¿Cuáles son los principios básicos que sustentan su trabajo?
Creo en el desarrollo sostenible, lo que supone tres objetivos simultáneos para la sociedad: prosperidad, que utilicemos la tecnología y las habilidades para lograr un alto nivel de bienestar material; justicia social, que todas las personas disfruten de los derechos a la salud, la educación, la protección social y niveles de vida básicos; y sostenibilidad ambiental ,estabilización del clima, protección de la biodiversidad, preservación de los ecosistemas y reducción de la contaminación. Creo que nuestro saber hacer y nuestras instituciones económicas, si están debidamente dirigidas, son lo suficientemente poderosas para lograr estos tres objetivos.
¿Por qué es tan difícil para las economías desarrolladas avanzar hacia las emisiones netas cero?
El mayor problema hoy en día es la inercia. Vivimos en un mundo basado en combustibles fósiles. El cambio es difícil. Los intereses creados son muy poderosos, y los políticos y el público a menudo no se dan cuenta de los profundos peligros que conlleva nuestra trayectoria actual de combustibles fósiles ni son conscientes de las formas relativamente baratas de transformarse en una economía sin emisiones de carbono. Yo creo que haremos el cambio, pero vamos muy tarde, porque el cambio climático ya es muy peligroso y se está acelerando.
El acuerdo COP26 se centró en liberar financiación para ayudar a los países en desarrollo a invertir en la transformación de sus economías y la reducción de emisiones. Pero sin una reforma del sistema financiero internacional, ¿está ese objetivo condenado al fracaso?
Necesitamos dos tipos de reformas financieras. El primero es redirigir la financiación de la energía sucia a la energía limpia. El segundo es dirigir flujos financieros mucho mayores hacia los países en desarrollo. El primero, ecologizar el sistema energético, requiere un marco regulatorio y fiscal que haga que las inversiones adicionales en combustibles fósiles estén prohibidas o no sean rentables. El segundo, financiar a los países de ingresos bajos, requiere un nuevo marco de política mundial con flujos financieros predecibles y a largo plazo para los países de ingresos bajos y medio-bajos, que juntos constituyen la mitad de la población mundial.
¿Qué nos dice el abismo entre los niveles de vacunación contra el Covid-19 en las economías desarrolladas y en desarrollo?
Nos dice que somos dirigidos por demasiados líderes miopes. Nadie puede estar a salvo con gran parte del mundo aún sin inmunizar. Tendremos pandemia para rato y nuevas variantes, a menos que elevemos la tasa de vacunación a niveles altos en todas las regiones.
¿La respuesta a la pandemia y la falta de acuerdo sobre reducciones severas de emisiones apuntan a un problema en la gobernanza global? ¿Cómo podría abordarse?
Sufrimos un profundo fracaso de la cooperación global, ya sea para detener la propagación del virus, para proteger a la población mundial con vacunas o para hacer la transición a la energía verde. Para abordar todos estos desafíos y otros, como acabar con la pobreza extrema, necesitamos gobiernos nacionales que cooperen entre sí, instituciones sólidas en la ONU y formas de financiar los bienes públicos mundiales. En otras palabras, necesitamos una gobernanza mundial eficaz.
Líderes de varios países hablaron de renunciar a las patentes de las vacunas contra el Covid-19, pero no pasó nada. ¿Por qué es un paso tan difícil de dar?
Las empresas farmacéuticas privadas son un lobby poderoso y, por eso, no hemos tenido una discusión lógica a nivel mundial sobre cómo combinar los incentivos privados y el interés público. Estamos confiando demasiado en el sistema de patentes, a pesar de que los gobiernos están poniendo acertadamente una gran parte de la financiación de I+D y la compra de nuevos productos.
¿Es optimista sobre la consecución de las 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible?
Estoy convencido de que los ODS y los objetivos relacionados, en particular, el Acuerdo de París, siguen siendo nuestra mejor esperanza para lograr un mundo mejor. Deberíamos estar redoblando nuestros esfuerzos para lograr los ODS. Algunos países no lo lograrán para 2030, porque hemos perdido mucho tiempo desde 2015 en fallas de cooperación y porque la pandemia nos ha golpeado. Aún así, esa es la razón para acelerar e intensificar las acciones, no para desacelerar o rendirse. Sí, tendrá que haber una generación posterior de objetivos, probablemente desde 2030 hasta mediados de siglo, para completar la agenda de desarrollo sostenible que tenemos por delante.
¿Cuál es el papel del comercio de bienes y servicios en una economía sostenible?
Uno importante, como lo es ahora. Seguiremos necesitando alimentos, energía primaria y comercio de servicios a nivel mundial, pero estaremos produciendo y transportando bienes de manera sostenible. La globalización continuará y debe continuar, y los servicios financieros para respaldar la economía mundial seguirán siendo de vital importancia.