Afirma que saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos, ¿en qué nivel nos encontramos los españoles con respecto a otros países europeos?
Creo que la crisis de 2008 a 2012 supuso un aldabonazo en los diferentes poderes públicos, del ámbito económico y de educación, que les hizo conscientes de que los ciudadanos tenían un bajo nivel de conocimientos económicos. Esa fue una de las razones por las que se pudieron vender tantos productos tóxicos entre clientes que nunca debieron comprarlos. También se ha mejorado la legislación para prevenir abusos, ya que la protección del consumidor era escasa. Sin embargo, creo que en los colegios no se explica con detalle la variedad de productos financieros y la responsabilidad que tiene su uso, sobre todo porque son de fácil acceso, casi desde el móvil. Pueden ser muy útiles para la vida de los ciudadanos, pero también pueden suponer desastres que les afecten. Todo el mundo usa productos financieros y debe conocerlos. No tengo claro si estamos mejor o peor que otros países europeos, aunque entiendo que las directivas europeas tenderán a nivelarnos, al menos en la protección al consumidor.
¿La incertidumbre provocada por el Covid 19 ha paralizado muchas de las inversiones previstas por las empresas?
Sin duda, la palabra clave es incertidumbre y eso paraliza las inversiones por definición. Sin embargo, los tipos de interés negativos y la esperanza de una recuperación en la segunda mitad de 2021 son alicientes para inversores con visión y esperanza en una rápida mejoría.
Los estudios apuntan a que durante el confinamiento el comercio electrónico y los pagos con el móvil han crecido. ¿Estamos ante una evolución irreversible?
Sin duda. En la medida en la que se mantenga el actual nivel de seguridad en el uso de las tarjetas y en la efectividad de las aseguradoras cuando hay fraude, el cliente se sentirá cómodo en este medio. El problema que tiene este canal es que también es creciente el movimiento contra la compra a distancia por ser contaminante e ir contra el comercio local.
¿Cuánto ha avanzado el proceso de digitalización en el sector financiero y empresarial?
Los usuarios bancarios de 60 años para arriba, que eran la frontera que rechazaba la digitalización, han entrado en este mundo y verán las ventajas de las aplicaciones bancarias. Esto restará utilidad a las oficinas, que seguirán cerrándose, pero no del todo. Creímos que siempre debía haber una oficina de banco debajo de casa, y eso ya no será así. En el futuro será como ir al médico, que exige un desplazamiento, pero al que no vamos todos los días.
¿A qué otros retos se enfrentarán los bancos y las empresas en 2021?
Creo que al reto de la reputación y saber explicar a la sociedad que las tarifas que cobran están justificadas, que no abusan, que los salarios de los directivos son razonables, que asumen sus errores cuando los cometen, que salen a dar explicaciones ante los medios, en definitiva, a la transparencia en la gestión y el cumplimiento real de los códigos de conducta más avanzados.
¿Cómo afectará a la economía internacional el cambio en la presidencia de Estados Unidos?
Así como la llegada de Trump supuso una escalada de tensiones entre las grandes potencias, con una regresión y vuelta al proteccionismo, Biden puede ser como una espita por donde vaya a bajar la presión. No será un mundo feliz, pero está claro que el multilateralismo, el freno en el consumo de combustibles fósiles, la búsqueda de sistemas económicos más igualitaristas, y la digitalización inclusiva eran imposibles con un populista radical conservador. Desde ese punto de vista, el horizonte se despeja.
¿Cómo espera que se comporte la economía nacional y los mercados en 2021?
Confío en una mejora del PIB, no sé si del 5% o del 7%, pero mejoría, aunque todo depende de aspectos sanitarios, la vacuna, y de la organización social, el aislamiento. La confrontación política española es el factor que más nos puede perjudicar para superar la crisis sanitaria y económica.
¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?
Como decíamos, si la palabra clave es incertidumbre, el seguro de crédito es la pieza básica para que las empresas puedan seguir cerrando negocios, trabajando y la economía no se pare. Su papel es fundamental, junto con el de los avales públicos y los ERTEs. Confío en que la Administración sea consciente de su importancia.
