Las nuevas tecnologías están cambiando el funcionamiento de muchos sectores económicos. ¿Cuáles son los más adelantados?
Obviamente, los sectores que incorporan antes los avances tecnológicos son los que ya en su propia actividad manejan de forma habitual la tecnología, sea en el tratamiento y gestión de datos, sea en los procesos productivos. Así el sector financiero o el de la distribución son ejemplos de sectores muy afectados por los avances tecnológicos. La combinación de la revolución tecnológica, los cambios de hábitos de los consumidores y la interconexión de Internet supone una transformación de sectores que parecían vivir un momento de estabilidad y madurez. La revolución tecnológica cambia los modelos de negocios de sectores enteros, que deben estar preparados para adaptarse e incluso anticiparse a ellos. La flexibilidad va a ser clave en estos nuevos tiempos.
¿Qué ventajas para las entidades tendrá la aplicación de estas nuevas tecnologías?
Reducción de costes y aumento de la capacidad de producción, además de la posibilidad de individualizar productos y servicios, lo que supone empresas más productivas y eficientes. En todo caso, el factor humano determina hasta qué punto la incorporación de nuevas tecnologías tiene éxito en la empresa, ya que las personas son las que utilizan y adaptan la tecnología a los procesos productivos. De nada sirve un sistema de scoring o análisis de riesgos inteligente de un banco si, al final, los que introducen los datos económicos de los clientes utilizan mal el sistema y los analistas no saben interpretar adecuadamente el resultado del riesgo valorado.
¿Y qué ventajas se derivarán para los clientes?
En principio, mejores precios, productos y servicios más adaptados a su perfil y de mayor calidad. Pero la clave es si estos avances tecnológicos se aplican en empresas que operan en mercados de competencia más o menos perfecta, o en oligopolios. Y, lamentablemente, las grandes empresas suelen operar como oligopolios, con una capacidad alta de fijar precios y condiciones. En este tipo de mercados, la tecnología impacta de forma muy positiva en la cuenta de resultados empresarial, pero mucho menos en lo precios y calidades de los productos y servicios que ofrecen a los clientes. La tecnología aplicada a un sector que no opera en mercados competitivos y sin una regulación que proteja adecuadamente a los consumidores puede acabar siendo inocua o incluso nociva para los intereses de los clientes. No olvidemos nunca esta paradoja: más tecnología puede no acabar beneficiando a los consumidores finales.
¿Cuáles han sido los mayores costes de la crisis para el sector financiero?
Sin duda alguna, el reputacional. El consumidor financiero ya no se fía de los bancos como depositarios y gestores de su dinero. Pocos hablan ya de “su banco” con orgullo. La desconfianza, fruto de unas malas prácticas bancarias que las entidades financieras no han querido erradicar ni han compensado adecuadamente a los afectados, ya es generalizada. Un caldo de cultivo ideal para que un Google, Amazon, Apple o Facebook les coma una parte importante del pastel. Hace unos años nadie hubiera confiado su dinero a un gigante de Internet, antes que a un banco. Ahora sí.
¿Qué papel jugarán las fintech en ámbitos como el financiero y el hipotecario?
Las tecnofinanzas suponen la aplicación de las nuevas tecnologías al sector financiero. Sin embargo, no debemos confundir tecnología financiera con fintech. Una empresa fintech es una empresa que opera en el sector financiero incorporando en todos sus procesos mejoras tecnológicas, pero esta tecnología debe aplicarse a mejorar el valor añadido de lo que ofrecen. Una empresa que mejora la relación de los consumidores con sus finanzas personales, con la ayuda de tecnología, es una fintech. Una empresa que usa tecnología financiera y no aporta mejoras al cliente, es una empresa financiera que usa tecnología: una mala imitación tecnológica de los bancos.
¿Cree que el crowdfunding se extenderá a cualquier tipo de inversión o se reducirá a proyectos muy específicos?
Creo que va a ir en aumento, si bien aún estamos en un momento inicial. Además, la regulación y supervisión aún no es la ideal. La inversión y financiación mediante crowdfunding tiene mucho futuro. La dependencia casi absoluta de la financiación bancaria dejará paso a nuevas formas de financiación entre particulares y empresas, que complementará el resto de fuentes de crédito.
¿El futuro laboral de las nuevas generaciones está en el emprendimiento?
El futuro del trabajo no es el trabajo por cuenta ajena con un solo pagador. A mis alumnos de Economía Financiera de la UIB les explico que hay que tener mentalidad de empresario de nuestro propio trabajo, seamos funcionarios, empleados o autónomos. Uno ya no puede depender de una sola fuente de ingresos, sino que debe estar preparado para trabajar en diferentes proyectos al mismo tiempo. Por otro lado, hay que formarse durante toda la vida laboral y estar preparado para los cambios, ya que los modelos de negocio de las empresas cambian a un ritmo muy acelerado.
¿Qué sabe del seguro de crédito y del papel que ha jugado en la crisis?
El seguro de crédito como herramienta global de selección de clientes, seguro ante impagos y gestión de los recobros juega un papel crucial para las empresas. Una empresa no solo tiene que saber vender, también tiene que saber cobrar. Y el seguro de crédito es un aliado en esta segunda variable fundamental para la supervivencia y prosperidad empresarial.