No importa lo recto que parezca el camino: vienen curvas. Siempre. Cuando las esperas y cuando no. Afortunadamente, por cada señal de peligro hay una de tranquilidad: se llama agente de Crédito y Caución. Y como las señales, está allí donde se le necesita. ¿Por qué pararse? Solo necesita el copiloto adecuado. Los riesgos vienen solos. Su empresa no debería estarlo.
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