¿Camina China hacia el liderazgo de la economía mundial?
A pesar de los riesgos existentes que conocemos en su economía, siendo quizá el más importante a nivel doméstico la situación del inmobiliario, no cabe duda de que China alcanzará el liderazgo en términos de PIB en unos años. En efecto, teniendo en cuenta desde el inicio de este siglo hasta la pandemia de covid-19, el crecimiento medio anual fue del 9%. En ese mismo periodo de exactamente veinte años, Estados Unidos creció a un ritmo del 2,1%, mientras que la zona euro lo hizo al 1,4%. En 2020, con la mayoría de países del mundo en recesión, China fue capaz de crecer un 2,2%, si bien es cierto que en los últimos tres años el aumento medio de su economía se ha reducido hasta el 5,5%. Recientemente, el gobierno chino ha situado el objetivo de crecimiento en el 5%, algo por encima del 4,6% que estiman el FMI y Banco Mundial, muy probablemente alcanzable gracias a varias medidas de estímulo y a otras que veremos en los próximos meses.
¿La transformación económica hacia un modelo con mayor peso del consumo doméstico provoca una disminución del crecimiento en China?
El año pasado las ventas al por menor crecieron algo más del 7%. Las online aumentan al 11% y representan ya la tercera parte del total. Sin embargo, no parece suficiente para compensar el descenso en otros sectores. Un problema adicional es el aumento del ahorro, ya de por sí muy elevado históricamente, debido a una mayor preocupación de los consumidores derivada de la pandemia. Durante los dos últimos años se comprueba como la confianza del consumidor se mantiene aún en niveles muy negativos. Otro de los motivos de la caída viene por el sector industrial, ya que China intenta moverse hacia la producción de bienes con mayor valor añadido y más tecnología. Esto provoca un periodo de aprendizaje y adaptación en el que veremos niveles de producción industrial más reducidos, con su consiguiente impacto también en el PIB. Por citar algunos ejemplos, el año pasado China produjo casi 9,5 millones de vehículos eléctricos e híbridos, un 30% más que el año anterior, casi 430.000 robots, siendo el país con la mitad de instalaciones de robots que se realizan en el mundo, y aumentó un 54% la producción de paneles solares. Si bien continuaremos viendo una ligera desaceleración en el PIB chino por estos factores, en el próximo lustro se estima que crecerá el doble que la economía norteamericana, un 4% frente a un 2%, y por supuesto por encima de Europa, que se espera continúe igual a las dos décadas anteriores en el 1,4% en media anual.
¿En qué medida influirá la evolución de China en el impulso o ralentización de la economía internacional en 2024?
China representa un 18% del PIB global, frente a menos del 4% que suponía en 2000, por lo que claramente la influencia de todo lo que suceda en el país tendrá un impacto significativo en la economía mundial. Para ponerlo en perspectiva, tanto Estados Unidos como Europa han perdido cinco puntos cada uno en poco más de dos décadas, situándose aproximadamente en un 25% y 15% del total mundial. El país asiático no está exento de riesgos, destacando el aumento de deuda y déficit, envejecimiento de la población, relativa debilidad del consumo y la que parece preocupar más a analistas e inversores, el problema del inmobiliario. Descartaría un desplome de este sector como el vivido durante la crisis financiera global originada en Estados Unidos que provocara que el mundo entrara en recesión, sobre todo porque el sector financiero chino no tiene fuertes vínculos a nivel global que provocaran efectos tan negativos.
¿Qué alcance puede tener este problema del sector inmobiliario?
