El anticipo de créditos no vencidos es una de las herramientas más útiles en la gestión financiera de la tesorería de cualquier empresa. El descuento permite convertir derechos de cobro en dinero en efectivo, existiendo dos posibilidades: el descuento comercial y el descuento financiero, con semejanzas pero también diferencias importantes que hay que conocer.
Qué es el descuento comercial
El descuento comercial es una modalidad de descuento por la cual una entidad financiera anticipa el cobro de un título de crédito (letra de cambio, pagaré, factura…) que aún no ha vencido a cambio del pago de una remuneración (intereses y comisiones).
A través del descuento comercial se cede a la entidad financiera la gestión del cobro al deudor pero es el cliente el que sigue corriendo con el riesgo de crédito. Así, si el deudor no afronta su compromiso de pago, la entidad no solo cargará contra el cliente el nominal del crédito sino una comisión adicional por el impago.
Además hay que tener en cuenta la existencia de dos grandes modalidades:
- Descuento comercial simple: cuando se descuentan uno o varios pagarés de forma puntual.
- Línea de descuento: aplicable a todos los efectos comerciales de forma permanente, hasta un cierto límite que fija la entidad financiera.
Por todo ello la entidad financiera antes de aprobar un descuento comercial analiza la operación y su viabilidad, y el cliente debe tener también muy en cuenta su coste con respecto a otras formas de conseguir tesorería como una línea de crédito.
Qué es el descuento financiero
El descuento financiero tiene diferencias importantes con el comercial, en sus formas de materialización y en sus intervinientes. Si empezamos por sus semejanzas, es una entidad financiera la que adelanta el dinero. Sin embargo, en este caso no hay un efecto comercial previo, sino que es el cliente quien lo garantiza emitiendo una letra de cambio que tendrá que pagar al vencimiento.
Por tanto la entidad financiera entrega a su cliente un montante de dinero que es igual al valor del efecto que garantiza la operación, descontando los intereses acordados en el contrato, la comisión de apertura, el timbre de la letra de cambio y otros gastos que origine la operación. El cliente garantiza y realiza el pago, sin depender como en el descuento comercial de un tercero.
Por tanto en el descuento financiero no existe la figura del deudor. La entidad financiera figura como librador de la letra de cambio y el cliente como librado, al hacerse cargo de la deuda al vencimiento, y suele aparecer una tercera figura, un corredor de comercio, que ejerce como intermediario certificando la operación.
Ventajas y desventajas del descuento comercial
La ventaja principal del descuento comercial es que proporciona una forma de financiación flexible, ya que podemos usarlo de forma puntual, basado en nuestra propia actividad comercial, de acuerdo con nuestras necesidades de tesorería y de forma menos rígida que otras formas de financiación, como los préstamos. Es una forma rápida de financiación si se tiene ya una línea de descuento aprobada. El abono se produce en el mismo día o en plazos muy cortos, siempre que el efecto no exceda del nivel de riesgo aprobado. Además, la línea de descuento tiene una vigencia a largo plazo, aunque generalmente todos los años se tienen que renovar, pudiendo cambiar tanto los límites económicos como el riesgo.
Una de sus principales desventajas está el coste, que en ocasiones puede ser superior a otras formas de financiación de tesorería como las líneas de crédito. Además, su flexibilidad puede verse limitada si, por ejemplo, el efecto a descontar es de un nominal más elevado que la necesidad de tesorería. Está, además el problema de falta de control en el pago por parte del cliente. No es la empresa quien garantiza el pago al vencimiento, sino un tercero. Si se produce un incumplimiento en el pago se produce un importante menoscabo económico ya que hay que devolver no solo lo recibido, sino el valor total nominal del efecto más una serie de gastos.
Ventajas y desventajas del descuento financiero
La principal ventaja del descuento financiero es que no dependemos de un tercero, como en el descuento comercial, para que se realice el pago al vencimiento, sino que es la empresa la encargada de hacerlo.
Las desventajas, si lo comparamos con el descuento comercial, es que las operaciones son más caras, no tan automáticas y más lentas en hacerse efectivas. El descuento financiero suele usarse mayoritariamente cuando no se tienen o se han agotado vías de financiación, sus efectos no se pueden descontar y se tienen problemas puntuales de tesorería con la certeza de que, llegado el vencimiento, se puede afrontar el pago.
Por todo ello, nos encontramos con dos formas parecidas de financiación del circulante, pero con diferencias que les confiere distinta utilidad a las empresas. Hay que recordar que existen muchas más. En concreto, las empresas aseguradas en Crédito y Caución cuentan con Energy, una fuente de financiación no bancaria que les permite financiar el circulante por medio de la cesión sin recurso de facturas, ingresando en el acto el 100% del capital asegurado en facturas emitidas por un deudor español o de otros 27 países europeos. Es un proceso online, rápido y sencillo, sin necesidad de trámites presenciales, que amplía la capacidad de financiación, ya que no consume CIRBE para ninguno de los intervinientes, y permite diversificar las fuentes de liquidez en unas condiciones altamente competitivas y totalmente transparentes.