Es la hora de los conquistadores

cycnews reproduce la tribuna del director de la Cátedra de Cash Management del IE Business School publicada en la revista cycprima sobre los retos de las empresas españolas ante la crisis.
Analisis Credito y Caución
Madrid - 28-dic.-2012

Llevamos años inmersos en una crisis que no parece dispuesta a abandonarnos y, tras una etapa de desconcierto, es el momento de hacer una rápida recapitulación y enfocar el futuro como una nueva época de conquistas.

El crecimiento de nuestra economía estaba cimentado sobre el consumo interno, el auge del mercado inmobiliario y la abundancia del crédito. Durante un largo período, superior a diez años, en el que parecía que los ciclos económicos ascendentes y descendentes habían dejado de tener vigencia, el colapso de los mercados financieros internacionales pilló a contrapié a nuestra economía, que utilizaba el endeudamiento como palanca multiplicadora del crecimiento y que, en ciclo económico adverso, se ha transformado en un lastre que amenaza con hundirla.

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La sequía de crédito a nivel internacional supone un duro revés a nuestra economía, en la que, mientras que el Gobierno no se encontraba muy endeudado, no ocurría lo mismo con las empresas, familias y, sobre todo, el sector financiero. La situación de las entidades de crédito españolas era especialmente delicada, puesto que, aunque su apalancamiento no era superior al de otras entidades europeas sí lo era la dependencia de los mercados financieros exteriores ante la escasez del ahorro español.

Esta situación, combinada con la adopción de unas medidas regulatorias de alto impacto en los balances de las entidades financieras ha eliminado toda la liquidez de los mercados financieros españoles y hacen que el acceso al crédito bancario se vislumbre como algo muy lejano.

Con unas empresas y unas instituciones altamente endeudadas, la desaparición del crédito bancario ha supuesto un parón forzoso en la economía, altamente dependiente de la renovación de las líneas de financiación para mantener el nivel de actividad.

La disminución de las cifras de venta y las dificultades adicionales para el cobro ha hecho que la economía española haya entrado en un período de recesión. Las medidas de austeridad puestas en marcha por el Gobierno, sin el complemento de otras para fomentar el crecimiento, no hacen vislumbrar una rápida recuperación de la demanda interna, atenazada por un paro creciente que no fomenta el consumo, lo que orienta a las empresas hacia el exterior.

Pero no es momento de emigrar sino de salir a conquistar, rememorando la época de los conquistadores españoles que descubrieron el nuevo mundo. El empresario español, habitualmente emprendedor, imaginativo e innovador, tiene ante sí dos grandes retos que deben llevarlo a usar ese carácter conquistador y acometer el descubrimiento de nuevos mercados en los que desarrollar su actividad y de nuevos canales para acceder al crédito.

Nuevos mercados: Los emprendedores españoles tienen un largo historial de éxitos en sus salidas al exterior, y las empresas españolas, con sólidos cimientos, han sido fieles continuadoras de esta tradición, cosechando éxitos en su expansión internacional y siendo altamente valoradas a nivel mundial.

En la apertura de nuevos mercados surge el concepto de riesgo de crédito, asociado a la distancia, las distintas prácticas de funcionamiento, la complejidad de las entregas, la idoneidad de los medios de cobro y las trabas administrativas y legales que pueden aparecer. Parece bueno contar con apoyos para controlar y reducir en la medida de lo posible dicho riesgo, como el seguro de crédito, punto de apoyo para obtener información acerca del comportamiento de los clientes y para asesoramiento en las maneras de trabajar en los distintos países, además de la función de seguro que está incluida en su nombre. El proceso de internacionalización debe plantearse como una vía para eliminar trabas al crecimiento local, consolidar las políticas de crecimiento y diversificar el riesgo inherente a la obtención de los ingresos en un solo país. Debe ser un proceso de evolución y no oportunista, con clara vocación de continuidad, para lo que debe dirigirse a complementar el mercado europeo, destino tradicional de nuestras empresas, y consolidar su introducción y crecimiento en Estados Unidos y los países emergentes.

Nuevos canales de financiación: La búsqueda de nuevos canales de financiación, una vez agotados los tradicionales, supone un nuevo reto para el área financiera de las empresas, que deben plantearse nuevas alternativas.

El acceso a la financiación en España ha sido canalizado de forma casi totalitaria a través de los bancos, con un porcentaje de financiación empresarial, excluidos los proveedores, superior al 95%, mientras que en Europa este porcentaje era del 80% y en el mercado anglosajón del 40%. Para conseguir crédito se acudía al banco, como única alternativa, sin explorar otras fuentes. Hay que salir a buscar financiación, hay que ser innovador a la hora de obtener resultados y se deben diversificar las fuentes de captación de dinero [mercados alternativos, fondos de inversión, capital riesgo, business angels, emisiones de deuda, etc.]. El momento es especialmente difícil y delicado pero no por ello es menos cierto que estamos abocados a tener éxito, ya que la alternativa es la desaparición.

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