Desde el relevo británico en Julio de 1997, Hong Kong ha sido una Región Administrativa Especial de China. De conformidad con la Ley Básica, mantendrá su propio sistema económico y político y gozará de una autonomía de gran alcance en todos los asuntos internos hasta 2047, incluido un sistema legal, fiscal y monetario independiente. Externamente, la administración de Hong Kong tiene autoridad sobre asuntos relacionados exclusivamente con el comercio, mientras que los asuntos exteriores, la defensa y la seguridad nacional están bajo el control de China. Bajo los auspicios de China, Hong Kong está gobernado por el Presidente Ejecutivo, un Consejo Ejecutivo y un Consejo Legislativo electo con poderes limitados. La agenda política de Hong Kong ha estado dominada por la cuestión de reformas democráticas adicionales. Según la Ley Básica, el sufragio universal es el objetivo final en Hong Kong, pero aún no se ha fijado una fecha objetivo. Los partidos prodemocráticos siguen demandando elecciones libres, pero las autoridades chinas hasta hace poco han sido reacias a aprobar más reformas políticas por miedo a que una democracia de pleno derecho en Hong Kong pueda llegar a suscitar deslealtad hacia Beijing y, a largo plazo, constituir una amenaza para el sistema autocrático de China. No obstante, el año pasado el gobierno chino sorprendentemente concedió ciertas reformas democráticas a Hong Kong. El Consejo Legislativo se ampliará en 10 escaños hasta 70- para 2012. Dado que los 10 nuevos escaños se elegirán por votación popular, la mayoría de los legisladores [40] serán entonces elegidos directamente. Al mismo tiempo, el comité electoral que elige al Presidente Ejecutivo pasó de 800 a 1200 escaños. El razonamiento de China detrás de estas reformas es reducir el riesgo de protestas por parte del movimiento democrático en Hong Kong antes y después de las elecciones de 2012. La economía de Hong Kong se beneficia de un Acuerdo de Asociación Económica más Estrecha con China, un acuerdo de libre comercio por el que las empresas de Hong Kong obtienen acceso preferente al mercado continental. Hong Kong es el inversor extranjero más importante de China. Así pues, cualquier desarrollo económico y político en el continente tiene consecuencias directas en Hong Kong. En 2010, Hong Kong registró un fuerte crecimiento económico del 6,8% tras la contracción del 2,7% experimentada en 2009. El crecimiento del PIB de este año será del 5,2%, respaldado principalmente por el consumo privado y las exportaciones. En particular, las exportaciones a China y otros mercados emergentes serán fuertes y compensarán la débil demanda de los países desarrollados. El desempleo se situó en el 3,4% en marzo de 2011, la tasa más baja de los últimos dos años. La inflación está aumentando, un 4,6% interanual en marzo de 2011, debido principalmente a la subida de los precios de los alimentos, que representan el 26,9% del total del índice de precios al consumo. Hong Kong es uno de los diez primeros importadores netos de alimentos del mundo. Las subidas previstas de los alquileres/viviendas, los costes de transporte y una política monetaria relajada plantean presiones inflacionistas adicionales. A medida que la economía está cada vez más en línea con la del continente, las presiones inflacionistas están también cada vez más sincronizadas, llegando el IPC de China a ser un indicador fundamental fiable de la situación de Hong Kong en los últimos años. A la vista de que la inflación en China se ha acelerado hasta el 5,4% interanual en marzo y que los nuevos créditos bancarios se mantienen fuertes, se prevé que las presiones inflacionistas en el continente y por lo tanto en Hong Kong, donde el 45,5% del total de las importaciones procedían del continente en 2010- persistan a corto plazo. Se prevé que la inflación general alcance el 4,2% este año frente al 2,4% de 2010. Preocupa la aparición de burbujas de precios de los activos, dado que una política monetaria relajada, el estricto suministro de viviendas y el influjo de compradores chinos han dado lugar a subidas en los precios de los inmuebles de más del 60% desde 2009. Con el ánimo de desalentar a la especulación, el gobierno adoptó medidas fuertes en noviembre de 2010, tales como un aumento del impuesto sobre las transacciones inmobiliarias lo que hizo descender el número de transacciones inmobiliarias al 26,2% intermensual en diciembre, mientras que el valor de las transacciones se redujo en un 27,8% durante el mismo período. Dadas las enormes consecuencias de un posible descalabro del mercado inmobiliario, se prevé que el gobierno introduzca más medidas de enfriamiento en caso de que los precios de los inmuebles vuelvan a su tendencia alcista. El sector financiero es fuerte, dado que los bancos están bien capitalizados, tienen liquidez y son rentables. El ratio de créditos impagados es muy bajo, al igual que el índice de quiebras de empresas, y el comportamiento de pagos es en general bueno. Ralentización de la inflación Los ingresos del gobierno de Hong Kong dependen en gran medida de los ingresos por las ventas de terrenos y la inversión de excedentes acumulados y por lo tanto son vulnerables a los ciclos económicos. La base fiscal sigue siendo demasiado estrecha pero, debido al aumento de las ventas de terrenos, los excedentes fiscales han aumentado hasta alcanzar el 3,5% del PIB. La deuda del gobierno central es baja, con muchos activos extranjeros. En 1983 el dólar de Hong Kong estaba vinculado en 7,80 al dólar estadounidense. A principios de 2005, se cambió la autoridad monetaria por una banda cambiaria para el dólar de Hong Kong, fijada entre 7,75 y 7,85 con respecto al dólar estadounidense. Esto ha provocado el actual desajuste en la política monetaria: Hong Kong ha seguido la política de tipos de interés de la Reserva Federal de EE.UU. de recortes significativos, a pesar de que los ciclos económicos de Hong Kong y Estados Unidos no son sincrónicos en la actualidad. En contraste con la situación económica de Estados Unidos, los bajos tipos de interés no son deseables a la vista del fuerte repunte económico y la subida de la inflación. Sin embargo, no se prevén cambios. Hong Kong, en su condición de pequeña economía abierta, sigue siendo muy susceptible a los impactos externos. Los índices de crecimiento en 2011 y 2012 serán más bajos que el año pasado, en un 5,2% y 4,2% respectivamente, en línea con el crecimiento más lento de la China continental. Crédito y Caución prevé más medidas de restricción monetaria en China y considera que la inflación decaiga en el segundo semestre de 2011 a medida que la debilidad del mercado inmobiliario induce a una ralentización de la economía. Esto también debería aliviar las presiones sobre los precios en Hong Kong en los últimos meses del año, a la vista de la cada vez mayor integración de la economía de Hong Kong en el continente. Tras alcanzar el 4,2% este año, Crédito y Caución prevé que la inflación se ralentice al 3,3% en 2012. Sin embargo, cabe destacar que un mayor fortalecimiento del Yuan chino [CNY] plantea riesgos añadidos a nuestras expectativas para el índice de precios al consumo de Hong Kong. Si las autoridades chinas permiten una apreciación del CNY para facilitar la inflación importada en el continente, esto a su vez podría agravar los problemas de inflación de Hong Kong, dada la vinculación del dólar de Hong Kong al débil dólar estadounidense. |
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