Una de las primeras cárnica de España

El director de Riesgos de Grupo Coren aborda la complejidad de la gestión del riesgo de crédito, para el que la primera cárnica española se apoya en Crédito y Caución.
Analisis Credito y Caución
Madrid - 07-oct.-2011

El Grupo Coren es una cooperativa de segundo grado -una cooperativa cuyos socios son otras cooperativas- formada por un entramado social de más de 6.000 familias. Algunas cifras sobre su producción dan una idea de su dimensión: las 23 industrias que forman Coren fabrican 950.000 toneladas de pienso e incuban 70 millones de pollitos.

Con más de 910 millones de facturación y un crecimiento del 8,2% en el último ejercicio, el Grupo Coren no sólo es la primera empresa cárnica de España sino que se encuentra en plena expansión. En 2011, el Grupo pretende alcanzar los 1.000 millones de euros de facturación incrementando su actividad en mercados exteriores de África o Sudamérica así como en los mercados europeos y el catálogo de 1.300 referencias que ya comercializa adaptándose a los nuevos hábitos de consumo.

El director de Riesgos de Coren, Manuel Domínguez, abordó recientemente en unas jornadas sobre Riesgo y Morosidad  celebradas en Vigo el papel que juega el seguro de crédito en la gestión del riesgo de crédito del Grupo. `Tenemos una relación con Crédito y Caución sólida y estrecha, consolidada a lo largo de los últimos 20 años´, explica Domínguez. Este es un resumen de su intervención.

La necesidad del crédito comercial

`Hoy, el crédito está presente en la mayoría de nuestras relaciones comerciales. Es tan consustancial al sistema que no podemos prescindir de él. Tan es así que, si lo suprimiéramos, la actividad económica se paralizaría y, consecuentemente, toda la  actual estructura social se desmoronaría como un castillo de naipes. Como muestra de lo que acabamos de decir, puede servirnos la restricción crediticia, que no supresión, que desde hace casi tres años estamos sufriendo, impuesta por el sistema monetario y financiero que nos gobierna´.

`Pero, el crédito comporta muchos riesgos, tanto para el acreedor o prestamista como para el deudor o prestatario, por lo que  ambas partes deben prestar una especial atención; porque, ¿quién pierde más?, ¿el banco que no puede recuperar los dos millones o  el empresario que ve como su empresa cierra las puertas y liquida sus activos, como consecuencia de las acciones del banco, para tratar de recuperar los dos millones que le había prestado?´.

`No obstante, a pesar de esta realidad, cuando pensamos en el riesgo crediticio, nuestra atención se centra de manera espontánea en la posibilidad de que el deudor no pueda devolver al acreedor la deuda contraída. Da la sensación de que únicamente nos preocupamos de los posibles quebrantos que pueda sufrir el acreedor. Ciertamente, si los deudores pagaran sus deudas a sus acreedores, ni éstos ni aquéllos sufrirían las consecuencias de los impagados´.

`De acuerdo con lo que acabamos de decir, vamos a centrarnos en el riesgo que comportan las posiciones de los clientes para sus proveedores por los bienes o servicios que éstos les han servido o prestado a crédito.  Para ello, nos basaremos en un hipotético balance de situación de una empresa industrial, y subrayo lo de industrial. Si observamos dicho balance, comprobaremos que la deuda de los clientes pendiente de pagar, a pesar de estar refiriéndonos a una empresa industrial, es igual o superior al montante del inmovilizado material, siempre que aquélla no haya sido descargada del balance mediante un factoring u otra figura financiera que el mercado nos ofrezca. Con una particularidad; la obra civil, las máquinas y las instalaciones podemos verlas y tocarlas todos los días, mientras que la deuda de nuestros clientes es casi virtual, ya que se reduce a apuntes contables, más o menos bien documentados con los correspondientes albaranes, facturas, contratos, pedidos, etc´.

Poca sensibilidad ante el riesgo comercial

`Por otra parte, la partida de clientes es la principal fuente de financiación a corto plazo para nuestra empresa, de tal manera que, si su comportamiento no es correcto, podemos vernos en serias dificultades, para cumplir con nuestros compromisos de pago a corto plazo´.

`Ahora, respondamos a las siguientes preguntas, ¿cuántos medios - humanos y materiales - dedica nuestra empresa a cuidar de la partida de inmovilizado material? y, ¿cuántos, a la partida de clientes? Sin duda, se llevarán una sorpresa, porque, si sumamos los gastos de mantenimiento y las primas de seguro pagadas por el inmovilizado material, comprobaremos que éstos son muy superiores a los dedicados a cuidar de la partida de clientes´.

`Esta constatación nos confirma, comparativamente hablando, la poca sensibilidad en los medios empresariales a la hora de implementar un potente servicio de riesgos comerciales, salvando siempre las buenas excepciones. Todo esto, a pesar de lo que constantemente el mercado nos muestra con constantes concurso de acreedores, los cuales, en gran medida, provocados por los índices de morosidad y fallidos´.

