La antaño rígida economía eslovaca, controlada por la masiva intervención del Estado, se ha transformado en una economía abierta con importantes flujos de inversión extranjera directa [IED] y un crecimiento del PIB orientado a las exportaciones. Eslovaquia se ha convertido en el primer proveedor mundial de coches per cápita debido a su favorable clima de negocios, caracterizado por bajos costes salariales, reducciones de impuestos y una mano de obra cualificada. Estos factores también han atraído IED en el sector de la electrónica, las TI y la ingeniería pero, debido a la naturaleza muy abierta de su economía y a la dependencia de las exportaciones, Eslovaquia se vio muy afectada por la crisis económica mundial, registrándose una contracción real del PIB del 4,7% y una caída de las exportaciones del 16,5% en 2009. Sin embargo, la recuperación ha resultado estar muy por encima de lo esperado, con una previsión de crecimiento del PIB del 4% en 2010, debido principalmente a un rebote de las exportaciones que crecieron un 22% en términos interanuales en el período comprendido entre enero y noviembre de 2010 y a la flexible política fiscal de la anterior administración. El índice de producción industrial ha aumentado un 18,9% interanual en 2010. En el lado negativo, el elevado índice de desempleo 14,1% en el tercer trimestre de 201 y la reticencia del sector bancario a conceder nuevos préstamos suponen un obstáculo al consumo privado. De manera general, el sector financiero de la República Eslovaca se mantiene robusto. Los bancos, en gran medida privatizados y extranjeros, han capeado la crisis crediticia bastante bien, ya que dependían menos de la financiación extranjera que otros mercados de Europa Oriental. Política económica Eslovaquia se incorporó a la Eurozona el 1 de enero de 2009, tras años de disciplina fiscal que situó la deuda pública en tan sólo el 32% del PIB en 2008. Sin embargo, para mitigar el impacto de la crisis económica en la recta final hacia las elecciones generales de 2010, el anterior gobierno aumentó el gasto. El déficit presupuestario aumentó hasta el 7,4% del PIB en 2010, superando el índice objetivo [Pacto de Estabilidad y Crecimiento] del 3% de la Unión Económica y Monetaria de la UE [UEM]. El principal reto para la nueva Administración consiste en reducir el déficit presupuestario por debajo del 3% del PIB en 2013, previniendo así una acumulación inaceptable de la deuda pública, que había aumentado al 41% del PIB a finales de 2010. Por consiguiente, en octubre de 2010, el gobierno aprobó medidas de austeridad destinadas a ahorrar 1.700 millones de euros este año. Dichas medidas incluyen recortes del gasto público, por ejemplo, mediante la reducción del número de funcionarios y la cancelación de proyectos públicos, y aumentos de impuestos, incluyendo una subida temporal del IVA. Desde 2002 hasta que estalló la crisis económica, las exportaciones se dispararon gracias a máximos históricos en las ventas de coches, metales, maquinaria y mobiliario. Sin embargo, las importaciones relacionadas con la IED aumentaron todavía más rápido, provocando importantes déficits por cuenta corriente. La recesión mundial tuvo un drástico impacto en las cuentas externas de Eslovaquia. Tanto las importaciones como las exportaciones se redujeron drásticamente, pero la posición neta se mantuvo más o menos en el mismo nivel. El comercio exterior rebotó con fuerza en 2010, y los menores déficits por cuenta corriente se mantendrán dentro de límites aceptables de entre el 2% y el 3% del PIB. La Inversión Extranjera Directa [IED] puede cubrir fácilmente dichos déficits. Sin embargo, a pesar de cierta recuperación del brusco declive de 2009, de momento, las entradas de IED no serán tan altas como antes de la crisis. Perspectivas El crecimiento del PIB se frenará en 2011 [3,3%], como resultado de las medidas de austeridad del gobierno, introducidas con el propósito de reducir el déficit público para situarlo en el 4,9% del PIB este año. Sin embargo, para reducir el déficit presupuestario por debajo del 3% en el horizonte 2013, puede que sean necesarias más medidas de austeridad, aunque no está claro si incluirán cambios estructurales más profundos en el sistema fiscal y de pensiones, ya que tales medidas perjudicarían a un amplio segmento de la población en un momento en el que el actual gobierno mantiene una mayoría ajustada en el parlamento. En general, el exceso de dependencia de Eslovaquia de la demanda externa supone un riesgo, ya que el comportamiento de sus exportaciones podría verse afectado por las medidas de austeridad adoptadas por algunos de sus principales socios comerciales en Europa Occidental. Al haber renunciado a su autonomía monetaria integrándose en el euro, las políticas presupuestarias y de ingresos son todavía más importantes a la hora de mantener la posición competitiva de los sectores exportadores eslovacos, especialmente en el supuesto de que el euro se fortalezca demasiado. |
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