Santiago Carbó

Director de Papeles de Economía Española de Funcas y catedrático de Análisis Económico en la Universidad de Granada

“La inflación y la inestabilidad geopolítica no tienen visos de resolverse a corto plazo”

"El seguro de crédito es una herramienta especialmente útil en la actualidad porque combina financiación con liquidez y reduce la incertidumbre"

Por Javier Labiano

¿Cómo influirá la guerra de Ucrania en el crecimiento económico europeo y en el de las principales economías emergentes?

La guerra de Ucrania tiene dos tipos de ramificaciones importantes para la economía internacional. Por un lado, la exposición de cada país al comercio con Ucrania o Rusia. Por otro lado, los efectos indirectos que vienen por la incertidumbre, por la distorsión en cadenas de suministros y por los efectos en mercados globales de crudo y gas que repercuten de forma honda en el coste de la energía. Hasta la fecha, las principales revisiones de las proyecciones de PIB para 2022 de muchas economías europeas se han recortado en el entorno de dos puntos porcentuales respecto a las que había antes del conflicto. Hay que tener en consideración que se esperaba que este año confirmara la recuperación postpandemia. De momento, sí va a ser un año de crecimiento. Sin embargo, mucho menor del esperado. Es más, es bastante posible que haya que hacer nuevas revisiones porque los problemas inflacionarios y de inestabilidad geopolítica no tienen visos de resolverse a corto plazo. También porque las sanciones, siendo necesarias y preferibles a una escalada bélica de mayor consideración, tienen efectos negativos en las propias economías europeas porque eleva sus costes energéticos y de obtención de otras materias primas. En cuanto a los emergentes, los efectos son más variados porque dependen tanto de la incidencia de la invasión de Ucrania como de las políticas que se desarrollaron frente al Covid. En este sentido, aunque muchos emergentes tenían escasas relaciones comerciales con los implicados en la contienda bélica, se han visto muy afectados por restricciones y subidas de precios en mercados como los del cereal. Asimismo, los emergentes que adoptaron políticas de Covid cero,  apostando más por confinamientos estrictos que por vacunaciones masivas y efectivas, están también pagando las consecuencias con una prolongación de los riesgos pandémicos.

 

¿Qué repercusiones tendrán en la evolución industrial los cuellos de botella en las cadenas de suministros?

Es conveniente recordar que estos cuellos de botella ya estaban presentes antes de la guerra en Ucrania. Se esperaba que para la primavera ya se hubieran resuelto. Sin embargo, no ha sido así. En parte por la disrupción del propio conflicto bélico y, en parte también, porque hay países cruciales en las rutas comerciales y suministros globales como China cuyas ciudades industriales están afrontando nuevas restricciones por el Covid que están empeorando esos problemas. No puede olvidarse, además, que hay tensión cambiaria porque los movimientos de los principales bancos centrales, con mayor acción de la Reserva Federal, está apreciando el dólar y puede haber movimientos proteccionistas en respuesta por parte de algunos emergentes.

 

¿Cómo afectará al PIB de China el menor crecimiento del comercio mundial?

A pesar de las nuevas restricciones por el Covid, el PIB de China no ha decepcionado tanto como se esperaba. En cualquier caso, parece que los efectos de esas restricciones podrían ser mayores en el segundo trimestre del año y que China pueda verse perjudicada por la evolución inflacionista de buena parte de sus importadores. Aunque es un país que normalmente tiene un reducido debate y escasa contestación pública, la política de Covid cero del gobierno está siendo muy controvertida. También hay que tener en cuenta que China está intentando un aterrizaje suave de ciertas burbujas que afectan a su sistema financiero e inmobiliario y que tienen costes muy importantes para su economía.

 

¿Qué turbulencias en los mercados financieros producirán los actuales acontecimientos geopolíticos?

Los mercados financieros estaban llamados al ajuste tras varios años marcando récords históricos en Estados Unidos. Claro está que lo que sucede en el mercado norteamericano tiene efectos de arrastre en otras plazas financieras. En cualquier caso, el panorama geopolítico tiene un efecto importante y, sobre todo, la asunción por parte de analistas y traders de dos realidades. La primera, que la inflación y los problemas logísticos y de suministro van a estar un tiempo entre nosotros. La segunda, que se acaba la fiesta monetaria y vienen momentos de mayores tipos de interés y menores facilidades de liquidez. Un año muy difícil para la inversión en renta fija o variable.

 

¿Cree que la inflación ha tocado techo en España y que a partir de ahora evolucionará claramente a la baja?

No estoy seguro de eso. Hay componentes, como el energético, que en cierto modo pueden paliarse con las medidas puestas en marcha, pero los problemas que los generan siguen y la presión al alza continuará. Para que esta inflación se reduzca significativamente ya no se habla del verano ni del final de año, sino del próximo año. Eso es mucho tiempo.

 

¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?

Se habla poco del seguro de crédito, pero es un instrumento crucial, tanto teóricamente como en la realidad más práctica. Es una herramienta especialmente útil en la actualidad porque combina financiación con liquidez y, sobre todo, porque reduce la incertidumbre. En el contexto de las pymes aporta toda una nueva dimensión en las relaciones empresariales y con los clientes. Y más aún, en un entorno con tanta incertidumbre y numerosos riesgos.


¿Qué efectos inmediatos se derivarán de la progresiva digitalización empresarial y financiera en nuestro país?

España está muy destacada en conectividad, pero falla aún en digitalización de su principal parque empresarial, las pymes. Cualquier esfuerzo en este sentido debería tener efectos muy positivos en la productividad y, además, coadyuvar a que las pymes puedan ganar escalabilidad. En cuanto a la dimensión financiera, la adopción en oferta y demanda era buena y la pandemia ha dado un empujón definitivo para todos los grupos de edad. De hecho, los mayores han sido los que más han aumentado su digitalización financiera durante la pandemia. Tal vez por necesidad, pero, sin duda, ha sido un avance importante.

 

¿Qué nuevas oportunidades de financiación tendrán las pymes en 2022?

Ya hace tiempo que se ha asumido en banca que el segmento de las pymes es uno de los más importantes para hacer crecer el negocio y la financiación. En los últimos años ha habido circunstancias que han enrarecido este necesario camino. Entre ellas, un entorno de tipos de interés muy reducido que ha dificultado la generación de negocio y ha propiciado -en todo el mundo, no sólo en España- que un número importante de empresas con dificultades de viabilidad siga adelante por la posibilidad de refinanciarse barato. Ahora, la banca va a poder centrarse en aquellas más prometedoras que, además, se unan al reto de mejorar la productividad y competitividad, entre otras cuestiones, asumiendo el reto digital.  Desde la perspectiva de la pyme, su escalabilidad es fundamental. Aumentar tamaño para acceder a una variedad de fuentes de financiación, no sólo bancaria, sino en forma de deuda, capital-riesgo…