José Ramón Iturriaga

Gestor de Abante Asesores y colaborador de Onda Cero y ABC

"Para optar a la rentabilidad potencial de la bolsa hay que pagar el peaje de la volatilidad"

"Creo que el seguro de crédito ha tenido un papel importante en los últimos tiempos que hemos vivido en España"

Por Javier Labiano

Usted interpreta lo que sucede a su alrededor y lo plasma en una cartera de inversión. ¿Nos podría dar algunas pistas sobre lo qué está ocurriendo en estos momentos?

Lo que estamos viviendo ahora es una oportunidad de inversión en España porque en los últimos años se han introducido una serie de factores exógenos como la crisis de Grecia, la del euro, etc. Llevábamos varios años en los que la renta variable española había salido del radar de los grandes inversores internacionales, que son los que realmente fijan los precios porque tienen dinero de verdad.

Aunque ahora los activos españoles han vuelto a entrar en ese universo de inversión extranjera, parece que la renta variable va la última en la cola. Hemos ido construyendo un relato para tratar de justificar las caídas de la bolsa que se han producido en los últimos nueve meses, desde mediados del año pasado hasta hace unas semanas cuando hizo mínimos. Y mi conclusión es que si no estábamos a las puertas de una crisis financiera de la magnitud de la de 2008, que es obvio que no, las correcciones producidas han sido exageradas.

Lógicamente, cuando inviertes en bolsa y quieres optar a la rentabilidad potencial que ésta puede dar, tienes que pagar el peaje de la volatilidad, que está ahí y va a seguir estándolo.  Pero, más allá de esas últimas caídas, en la renta variable las compañías cotizadas españolas tienen un valor que, por distintas razones, a día de hoy el mercado aún no está reflejando.

Precisamente, usted centra su trabajo desde hace más de diez años en compañías españolas. ¿En qué situación se encuentran éstas?

Yo me he centrado en las compañías cotizadas españolas por una cuestión de mayor conocimiento, cercanía y proximidad a la hora de analizarlas. Para hacerlo, es necesario tener un nivel de conocimiento de ellas que vaya más allá del análisis de sus cuentas de resultados y sus balances. Llevo diez años como gestor pero, además, veinte como analista.

La crisis económica que hemos vivido en los últimos años y la crisis de confianza tan grande que se registró en torno, sobre todo, a la sostenibilidad del euro provocó que en algún momento determinados países, entre ellos España, dejarán de ser invertibles. En 2011 y 2012 hubo toque de rebato para que todos los inversores salieran de España.

Ahora las cosas han cambiado y hemos visto como el bono a diez años, con la prima de riesgo en 120 puntos básicos, está ya normalizado; el bono español a diez años cotiza por debajo del americano; las compañías se financian en el mercado de crédito a las mismas condiciones que el resto de Europa; el inmobiliario ha cerrado a un buen gap con el resto de mercados europeos. Pero en la bolsa es necesario meterse un poco más en profundidad y conocer las interioridades de las compañías…

¿Puede desvelarnos algún secreto para seleccionar los valores con mayor rentabilidad?

Secretos no hay ninguno. Mi papel, al final, consiste en tener una idea aproximada de lo que las compañías pueden ganar en un año medio del ciclo; y de cuantas veces el mercado va a estar dispuesto a pagar por esos beneficios. En compañías con mayor recurrencia el beneficio es más alto y en otras no tan recurrentes es menor. Después hay que tener paciencia.

Lo más difícil no es identificar compañías baratas, sino ser consecuente con tu forma de ver las cosas. El mercado tiene siempre la mala costumbre de hacernos sufrir, y para que aflore el valor hay que tener paciencia y ser consecuente con la forma de hacer las cosas. Esa es la virtud principal.

¿Hay muchas inversiones que se van al traste por esa falta de paciencia?

Efectivamente, la falta de paciencia y la emocionalidad llevan a muchos inversores a cometer grandes errores. En demasiadas ocasiones pierden dinero porque se dejan llevar y no deben actuar así, aunque esto es más fácil de decir que de hacerlo.

¿Qué proporción es recomendable invertir en renta variable y en fija?

No hay estándares. Cada persona tiene que invertir en función de los objetivos de rentabilidad que marque su esquema de planificación financiera, y eso depende de cada caso. Los planteamientos serán distintos en función de las rentabilidades a las que se quiera optar. Lo que hay que tener en cuenta es que la bolsa no es el casino, sino una inversión, y para que las inversiones consigan un rendimiento deben tener estabilidad.

¿Qué problemas acarrea la renta variable?

Problema ninguno. Lo que sí tiene es una ventaja que a veces se convierte en problema. Que el hecho de marcar precio todos los días puede llevar a cometer errores emocionales. Pero yo no lo veo como inconveniente sino como ventaja, porque puedes vender la renta variable en cualquier momento. Como decía antes, el peaje que hay que pagar por tener inversiones en bolsa es la volatilidad, pero ésta ni muerde ni araña.

¿Qué sabe del seguro de crédito y del papel que ha jugado en la crisis?

Creo que ha tenido un papel importante en los últimos tiempos que hemos vivido en España. Con la crisis de pagos que ha habido, para muchas empresas ha sido fundamental a la hora de asegurarse el cobro. Se trata de una figura muy destacada dentro del panorama económico.