¿Ha sido realmente 2017 el año en el que hemos superado por completo la crisis económica en España?
Se puede decir que sí. El paro se ha reducido mucho. Ha pasado del 27% de la población activa en el primer trimestre de 2013 al 16,5% en la actualidad. Aunque sigue habiendo muchos parados (3,7 millones) sin embargo, desde lo peor de la crisis (2013) se han creado 2 millones de puestos de trabajo. Conviene recordar que en el año 2013 la economía española tocó fondo después de casi cinco años de reducir la producción; el PIB llegó a ser un 9% inferior al que tenía al comienzo de la crisis. A partir de entonces, la economía empezó a recuperarse. En los cuatro últimos años ha acumulado un crecimiento del PIB del 11% con respecto al mínimo. Y el tamaño del PIB español se encuentra por encima del nivel que tenía antes del comienzo de la crisis, en el año 2008.
Hemos progresado mucho pero no lo suficiente, de ahí que haya que seguir insistiendo en la necesidad de reforzar la inversión empresarial a través de mantener la estabilidad política y económica. Se trata de mejorar el entorno institucional que mejore la productividad de la economía, aumente el tejido empresarial y atraiga a la inversión extranjera; es decir, seguir dando facilidades para hacer negocios.
¿Habrá vaivenes en 2018 o la tranquilidad marcará la tónica del nuevo ejercicio?
Creo que, a nivel mundial, será un año movido en política internacional, precios del petróleo, subida de costes laborales, más inflación y donde los Bancos Centrales van a aplicar medidas menos expansivas, es decir, empezarán a subir los tipos de interés. Los vaivenes vendrán también por las dudas sobre si en 2018 seguirá el crecimiento de la economía mundial de 2017.
Pudiera ser que a mediados de 2018 la economía mundial se debilitase un poco, por tres motivos: el encarecimiento del dinero; la subida del precio del petróleo (más de un 40% desde junio) y los bajos salarios de las economías avanzadas podrían tener efectos negativos sobre el consumo mundial; y a ello se podría unir la pérdida de empuje de la economía de China. Son situaciones que pueden ocurrir, pero si sucediesen no tendrían por qué generar un escenario realmente adverso de desaceleración intensa o recesión de la economía mundial.
¿Cómo influirá en la economía española el entorno internacional?
Favorablemente. El año 2018 vendrá marcado por mayores tasas de crecimiento de la economía mundial. Los últimos datos publicados sobre la evolución de la economía mundial son bastante más positivos que los de hace unos meses. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) en su último informe revisó al alza las previsiones del crecimiento mundial, para 2018 un aumento del PIB del 3,7% y para 2019 un 3,6%.
También porque en Europa y a pesar del Brexit, las variables económicas mejoran. El Índice de Sentimiento Económico, de noviembre elaborado por la Comisión Europea, ha vuelto a crecer, marcando un nuevo máximo en el año. La confianza económica en la eurozona mejora cinco décimas en noviembre e iguala máximos de hace 17 años. Tras los últimos datos disponibles el crecimiento previsto para la UEM en 2017 alcanzaría el 2,3% y aumenta la probabilidad de que en 2018 supere el 2%. Por su parte, el desempleo seguirá cayendo a ritmos muy rápidos.
¿Cómo ha cambiado el panorama europeo tras el acuerdo alcanzado sobre la materialización del Brexit?
A mejor. Falta conocer cuáles van a ser las relaciones futuras entre la UE y Gran Bretaña, pero el sentido común dicta que se hará un brexit suave para amortiguar el impacto negativo en la economía británica y en la City de Londres. Ya nadie apuesta por una ruptura total de Gran Bretaña con la UE. Eso significaría que si gran Bretaña desea la libre circulación de mercancías, servicios y capitales con la UE entonces tendrá que aceptar algún tipo de libertad en la circulación de personas.
Usted es un profundo conocedor de la evolución en Asia y América Latina. ¿Cómo influirá la economía de estas dos zonas geográficas en el comportamiento de los mercados globales?
En 2018, América Latina aumentará su ritmo de crecimiento hasta un 2,2% después de registrar un crecimiento promedio de 1,3% en 2017. El crecimiento vendrá de la mano de una mayor tasa de expansión de Chile, Colombia, Panamá, República Dominicana y Nicaragua (+5%).
Venezuela está sufriendo graves problemas económicos y políticos que desgraciadamente se han ido deteriorando en los últimos años. Malas políticas económicas e inseguridad jurídica están reduciendo la capacidad productiva drásticamente. Esta contracción de la oferta, junto al elevado déficit público, está colapsando la economía y ha provocado una hiperinflación que parece que seguirá aumentando en 2018 en niveles de tres dígitos.
Usted también es experto en tecnología. ¿Cómo ha cambiado ésta las relaciones comerciales y la salida de empresas a nuevos mercados?
A medida que las empresas van adecuando su capacidad productiva al uso de las nuevas tecnologías se hacen más competitivas y venden más en el exterior. De ahí que se deban seguir dando facilidades a nuestras empresas para que apuesten decididamente por la digitalización y se vinculen en mayor medida a las cadenas globales de suministro con plataformas logísticas y otras tecnologías como son las siguientes: la robótica, la impresión (fabricación) en 3D, la realidad virtual aumentada, la visión artificial, el internet de las cosas, el almacenamiento de la información en la nube, ciberseguridad, Big Data, logística, etc.
Son tecnologías que a la larga conseguirían transformar la economía española, estableciendo los fundamentos verdaderamente sólidos para una exportación estable y un crecimiento duradero. Se trata de adoptar un enfoque que mejore la productividad de las empresas, alentando así la fase expansiva del ciclo económico a más largo plazo.
¿Qué sabe del seguro de crédito y del papel que ha jugado en la crisis?
El seguro de crédito ha potenciado las exportaciones españolas y no debemos olvidar que gracias a las exportaciones España lleva cinco años consecutivos con superávit exterior. ¿Cuáles son las causas de este buen comportamiento del saldo de la cuenta corriente? Este superávit se debe al rápido aumento de las exportaciones de bienes y servicios que en 2018 crecieron a un ritmo 8% más que en el mismo periodo del año anterior.
Esta mejora en las exportaciones españolas refleja un aumento de la competitividad de nuestra economía y de su nivel de apertura. De hecho, nuestras ventas al exterior han pasado de representar el 23% de nuestro PIB en 2009 al 34% en 2017 (considerando que el PIB de los tres primeros trimestres fue de 867.630 millones de euros y las exportaciones de bienes y servicios de 296.800 millones). Esto significa que en los ocho últimos años las exportaciones españolas han incrementado su participación en el PIB en once puntos.
Fruto de este crecimiento de las exportaciones se observa también un aumento en la cuota exportadora de España. Así, España está incrementando su peso en las exportaciones mundiales de bienes.
