Carlos Rodríguez Braun

Economista y analista en Onda Cero Radio

“La recuperación podría impulsar la internacionalización de nuestras empresas”

"El seguro de crédito es una ayuda para las empresas, en especial en circunstancias críticas como las actuales"

Por Javier Labiano

¿Qué estructuras y enfoques económicos ha puesto en entredicho la crisis del coronavirus?

En realidad, ninguno. El pensamiento hegemónico del último siglo, en economía como en todo lo demás, es antiliberal, y encontró en el virus, como ante cualquier crisis o emergencia, un nuevo argumento para recortar derechos y libertades de los ciudadanos. Por su bien, naturalmente. Como el miedo suele desactivar la resistencia popular ante las usurpaciones del poder, hemos asistido a un nuevo reforzamiento de la política a expensas de la sociedad civil.

¿Siguen siendo válidas las doctrinas del neoliberalismo?

El llamado neoliberalismo carece de contenido preciso. Es un bulo para intentar desviar la atención y resolver el trauma que le produjo al antiliberalismo tanto la caída del Muro de Berlín como el cuestionamiento del Estado de bienestar. La sacudida fue tan acusada que el pensamiento único antiliberal, especialmente pero no únicamente de izquierdas, se inventó una amenaza. Ya no podía ser el capitalismo, vistos los resultados empobrecedores y criminales del anticapitalismo. Entonces, el espectro del capitalismo fue sustituido por el neoliberalismo, que se aplicó a cualquier cosa que no fuera tranquilizadoramente socialista. Vale para todo, se le atribuyen todos los males, repito, para desviar la atención de los efectos del intervencionismo; casi siempre es un camelo, y casi nunca tiene que ver con el liberalismo, a pesar de lo que nos han contado sobre un supuesto desmantelamiento del Estado. Han sido acusados de neoliberales Felipe González, Mariano Rajoy, Rodríguez Zapatero, y otros gobernantes que también expandieron la coacción política y legislativa, al contrario de lo que el liberalismo propicia. Un caso entrañable es el del presidente de mi Argentina natal, Carlos Menem, llamado neoliberal, cuando subió los impuestos, el gasto y la deuda pública: los tres a la vez. A pesar de estas evidencias, se sigue hablando del neoliberalismo, con lo que se supone que estas doctrinas tienen un contenido claro, que guardan relación con el liberalismo, y que se han aplicado, reduciendo apreciablemente el peso del sector público en el PIB. No parece cierto.

Usted afirma que desde la caída del Muro de Berlín la desigualdad en el mundo ha disminuido, pero ¿está volviendo a aumentar ahora con la pandemia?

La caída del Muro de Berlín desencadenó una ola de libertad en el mundo, que tuvo, como era de esperar, buenas derivaciones económicas, llevando a importantes reducciones de la pobreza en países muy poblados, como China e India. El resultado fue la reducción de la desigualdad en el mundo. De ahí el entusiasmo con el que la corrección política ha abrazado el nuevo cuento de la desigualdad, a saber: que aumenta dentro de los países, algo que tampoco es evidente en varios de ellos, como España, pero que sirve, como he dicho, para desviar la atención y brindar nuevas banderas para que los poderosos y privilegiados luchen contra la libertad y los derechos de la gente, que es lo que suelen hacer. No conocemos todavía con precisión el impacto del coronavirus sobre la desigualdad, pero puede haberla disminuido, porque aumenta y se generaliza la pobreza. Supongo que los autodenominados progresistas estarán felices con todo esto.

¿Qué previsiones económicas maneja para lo que queda de año?

Preveo que la actividad económica se recupere en la segunda mitad de 2020, por el efecto rebote y porque los indispensables ajustes serán empujados por los poderosos hacia 2021.

¿Cómo se pagará en España la factura de la crisis?

Como siempre: la pagará el grueso de los ciudadanos en términos de pobreza y paro. La forma exacta de la factura dependerá de los equilibrios políticos. Las autoridades intentarán, como siempre, engañar al pueblo con mensajes fascistoides del estilo ‘saldremos todos unidos’, cuyo objetivo es disolver la responsabilidad de los poderosos y los costes de las medidas que perpetran contra la gente. Europa está jugando un papel destacado en la farsa, como lo demuestra el éxito que tiene la absurda idea de que la ayuda europea es un regalo que no van a pagar con más impuestos los trabajadores europeos, incluidos los españoles.

¿Qué repercusiones inmediatas tendrá el aumento de la digitalización en las empresas debido a la crisis?

Creo que serán repercusiones positivas, en la medida en que las empresas y los trabajadores puedan sortear las dificultades que les impondrán los gobiernos y los grupos de presión. Un ejemplo es el frenesí con que la ultraizquierda y los sindicatos se lanzaron a intentar regular el teletrabajo, es decir, intentar aumentar el teleparo. Es posible que estas maniobras contra los ciudadanos, igual que las subidas de impuestos que anhelaban aplicar este año, se retrasen al año próximo.

¿En qué situación se encuentra, en estos momentos, la internacionalización de las empresas españolas?

A pesar de la gran dificultad que ha supuesto la crisis del coronavirus, y las medidas intervencionistas de muchos gobiernos del mundo, dicha internacionalización, que ha sido clave en el desarrollo de nuestras empresas en las últimas décadas, ha seguido adelante. La recuperación de la economía global podría impulsarla más en el futuro inmediato, particularmente si tenemos buenas noticias en el campo médico y sanitario.

¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?

Es una ayuda para las empresas, en especial en circunstancias críticas como las actuales.