Indonesia cuenta desde julio de 2009 con el primer presidente elegido por sufragio directo. Sin embargo, su gobierno depende de una coalición de seis partidos, incluido el partido Golkar, en particular, que ha frenado a menudo las reformas económicas. Actualmente, el Partido Democrático se enfrenta a varios escándalos de corrupción, lo que está erosionando su poder a la hora de controlar la ya frágil coalición, suscitando críticas perjudiciales por parte de sus socios de coalición. Estas rencillas internas están minando seriamente la determinación y la capacidad de toma de decisiones de la administración, amenazando con desbaratar la agenda de reformas del presidente. Los tres principales partidos respaldan el principio de Pancasila y, por tanto, el carácter laico de la política indonesia, aunque la influencia del Islam radical en la sociedad ha ido aumentando en los últimos años. Sin embargo, el riesgo de ataques terroristas parece haber disminuido, gracias a la eficacia de la policía indonesia en la lucha contra el terrorismo. A pesar de haber registrado mejoras importante, Indonesia sigue siendo vulnerable al separatismo, especialmente en Papúa occidental. Indonesia cuenta con importantes reservas de petróleo y de gas natural. El país es prácticamente autosuficiente en cuanto a producción de petróleo y sigue siendo exportador neto de energía, gracias a sus importantes exportaciones de gas natural licuado. Como la economía no depende excesivamente de las exportaciones, representando el consumo interno cerca del 60% de su PIB, Indonesia ha capeado la crisis mundial relativamente bien. El PIB creció un 4.6% en 2009, tras un aumento del 6.0% en 2008, al repuntar el consumo interno con la ayuda de un paquete de medidas de estímulo de 6 400 millones de dólares. En 2011 el crecimiento económico aumentó un 6.1% en términos interanuales. Según datos del instituto de estadísticas de Indonesia, la economía creció un 6.5% interanual en el segundo y en el tercer trimestre de 2011, gracias a un consumo interno sólido y continuado, que representa el 60% del PIB, y a las inversiones, lo que confirma la resistencia de Indonesia frente a un crecimiento mundial debilitado. En el tercer trimestre de 2011, el consumo privado creció un 4.8%, el gasto público un 2.5% y las inversiones aumentaron un 7.1% en términos interanuales. Las exportaciones también contribuyeron al crecimiento, al registrar un aumento del 18.5%. Tras situarse en el 9.9% en 2008, la inflación cayó hasta el 4.8% en 2009, debido a la caída del precio de las materias primas y de los alimentos básicos. Los precios de consumo aumentaron ligeramente en 2010, un 5.1%, pero la subida de precios en términos interanuales fue de tan solo el 4.4% en octubre de 2011, tras un aumento del 4.6% en septiembre y del 4.8% en agosto. En general, se prevé que la inflación se sitúe en torno al 5% en 2011. En octubre de 2011, Bank Indonesia rebajó su tipo de interés de referencia 25 puntos básicos hasta el 6.5% para apoyar la economía ante los signos de debilitamiento económico mundial y la tendencia a una desaceleración de la inflación. En noviembre de 2011 ha vuelto a bajar los tipos de interés al 6%. El tipo de cambio se ha estabilizado El sector bancario ha registrado mejoras significativas en la última década. Los bancos públicos representan solo un tercera parte del sector bancario y el índice de préstamos no rentables ha mejorado rápidamente: situándose en el 6%. No obstante, los bancos públicos siguen muy expuestos a las empresas públicas. El tipo de cambio de la rupia ha sido muy volátil en los últimos cinco años, y estuvo sujeta a una importante presión en 2008 y en el primer semestre de 2009, pero se ha vuelto a estabilizar desde entonces. Bank Indonesia interviene con frecuencia para apoyar la moneda. La falta de reformas estructurales sigue debilitando el entorno de negocios La burocracia, la corrupción generalizada, un sistema jurídico deficiente, un mercado de trabajo rígido y las deficiencias en las infraestructuras siguen limitando el crecimiento. Durante su primer mandato, el presidente realizó algunos progresos prometedores en materia de reformas económicas [por ejemplo, reduciendo los subsidios a los combustibles, muy sensibles políticamente], pero otras reformas, como la reducción de otros subsidios y la reforma del mercado laboral, se aplazaron como consecuencia de la presión popular y la resistencia política. A pesar de las reiteradas promesas del presidente de luchar contra la corrupción, esta sigue siendo un fenómeno generalizado tanto en la sociedad como en las empresas. Siguen existiendo demasiadas barreras a la inversión extranjera directa [IED], que se ve seriamente frenada por las deficiencias en materia de infraestructuras y suministro energético, por lo que no resulta sorprendente que las inversiones en capacidad de extracción de petróleo e infraestructuras sigan siendo decepcionantes. Aunque Indonesia ha realizado progresos significativos en la reforma de su sistema fiscal, el cumplimiento de las reglas del comercio internacional y las operaciones sujetas a licencia, para atraer más IED todavía es necesario seguir mejorando en el todavía muy deficiente entorno de negocios. Perspectivas: el crecimiento sigue siendo sólido Indonesia tiene sólidos cimientos macroeconómicos que auguran un futuro positivo: crecimiento económico continuado [con una previsión de crecimiento del PIB del 6.3% en 2012], un índice de inflación manejable [5.2% en 2012], combinado con una deuda exterior reducida, mucha liquidez y superávit por cuenta corriente. La dependencia relativamente baja de Indonesia de la demanda exterior supone que, en gran medida, una posible desaceleración del crecimiento mundial no debería afectar a este país. La reciente rebaja de los tipos de interés por parte del banco central, a principios de noviembre, pretende aumentar el gasto interno, ya que la incertidumbre a escala mundial [crisis de la deuda europea, resultados económicos en Estados Unidos] amenaza a las exportaciones. Sin embargo, esta medida también podría provocar una depreciación de la rupia y aumentar las presiones inflacionarias importadas. Para asegurar un crecimiento sostenido, es necesaria una mayor inversión extranjera directa a largo plazo que refuerce el capital nacional. Para ello se requiere una mejora fundamental del clima de inversión en Indonesia, lo que equivale a superar la corrupción endémica y las deficiencias del sistema jurídico, de las infraestructuras y del suministro de energía. No obstante, en la actual situación política, no parece probable que se produzcan cambios tan drásticos. Acerca de Crédito y Caución Crédito y Caución, compañía de seguros, lleva cerca de 80 años contribuyendo al crecimiento de las empresas, protegiéndolas de los riesgos de impago asociados a sus ventas a crédito de bienes y servicios. Con una cuota de mercado cercana al 60% en España y al 33% en Portugal, se sitúa como la compañía líder de su sector en el mercado ibérico. Asimismo, Crédito y Caución ha expandido su actividad directa a Brasil. La compañía es el operador en estos tres mercados del Grupo Atradius, presente en 42 países. Con unos ingresos totales cercanos a los 1.800 millones de euros y una participación del 31% en el mercado global del seguro de crédito, tiene acceso a la información de crédito de más de 52 millones de compañías en todo el mundo y toma más de 22.000 decisiones diarias de límites de crédito. La fortaleza financiera de Crédito y Caución queda avalada por la calificación A- de Standard & Poor's. |
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