David Cano

Socio de Analistas Financieros Internacionales y Director General de AFI Inversiones Globales SGIIC

"La crisis ha demostrado que los riesgos son más importantes de lo que podemos pensar"

"Los riesgos existen, así como los instrumentos de cobertura. Por lo tanto, usémoslos"

Por Javier Labiano

¿Cómo podría afectar a España el panorama de persistente debilidad en la economía de la zona euro que se está poniendo de manifiesto?

Hoy en día cualquier economía desarrollada -y especialmente la española, que no puede depender del consumo y la demanda interna porque el ciudadano está endeudado y el Estado tiene que reducir el déficit público- tiene la demanda externa como motor de crecimiento. El porcentaje que representan las exportaciones y la demanda externa sobre el PIB es creciente, por lo que ahora son mucho más importantes que en los últimos años. Y es verdad que el mercado exterior está dando señales de debilidad por la debilidad de nuestros principales socios comerciales, fundamentalmente Francia, que es el país al que más exportamos. Además, alguna otra economía importante como Brasil también está en recesión. Por lo tanto, es verdad que el brillo del sector exterior no es el que teníamos hace unos cuantos trimestres.

La buena noticia es la reciente debilidad del euro, que puede compensar algo la situación y permitir un estímulo para las exportaciones hacia Estados Unidos. Pero, en general, hoy tenemos que ser un poco más prudentes sobre el estado exterior que hace unos meses. Ojalá el euro se deprecie de forma intensa y eso nos permita volver a confiar en un sector exterior español que ha estado haciéndolo bien, en cierto modo porque está apalancando las ganancias de competitividad derivadas de una contención salarial o de una ganancia de productividad y, por otro lado, apalancándonos en un proceso de internacionalización de las empresas españolas en los últimos años.

Precisamente las exportaciones han supuesto la salvación para la cuenta de resultados de muchas empresas durante la crisis. ¿Cómo crees que evolucionarán estas exportaciones una vez que la economía interna se recupere?

David-Cano

El hecho de que suba la demanda interna no necesariamente tendría por qué condicionar las exportaciones. Además no podemos ser demasiado optimistas sobre la evolución de esta demanda interna. El problema para las exportaciones podría venir si tuviéramos una ralentización cíclica de la economía mundial persistente, que entendemos que no ocurrirá. Básicamente lo que esperamos es que el mundo, en general, crezca a tasas del 3% y que el comercio mundial lo haga a ritmos del 5%. Y si España consigue mantener cuota, o incluso subirla un poco, sería razonable pensar que las exportaciones en nuestro país crezcan al 5% o al 5,5%.

La cultura financiera de los inversores y ahorradores españoles ha aumentado en los últimos años, aunque en ocasiones debido a experiencias negativas. ¿Cuáles son ahora las prioridades de estos inversores?    

 Es muy importante hablar de la cultura financiera cuya media, efectivamente, ha aumentado, aunque en ocasiones debido a esas malas experiencias desgraciadamente. Emilio Ontiveros y yo hemos escrito un libro en Afi, El ahorrador inteligente, que busca contribuir modestamente a esa mejora de la educación financiera que, como digo, ha mejorado pero que todavía tiene lagunas claras. Sin duda, la prueba de fuego en los dos próximos años para comprobar esa mejora de la cultura financiera será el hecho de que los depósitos no van a rentar, el activo libre de riesgo no va a dar prácticamente nada. Entonces veremos si el ciudadano está o no dispuesto a asumir un poco más de riesgo, por ejemplo en bolsa, y cómo le impactará esto.

Hasta ahora, el ciudadano podía vivir tranquilo con unos depósitos a tipos de remuneración atractivos, pero eso se ha acabado, y ahora veremos cómo acepta que la rentabilidad es menor. Eso también es cultura financiera, saber aceptar que la rentabilidad que vas a obtener será baja, aunque teniendo en cuenta que tampoco hay inflación.

 Como comentas, los depósitos apenas ofrecen ya rentabilidad. Como alternativa, ¿qué productos proporcionarán mayor rentabilidad a menor riesgo?

Una de las decisiones que habrá que tomar, y que tal vez sea la más inteligente, es aceptar que uno va a ganar menos. En ocasiones será la mejor opción porque la alternativa es asumir riesgo, y asumir riesgo es comprar bolsa porque no hay activos de renta fija que den tanto. En definitiva, si quieres ganar algo más tienes que mojarte y comprar bolsa, y eso son ya palabras mayores.

Hay que ser consciente de que para conseguir un poco más de rentabilidad el único activo es la renta variable, pero cada uno tiene que saber cuánto está dispuesto a perder en caso de que la bolsa corrija. Entonces se verá si verdaderamente estamos preparados y tenemos cultura financiera. En Estados Unidos y Reino Unido la tienen, porque entienden que si la renta variable cae un 15% o un 20% se trata de algo relativamente normal.

¿Cuándo conseguirá en España reactivarse el consumo privado gracias a la generación de la renta por empleo?

Me temo que todavía no. El consumo ha empezado a crecer un poco, pero sobre todo porque se ha tirado del ahorro. Es verdad que el próximo año se creará algo de empleo y habrá más renta disponible porque se van a bajar los impuestos. Pero mucho me temo que no veremos una tasa de crecimiento del consumo a ritmos del 2% ó del 2,5% por generación de empleo en los dos próximos años.

¿Qué sabes del seguro de crédito y del papel que está jugando en esta crisis?

Es un producto que me garantiza que voy a cobrar lo que he vendido cuando hago una venta al exterior o una venta en general, aunque quiebre aquel a quien se lo he vendido. Se trata de un seguro de riesgo de impago del cliente y entiendo que es una forma de cubrir ese riesgo. Si esta crisis ha demostrado algo es que los riesgos existen, son más importantes de lo que podemos pensar y existen instrumentos de cobertura. Por lo tanto, usémoslos. Una empresa debe estar centrada en sus productos, en innovar, en conocer a su competencia y en garantizarse el aprovisionamiento. Y cubrir los riesgos financieros y los riesgos de impago con los instrumentos correspondientes.