Manuel Llamas

Periodista y redactor

"España lidera la reducción de deuda privada de toda la OCDE desde el inicio de la crisis"

"El seguro de crédito es muy importante cuando la morosidad se dispara y las quiebras empresariales son muy numerosas"

Por Javier Labiano

¿Cómo ve un experto en Ciencias Políticas y en Economía la actual estrategia económica? ¿Cómo se está actuando en materia de gastos?

Si nos atenemos a los datos, descontando la inflación y algunas partidas importantes como los intereses de la deuda, observamos que la famosa austeridad se limita a una reducción del gasto público real del 0,8% con respecto al año 2011. Por lo tanto, austeridad cero. Y en cuanto a los impuestos, han subido todas y cada una de las grandes figuras tributarias, se han inventado incluso nuevos impuestos y han subido los tributos a máximos históricos. Si medimos la presión fiscal con respecto a la renta disponible de las familias, hoy en día los españoles realizan un esfuerzo fiscal de los más altos de la zona euro.

¿Qué opinión le merecen las reformas realizadas hasta ahora?

Se ha llevado a cabo alguna reforma válida y positiva, como la reforma laboral, que flexibiliza algo el mercado de trabajo, pero hasta ahí podemos leer. La reforma de las pensiones es un nuevo parche que mantiene el fraude piramidal del sistema público de reparto. La reforma financiera ha consistido en el rescate público de cajas de ahorros quebradas con el dinero que nos ha prestado Europa, en lugar de apostar por un rescate privado y porque la factura no recaiga en los contribuyentes. Y en materia de liberalización, España ha perdido 14 puestos en el índice de libertad económica durante la crisis. Por lo tanto, ha habido muy pocos avances en reformas estructurales y ninguno en materia presupuestaria.

¿Cree que los avances que sí se han producido en el país se deben al desapalancamiento y a una mayor competitividad del sector privado?

Efectivamente. El mérito radica en el sector privado, en las familias y las empresas, que sí han llevado a cabo un ejercicio real de austeridad, se han ajustado el cinturón y han puesto en marcha todo nuestro potencial para mejorar la competitividad. El crecimiento de España deriva básicamente de eso y como el dato más positivo al respecto tenemos el desapalancamiento del sector privado. España lidera la reducción de deuda privada de toda la OCDE desde el inicio de la crisis. La deuda de hogares se ha reducido un 14% del PIB, equivalente a 140.000 millones de euros: y en más del 300.000 millones de euros en el caso de las empresas no financieras. Por lo tanto, el sector privado ha reducido su endeudamiento en cerca de un 44% del PIB, en 440.000 millones de euros.

Algunos expertos opinan que puede producirse una vuelta atrás en la recuperación económica debido a debilidades estructurales. ¿Dónde están los principales riesgos?

El principal problema de España es que no dependemos de nosotros mismos. La recuperación española sigue siendo frágil y eso significa que si vuelve a haber turbulencias en el mercado internacional podemos volver a sufrir dificultades. Nuestro sector público sigue totalmente sobredimensionado, con una deuda pública próxima al 100% del PIB, con un déficit público récord en la zona euro, si quitamos el caso de Eslovaquía; y con unas fragilidades estructurales importantes: todavía no somos una economía suficientemente competitiva; hemos perdido libertad económica y necesitamos llevar a cabo reformas estructurales profundas para permitir que las empresas nazcan, se desarrollen y crezcan; y tenemos un sistema fiscal totalmente distorsionador y coactivo.

En el plano internacional, ¿cómo está afectando la desaceleración de China a las grandes economías emergentes?

Las economías emergentes ya estaban desacelerándose antes y, ahora, tras el pinchazo de la burbuja china, su situación se agrava todavía más, sobre todo la de las más dependientes de ese mercado, como Brasil y algunas del sudeste asiático. Si China avanza hacia un aterrizaje suave la caída será más llevadera a nivel internacional, pero si el pinchazo es brusco la situación de las economías emergentes será mucho más preocupante y podría desencadenar una nueva crisis financiera.

¿Hasta cuándo puede durar la ralentización del comercio mundial?

Dependerá mucho de la situación china, pero es de esperar que en los próximos trimestres, de aquí a un año, el comercio internacional se desacelere. Ahora bien, China tiene una ventaja con respecto a otros países y es que es el más ahorrador del mundo, próximo al 50% del PIB, por lo que cuenta con un colchón suficientemente grande para absorber con mayor facilidad los desequilibrios estructurales que presenta su economía. Desde ese punto de vista, yo soy un poco más optimista que algunos de los análisis que están circulando en las últimas semanas.

¿Qué impacto han tenido la caída del petróleo y los bajos tipos de interés en la zona euro?

El impacto más positivo deriva de la caída del petróleo, sobre todo en aquellas economías que son muy dependientes del crudo, como puede ser España. Ahora bien, el impacto de bajos tipos de interés, al contrario de lo que suele aducirse, ha sido muy negativo para la crisis de deuda europea. En contra de lo que se defiende comúnmente, la reducción de tipos a mínimos históricos no ha ayudado en nada a la resolución de la crisis. Prueba de ello es que Japón lleva apostando por políticas ultraexpansivas a nivel monetario desde hace 25 años y lleva 25 años de estancamiento y ahora está entrando otra vez en recesión. La reducción de tipos incentiva a no hacer los deberes. Y es que la verdadera solución radica en la austeridad presupuestaria y en las reformas estructurales. Si a los políticos les facilitas una línea de liquidez extraordinaria o les compras deuda pública, reduciendo la presión de los mercados sobre sus finanzas, se ven desincentivados para poner en marcha reformas y ajustes sanos para la economía.

¿Qué sabe del seguro de crédito y del papel que está jugando en esta crisis?

El seguro de crédito es una figura importante, a tener en cuenta sobre todo en momentos de crisis económica como la actual, donde la morosidad se dispara y las quiebras empresariales son muy numerosas y, por lo tanto, se pone en riesgo los intercambios comerciales o el pago de facturas por parte de proveedores. Aquellas empresas que contratan un seguro de crédito adoptan una medida positiva de precaución.