El ajuste está en marcha y, comparando con la crisis en Estados Unidos y España, en términos de viviendas de nueva construcción alcanzaría ya el 80%, estimando aún unos dos años más para llegar al mínimo. De hecho, este mismo periodo coincide con medidas anunciadas por el gobierno que se extenderían hasta finales de 2025. El año pasado la inversión en el sector inmobiliario sufrió una caída cercana al 10%, con una bajada del 21% en nuevas viviendas iniciadas. Este duro ajuste no se ha visto en el precio, que probablemente se podría mantener ligeramente en negativo o plano durante muchos años, aunque es cierto que la caída no se produce de forma homogénea en todas las provincias, afectando en mayor medida a algunas ciudades nivel 1 dónde el aumento del precio estos años anteriores ha sido muy fuerte. Teniendo en cuenta el peso de este sector en el PIB chino, parece claro que veremos más medidas para intentar mitigar la desaceleración. Hace pocas semanas el Banco Central de China rebajó el tipo de préstamos a cinco años en 25 puntos básicos, el mayor recorte desde que se introdujo en verano de 2019, y que directamente influye en el sector inmobiliario. Todavía la tasa se sitúa muy cerca del 4% y hay que tener en cuenta que tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal mantuvieron una política de tipos a cero durante más de seis años. No es probable que China repita ese mismo movimiento, con las consecuencias negativas que podría acarrear, pero sí es cierto que aún tiene margen para bajadas adicionales. En resumen, desde el gobierno son conscientes de que es una de las mayores preocupaciones durante éste y el próximo año por lo que van a apoyar a este sector con preferencia para alcanzar el objetivo de crecimiento.
¿Cuáles serán las otras fuentes de crecimiento en Asia durante este año?
Muchos analistas tienen puesta su esperanza en India, pero su crecimiento ha sido relativamente volátil, por lo que las estimaciones podrían verse ampliamente corregidas. Considerando el mismo periodo analizado anteriormente entre 2000 y 2019 inclusive, la economía india creció un 6,9% de media anual, sufriendo una importante caída cercana al 6%. Si bien la recuperación posterior ha sido más vigorosa, registrando un 7,7% de media en los últimos tres años, se espera que crezca poco más del 6% hasta 2028, lejos del crecimiento que ya indiqué registró China en años anteriores. Además, es importante destacar que actualmente India sólo representa un 3,5% de la economía mundial en términos nominales, es decir, el valor de la economía china a inicios de siglo. Por lo tanto, su contribución al crecimiento seguirá siendo positiva, pero sin duda mucho más reducida. El caso de Asean, con sus principales cinco economías aumentando un 5% anual de forma sostenida, ha provocado que representen un 3,1% del PIB global. Entre este conjunto destacaría el buen posicionamiento de Vietnam, país que he visitado en numerosas ocasiones, en el que se observa claramente el dinamismo, no sólo a nivel doméstico, pero también como exportador, siendo también uno de los pocos países que creció durante la pandemia en 2020. Se estima que su crecimiento en el próximo lustro alcance el 6,7%, en línea con lo registrado en poco más de dos décadas anteriores. Con una dimensión menor destacaría asimismo los países de Asia Central, donde parece que China ha puesto su foco, no sólo en proyectos de la conocida Nueva Ruta de la Seda, sino como alternativa en sus exportaciones que parecen reducirse a otras regiones. En concreto, China aumentó el año pasado sus exportaciones hacia Kazajistán un 53%, a Uzbekistán un 67% y a Georgia un 57%, por citar algunos ejemplos, si bien todos los países de la región aumentaron con fuerza. Este importante factor comercial, sumado a la inversión recibida también muy probablemente por parte de China, haría que el crecimiento se situara en el 4,8% este año, según estimaciones recientes del Asian Development Bank. Su cuota es pequeña, pero este impulso en sus economías podría favorecer que el crecimiento se acelere en próximos años.
¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito ante la incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?
Sabemos que dentro de pocos meses los bancos centrales, parece que primero la Reserva Federal y a continuación el Banco Central Europeo, volverán a modificar los tipos de interés, en este caso con bajadas, de manera que la incertidumbre sobre la situación económica es latente. Además de los riesgos analizados sobre la economía china y su impacto a nivel global, este año se celebrarán elecciones en Estados Unidos, con muchas dudas aún sobre quién gobernará la primera economía del mundo, y eso sumado a los problemas que conocemos en la Unión Europea, en estancamiento o, cuando menos, crecimiento lento en varias de sus economías. Por lo tanto, evaluar siempre las ventajas del seguro de crédito es muy importante para mitigar, en la medida de lo posible, efectos adversos que se producen debido a estos y otros riesgos que puedan materializarse.