Alicia González

Editorialista de El País y especialista en relaciones internacionales, geopolítica y economía

“Los modelos económicos tradicionales ya no sirven”

“Los riesgos geopolíticos están creciendo, por lo que los seguros a la exportación son fundamentales y lo van a ser cada vez más”

Por Javier Labiano

¿Cómo cree que se comportará la economía mundial en 2024?

Con las subidas de tipos de interés y los datos que iban llegando, nos temíamos que en 2023 iba a producirse un claro frenazo en la economía, pero esto no ha sucedido. Ahora hay señales preocupantes en los países desarrollados. Los datos de la industria europea apuntan a un parón evidente, lo mismo ocurre en Estados Unidos, y el impacto de lo que está pasando con la economía china, que se lo digan por ejemplo a la industria alemana, están provocando una desaceleración de la actividad en esta segunda mitad del año. Yo creo que existen muchos elementos para que se produzca un frenazo económico en 2024, aunque también lo esperábamos para 2023 y no acabó de pasar. Sin embargo, la diferencia ahora es que el impacto de la subida de tipos en la economía ya se está produciendo, por lo que está se está viendo afectada. Y es que la política monetaria suele tardar entre seis y dieciocho meses en trasladarse, lo cual ya está pasando. El frenazo de China es evidente y este país ha empezado a apoyar su economía con medidas de estímulo. En el caso europeo tenemos el tema de la vuelta a las reglas fiscales. La combinación de política monetaria restrictiva y una política fiscal también restrictiva pinta mal. Veremos qué pasará.

 

En España, ¿qué sectores tienen mayor potencial de desarrollo?

En nuestro país lo que ha funcionado muy bien, incluso por encima de las expectativas, es el sector turístico, con una gran actividad, buenos datos de llegadas de visitantes y un repunte de ingresos muy importante. Pero la industria en general se está viendo afectada por las subidas de precios y de tipos de interés, porque muchas de las inversiones están condicionadas al coste de la financiación. Por otra parte, aunque España está recibiendo los fondos europeos, éstos no han tenido el efecto arrastre sobre la inversión que se preveía. No sé si el diseño de los planes ha sido o no muy efectivo, pero lo cierto es que los fondos no están teniendo el efecto de impulso que se esperaba, por lo que no se han comportado como el motor económico previsto. Y luego hay sectores que se encuentran en momentos críticos y que exigen la adopción de medidas claras, pero el actual escenario político español no permite ser optimistas. No sabemos cuándo vamos a tener gobierno y, si no hay nuevas elecciones, el ejecutivo que se forme no va a ser fuerte y con amplia mayoría para poder hacer reformas o adoptar medidas. Para empezar, será muy difícil que haya nuevos presupuestos para 2024 en tiempo y forma, lo cual supone ya una debilidad que tendrá reflejo a medio plazo.

 

¿Qué cambios geopolíticos se podrían dar durante el próximo año en el ámbito internacional?

Está claro que se está produciendo un realineamiento. Lo hemos visto con la ampliación de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que, de momento, es más una señal política que un cuerpo o grupo con verdadero poder económico, porque carece de organización interna y tiene intereses muy dispares. Por ejemplo, los BRICS no tienen ni siquiera un secretariado permanente y ya han pasado trece años desde que se establecieron con su formato actual. Si han podido impulsar un banco de desarrollo podrían haber creado también un secretariado para dar enjundia y armarse un poco más como organización. Pero, al mismo tiempo, es verdad que las potencias medias se están realineando, exigen tener voz, e India quiere erigirse como lo que en Occidente llamamos el sur global, lo mismo que China, aunque ésta tiene su propia agenda. En definitiva, estamos en un momento de transición y se están produciendo cambios en el orden geopolítico, sin olvidar todo lo que está pasando con la guerra en Ucrania.

 

En relación con la invasión rusa de Ucrania, ¿qué nuevas consecuencias económicas se derivarán de ella si el conflicto sigue prolongándose?

Me decía una economista con la que hablaba este verano que cuando un conflicto bélico no se soluciona en un año se enquista y no suele resolverse antes de diez. No sé si los países occidentales estamos preparados para apoyar financiera y militarmente un problema a tan largo plazo. Rusia está intentando mover los hilos entre los países productores de crudo para presionar hacia un alza de los precios y evitar los topes. Y esto, en un momento de transición energética de por sí inflacionario, hay que tenerlo en el radar a la hora de diseñar políticas y planes a medio plazo.

 

¿Qué otros problemas podrían entorpecer el desarrollo económico global en los últimos meses de 2023 y en los primeros de 2024?

Hay un tema que se está haciendo cada vez más evidente y es que los modelos tradicionales ya no sirven, han dejado de ser válidos. Por ejemplo, en el pasado cuando un país entraba en recesión lo primero en verse dañado era el empleo. Pues bien, Estados Unidos ha estado en recesión técnica, pero el paro se encuentra en mínimos históricos, y lo mismo ha pasado en Alemania. Más allá de no entender qué está pasando, si es la economía digital, la de servicios o los cambios demográficos los que están afectando a los modelos tradicionales, el problema es que los bancos centrales siguen rigiéndose por los mismos patrones para prever cuál será la evolución de la inflación. El propio Banco Central Europeo, por ejemplo, alude a las subidas salariales, que en Europa claramente no son un factor inflacionista. Yo creo que se están produciendo cambios en los modelos que no acabamos de entender, mientras los bancos centrales siguen agarrados a ellos, aunque se han quedado caducos. 

 

¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?

Después de muchos años de estabilidad, los riesgos geopolíticos están creciendo, por lo que los seguros a la exportación son fundamentales y lo van a ser cada vez más en el futuro. Además, tenemos que estar preparados para un nuevo escenario, en el que estos seguros pueden ayudar a amortiguar los efectos de los fenómenos climáticos y su impacto tanto sobre la sequía como sobre los negocios. Por ello, hay que tenerlos cada vez más en cuenta.