante una reducción del sector público, una aceleración de las privatizaciones y reformas del mercado de trabajo. Si todo funciona según el plan previsto, el déficit se situará en el 3% del PIB en 2013, si bien sólo se recuperará de manera gradual: reduciéndose en el período 2011-2013 y recuperando un crecimiento débil en 2014. Sin embargo, es cuestionable que esto funcione. En el lado positivo, se espera que la coalición que ganó las elecciones en junio, se mantenga en el gobierno en los próximos años debido a la debilidad del derrotado Partido Socialista. Y, lo que es más importante, la coalición se ha comprometido a ejecutar el programa del FMI esforzándose incluso por llevar a cabo la consolidación fiscal más rápidamente de lo que se le exige. Sin embargo, por muy necesario que sea, este celo no será suficiente. La ejecución del programa de austeridad y reformas no ha hecho más que empezar y supondrá una pesada carga para la sociedad que ya sufre un índice de desempleo del 12%. Además, si se mantiene la tendencia a la recesión que se está manifestando gradualmente en los principales mercados de Portugal, las exportaciones se verán sometidas a presión. El futuro inmediato se presenta sombrío y les corresponde a los políticos explicárselo al electorado, para evitar una variante ibérica del drama que actualmente se desarrolla en Grecia. El enigma ruso En un congreso del partido Rusia Unida, al estilo de los que se celebran en Estados Unidos, el primer ministro Vladimir Putin aceptó la invitación del actual presidente, Dmitry Medvedev, para ser el candidato del partido en las elecciones presidenciales de marzo de 2012. Entretanto, Aleksei Kudrin, veterano ministro de finanzas, anunció que dimitiría si Medvedev se convertía en primer ministro, y fue cesado sumariamente por Medvedev. El anuncio, que no se libró de comentarios cínicos y comparaciones con la Unión Soviética, es en cualquier caso un movimiento claramente estabilizador y podría acelerar las muy necesarias reformas de una economía rusa estructuralmente débil, que depende del petróleo y del gas, dominada en la práctica por monopolios públicos o empresas leales al Estado que operan en un sistema jurídico opaco. Actualmente, el clima de negocios poco seguro frena a los inversores extranjeros y, lo que es peor, Rusia se enfrenta a ingentes flujos de capital. La política económica necesita urgentemente una puesta a punto y no sería inconcebible que el actual tándem concluido por Putin no sea apropiado para lograr este fin. El modo en que ha salido Kudrin no augura nada bueno para Medvedev. Kudrin es amigo personal de Putin, se le respeta mucho en los círculos financieros y sería una pérdida si las reformas se van a tomar en serio. Tras las elecciones, es posible por tanto que oigamos poco a Medvedev y presenciemos un regreso de Kudrin. Atención al boom and bust en Turquía La economía turca se ha recuperado notablemente desde 2009. El PIB real creció un 9% el año pasado, seguido de un crecimiento del 11% en el primer trimestre de 2011 y del 8,8% en el segundo trimestre, impulsado por el gasto público antes de las elecciones generales de junio, y una inyección de liquidez debido al crecimiento del crédito bancario y a los flujos de capital extranjero. De hecho, estos flujos han pasado a ser tan importantes que el Banco Central se vio obligado a bajar el tipo de interés oficial, si bien el efecto ha sido alimentar el crecimiento económico todavía más, en lugar de frenar el gasto interno. A pesar de unas perspectivas positivas, Crédito y Caución observa dos riesgos inminentes. Uno de ellos es que la fortaleza parlamentaria del primer ministro, confirmada en las elecciones generales de junio de 2011, le permite una política exterior más enérgica, en particular en Oriente Medio. Las relaciones con Israel han sufrido un rápido deterioro y podrían incluso llevar a un conflicto armado, mientras que las tensiones en torno al problema de Chipre han aumentado. El segundo riesgo es el de un mayor sobrecalentamiento económico, al aumentar las importaciones a un ritmo mucho mayor que las exportaciones. El masivo déficit por cuenta corriente, que se prevé aumente hasta el 10% del PIB este año, y la reciente depreciación de la lira turca podrían perfectamente hacer que el crecimiento económico interno quedara fuera de control. En la medida en que el actual déficit por cuenta corriente se financia mediante inversiones a corto plazo volátiles, cualquier turbulencia en los mercados financieros puede provocar una retirada masiva. Turquía es conocida por el fenómeno de `boom and bust´ [grandes altibajos], por lo que debe tenerse cuidado a la hora de evaluar oportunidades de negocio en ese país. China sigue guardándose un as bajo la manga La inflación se mantiene tenazmente alta: un 6,2% en agosto tras el 6,5% de julio. Los precios de los alimentos siguen siendo la principal fuente [+13,4%], y la carne vuelve a ser el producto que más contribuye a ello [+29,3%]. Si bien se prevé que la inflación se modere en los próximos meses, se situará por encima del objetivo del 4%, por lo que el Banco Central se muestra reticente a relajar su política monetaria. Sin embargo, de momento, con una desaceleración del crecimiento económico e incertidumbres en relación con el crecimiento de la economía mundial, no se esperan subidas de los tipos de interés. En el segundo trimestre de 2011, el crecimiento económico fue del 9,5% en términos interanuales, con una caída marginal en el primer trimestre. Se prevé una nueva desaceleración, debido a la caída de la demanda de exportaciones y a una reducción de la inversión provocada por el reciente endurecimiento monetario. En contraste con las cargas de la deuda pública que soportan Europa y Estados Unidos, China dispone de un sólido amortiguador contra crisis externas o internas. Su posición financiera externa es excelente, con importante reservas internacionales, y una deuda externa y pública reducidas. Durante el período 2008-2009, China manejó bien la situación de crisis con un paquete de estímulo masivo. Sin embargo, su mercado inmobiliario y el exceso de inversiones pueden plantear riesgos económicos internos. El gobierno también tiene pasivos contingentes en las finanzas de gobiernos locales y en el sector bancario, y los abundantes préstamos de los últimos años podrían provocar un deterioro de los activos y un aumento de los préstamos no rentables. China todavía puede hacer frente a otra crisis, pero sus acciones en el futuro podrían agravar sus desequilibrios internos, que se reflejan en un bajo consumo de los hogares y un alto índice de ahorro. México, mejor situación pese a la violencia Con frecuencia las noticias sobre México se centran solo en terribles imágenes de asesinatos por los cárteles de la droga: 2010 fue el año más sangriento de la historia y es probable que 2011 sea todavía peor. Aunque esta violencia empaña la reputación de México como país con el que llevar a cabo operaciones comerciales o en el que invertir, México también ofrece muchas oportunidades de negocio. Tras la recesión de 2009, las exportaciones de México aumentaron un 24% en 2010, contribuyendo a un repunte del 5,5% en el crecimiento del PIB real. Este año, Crédito y Caución espera cierta moderación en los resultados debido a los lazos que mantiene México con la economía de Estados Unidos en dificultades. No obstante, la inflación está bajo control, la gestión macroeconómica no presenta problemas y la posición financiera externa es sólida. La posición de México en términos de pagos internacionales es excelente: la deuda externa es reducida [menos del 20% del PIB] e, incluso en el caso de los compromisos a corto plazo, México puede hacer frente a sus obligaciones de pago. Dispone de amplias reservas extranjeras y el FMI le ha concedido una línea de crédito contingente por importe de 72.000 millones de dólares hasta abril de 2013, para utilizar en caso de emergencia y conjurar cualquier fuga de capitales del país. |
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