Más de 2.000 empleados, presencia en 57 países, 33 oficinas comerciales, 14 fábricas... Estas son algunas de las cifras del Grupo Ormazabal, un potente grupo industrial fundado en 1967 que ha desarrollado tecnología propia capaz de dar soluciones en el ámbito de la distribución eléctrica por todo el mundo.
El financial controller del Grupo, Ibon Muñoz, abordó en el último Foro de Morosidad y Cobros de Bilbao los cuatro grandes usos que le da el Grupo Ormazabal al seguro de Crédito y Caución, que se ha convertido en un elemento importante incrustado en nuestro día a día a la hora de controlar el riesgo de impago de su cartera. Al cliente tradicional del Grupo, compañías eléctricas, instaladores, almacenes y distribuidores se han unido los nuevos clientes surgidos de la reciente diversificación de su actividad hacia las telecomunicaciones, la seguridad física y la aeronáutica.
Primero, fuente de información acerca del cliente
El Grupo Ormazabal valora especialmente la capacidad del seguro de crédito para aportarles información acerca de sus clientes. Cuando solicitamos una cobertura y la Compañía la concede, no sólo nos está cubriendo la venta, también nos está dando información sobre la situación financiera del cliente. Las coberturas amplias pueden ser indicadores de alta probabilidad de éxito en el cobro de las operaciones. Las coberturas bajas, además de no transferir el riesgo del todo, nos sirven como alertas para exigir si cabe aún más garantías o métodos de cobro más seguros a nuestros clientes, explicó Muñoz.
La utilidad del seguro como fuente de información es todavía más crítica en los procesos de internacionalización que aborda el Grupo Ormazabal. En el mercado nacional o entornos más locales es mucho más fácil tener un conocimiento del cliente. Cuando estamos buscando oportunidades de negocio en mercados exteriores, contar con un seguro de crédito es clave para ir con cierta seguridad, para tener una primera referencia de la situación de solvencia del cliente, explica.
Segundo, riesgo compartido
Para el Grupo Ormazabal, el uso del seguro de crédito permite compartir el riesgo, no sólo con la compañía aseguradora, sino también dentro del Grupo. Los departamentos comerciales lo que quieren es vender y los financieros somos los prudentes que queremos cobrar. El seguro de crédito es un punto de encuentro entre ambas visiones, un nexo de unión que ayuda a mantener una comunicación fluida entre ambos departamentos y que nos permite asegurar aún mejor las condiciones de venta, afirma.
Tercero, externalizar el recobro
El seguro de crédito permite, además, delegar la recuperación de impagados, una tarea farragosa, complicada, que exige mucha dedicación y aporta poco valor a la gestión diaria de las empresas. La posibilidad de externalizar esta función permite dimensionar mejor los departamentos de riesgo en las empresas y lograr la tan ansiada flexibilidad de costes.
Cuarto, sencillez en la gestión
Por último, el Grupo Ormazabal valora que el seguro con Crédito y Caución no requiera burocracia ni papeles, sino un entorno web, amigable, intuitivo y fácil de gestionar. "Estamos hablando de once delegaciones con clientes compartidos entre ellas. El hecho de tener un único punto de información es clave para coordinar y tomar decisiones de forma ágil y eficaz, todo ello con el objetivo de minimizar siempre el riesgo de impago", añadió.
El Grupo Ormazabal utiliza el seguro de crédito al margen de coyunturas. "Hay cierta tendencia en épocas de bonanza, de crecimientos muy fuertes en ventas y niveles de morosidad muy bajos como los que hemos vivido hasta hace pocos años, a meter el seguro de crédito en un cajón", explica Muñoz, que considera preferible incorporar de forma permanente el seguro de crédito para mejorar la gestión interna del riesgo en la empresa y dar una imagen de seriedad y seguridad a la compañía aseguradora y a los clientes, que pasan "a ser conscientes de que controlas sus vencimientos y su cartera, en definitiva, que eres una empresa activa en la gestión de los créditos".
Muñoz recomendó a los asegurados "trabajar con total transparencia con la aseguradora en las comunicaciones de prórrogas, avisos de falta de pago o declaraciones de ventas" y, por otro lado, exigir a la aseguradora que "sea proactiva a la hora de conocer nuestra cartera de clientes y procedimientos de control interno de riesgos de manera que en el corto, medio y largo plazo tengamos mejores coberturas, lo que redundará sin duda en un menor riesgo de impago".