`Antes de concluir con este punto, quisiera hacer otra reflexión sobre la deuda de nuestros clientes, que creo muy importante que comprendamos, porque, gestionar bien los riesgos de nuestros clientes, significa adelantarnos constantemente a las señales, ya que, cuando éstas aparecen, normalmente ya es tarde. Quiero decir que de la misma manera que un director financiero no puede esperar a que un directo de un banco le comunique la decisión de no renovar la póliza para tomar sus decisiones, tampoco un buen gestor de riesgos comerciales puede esperar a que un cliente le informe que no puede pagar para reaccionar. Como hemos dicho anteriormente, en estos dos campos tenemos que adelantarnos constantemente a los acontecimientos. Esta es una de las características diferenciadoras de otro tipo de responsabilidades, que sí pueden esperar a recibir las señales correspondientes, para tomar las medidas necesarias y corregir las desviaciones producidas´.

`Por todo lo que acabamos de decir y muchas más razones, en nuestra opinión, es fundamental para cualquier empresa que venda a crédito contar con un servicio de riesgos potente, acorde con su estructura y posibilidades. Este servicio de riesgos debe saber seleccionar y aprovechar las fuentes de información, tanto internas como externas, que ofrece el mercado, para valorar las distintas propuestas de crédito, antes de incorporarlas a la cartera de clientes, además del seguimiento de los mismos a lo largo del tiempo que duren las relaciones comerciales. Asimismo debe conocer las distintas modalidades de cobertura de los riesgos de su cartera, para seleccionara aquéllas que ofrezcan más garantía y mejor operatividad´.

`En nuestra Organización, después de analizar las distintas propuestas de crédito, dependiendo de la situación de cada cliente, tratamos de incorporar garantías solventes para aquellos créditos que, en principio, sin dichas garantías, serían denegados. Nos estamos refiriendo a fianzas y avales bancarios, hipotecas de máximo, pignoración de depósitos, contratos de afianzamiento, standbay letter of credit, crédito documentario irrevocable, etc´.

`Pero, dentro de este capítulo de garantías, merecen una especial atención las garantías ofrecidas por las distintas compañías de seguro. Nos estamos refiriendo al seguro de crédito comercial, el cual, además de cubrir un alto porcentaje de las facturas emitidas a nuestros clientes, contribuye de manera importante a la gestión del riesgo de crédito, constituyéndose en una muy buena herramienta para el credit management, en orden a la prevención y a la gestión de los riesgos derivados del crédito comercial. Asimismo, evita sorpresas en la cuenta de pérdidas y ganancias por los quebrantos que los fallidos pudieran ocasionar´.

¿Porqué Crédito y Caución?

`Cuando en nuestra Organización, hace más de veinte años, decidimos organizar un Servicio de Riesgos, no dudamos en aprovechar las aportaciones que una compañía de seguros de crédito comercial podía ofrecernos, seleccionando Crédito y Caución, S.A., en base a: su larga trayectoria, dedicándose exclusivamente al seguro de crédito comercial; su elevado índice de penetración en el mercado doméstico, en el que colocábamos la mayor parte de nuestra facturación, ya que en  aquellas fechas, la baja facturación al exterior la cubríamos con garantías bancarias o pagos anticipados; su potente base de datos, actualizándose constantemente con datos reales, debido al gran número de abonados con póliza suscrita con esta Compañía; su cuadro reasegurador, formado por las mejores firmas del sector; su pertenencia a un grupo fuerte del sector del seguro; su reconocimiento en el mercado, de una manera especial, en el sector financiero; y su solvencia económica y de gestión´.

`Después de tantos años, nos damos por satisfechos, porque esta Compañía, Crédito y Caución, no nos ha defraudado en absoluto; todo lo contrario, ya que ha superado nuestras expectativas, porque, aparte de la cobertura de nuestros riesgos comerciales y su colaboración en la prevención del riesgo, nos ha servido de apoyo disciplinario a la hora de valorar las solicitudes de crédito, minimizando las clásicas fricciones entre el departamento comercial y el de riesgos. Por otra parte, en nuestras gestiones amistosas de cobro con nuestros clientes, nos ha permitido contar con un argumento más, muy importante, a la hora de convencerles de la conveniencia de pagar, sin llegar a un siniestro´.

`Como conclusión, quisiera dejar constancia que, en nuestra opinión, un buen departamento de riesgos debería aprovechar la aportación que una compañía de seguros de crédito puede ofrecerle; no para vivir el riesgo de una manera pasiva, como meras correas de transmisión, sino como una fuente más de información a contrastar con toda la información que un departamento de riesgos debe tener, conformando una decisión propia, a la hora de valorar los créditos de sus clientes´.

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