Finales felices. Lo que en cine es sólo una opción, en la empresa es una necesidad. No sólo porque los problemas insolubles que duran dos horas son una eternidad, sino porque los héroes que en una película lo salvan todo, en el mundo real necesitan un seguro. Y ninguno es más necesario en estos días que un seguro de crédito. Ahí fuera hay también caníbales, brujas, heridas, ojos cerrados ¿Tiene una empresa? Llámenos cuando salga del cine. |
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