Luis Vicente Muñoz

CEO en Capital Radio, periodista y emprendedor

"Vamos de cabeza a una nueva etapa de disrupción"

"El seguro de crédito se ha convertido en la herramienta imprescindible para acompañar a una empresa en su aventura comercial"

Por Javier Labiano

Dirige un programa de radio líder de información económica y ha recibido los premios Ondas y Antena de Oro por la innovación radiofónica. ¿Cómo ha cambiado la cultura económica de los oyentes?

Creo que la cultura económica ha mejorado mucho en la última década, en parte por las duras lecciones que hemos debido aprender durante la crisis financiera, y ahora con la pandemia y la inestabilidad global. Mirándolo con perspectiva, percibo una mayor preocupación por la sostenibilidad del sistema de pensiones y por el futuro de los ahorros ahora que vuelve la inflación. La mejor cultura financiera que observo sigue siendo la inmobiliaria. Casi todo el mundo entiende cómo funciona y sigue siendo, con diferencia, la decisión financiera de ahorro, inversión y previsión más adoptada. Los ciudadanos, por lo demás, siguen siendo conservadores con sus ahorros y eligiendo depósitos antes que el riesgo de fondos de inversión o la bolsa. Hay algo nuevo, explosivo y preocupante, con las crypto. Muchos jóvenes han popularizado entre ellos este tipo de inversión altamente volátil en activos digitales, sin comprender cómo funciona. Es un mercado de futuro, pero al que le faltan aún criterios sólidos de valoración. La rapidez con la que se disparan o se hunden los precios, dispara la adrenalina y los sueños de mucha gente, sin conciencia del riesgo real. 

 

¿Dónde estriban habitualmente los principales desacuerdos sobre previsiones económicas entre los expertos?

En las decisiones extraordinarias que debemos ir adoptando en el corto plazo. Cada día discutimos sobre intervenciones en los mercados y en la vida de las personas. Los efectos secundarios que pueden producir sobre la marcha de la economía y el bienestar y la libertad de la población en el medio plazo son difíciles de ver y entender. La mayoría de expertos coincide en que la doctrina y las experiencias económicas del pasado son inútiles en el presente; estamos en un mundo nuevo, con nuevas variables y fuerzas que ponen en cuestión todo lo que dábamos por supuesto anteriormente. La globalización rota, y con ella las cadenas de suministro y de valor, los récords históricos de endeudamiento y la explosión de nuevas tecnologías nos llevan de cabeza a una nueva etapa de disrupción. En este nuevo mundo con big data, los expertos difieren también sobre la calidad de los datos y su aplicación en los análisis.

 

¿Cuáles serán los principales cambios en el orden económico mundial tras la guerra de Ucrania?

La guerra en Europa ha despertado de nuevo la necesidad de invertir en defensa y en el fortalecimiento de las alianzas militares. Esta fuerza otorga ventaja de liderazgo a los países más ricos y desarrollados. Por otra parte, la pregunta que ha dejado el presidente de Ucrania en el aire -si la ONU no sirve para detener una guerra, ¿para qué sirven entonces estos organismos internacionales?- no ha obtenido respuesta y abre una brecha de separación de países en este nuevo siglo. El trabajo liderado por China para construir un mundo más multipolar y complejo está teniendo cierto éxito. La respuesta natural de los países es replegarse sobre sí mismos para protegerse de esta inestabilidad y en una desconfianza creciente en una globalización que ha logrado la mayor época de prosperidad y paz de la historia humana. Es muy importante entender que se está produciendo un choque de fondo entre sociedades autoritarias y democráticas, en el que las primeras intentan demostrar una eficiencia superior a las segundas en numerosos ámbitos, lo que representa un desafío de gran magnitud para la libertad y los derechos humanos. En el lado del comercio internacional, otra guerra que se viene librando es de divisas. Varios países del mundo pelean por desdolarizar los mercados de materias primas, como una manera de restar la histórica hegemonía de Estados Unidos. Antes de que Rusia exigiera el pago en rublos a sus compradores de gas y petróleo, Arabia Saudí ya había aceptado contratos de suministro en yuanes con China, mientras que la Unión Europea ya estaba abonando en euros muchos suministros. 

 

¿Cómo se reequilibrará el suministro internacional de materias primas tras los profundos desajustes que estamos viviendo?

Todos los países están gestionando ahora sus acuerdos estratégicos con sus proveedores de materias primas. En el caso de la energía, con el gas y el petróleo concentrado en su mayor parte bajo control de regímenes no democráticos, están acelerando el proceso de transición a energías limpias u otras que puedan garantizar el suministro. Esto requiere inversiones multimillonarias, lo que nos hace temer que el precio de la energía siga calentando la inflación durante algún tiempo. Muchas otras materias primas, así como alimentos, tienen una conexión directa con lo anterior, y con las cadenas de suministro alteradas por la pandemia, las sanciones y aranceles proteccionistas. Esto parece apuntar a un proceso de ajuste y normalización lentos en el tiempo.

 

¿Qué variará en las perspectivas económicas de España para 2022 si el conflicto termina en mayo?

Distintos informes estiman hasta dos puntos de coste en el crecimiento del PIB producidos por el impacto de la guerra en Ucrania. Si el conflicto terminara en mayo, habría que ver si también lo hacen las sanciones y con qué velocidad se pueden restaurar la producción y los flujos comerciales rotos. Los equipos de prospectiva más prestigiosos reconocen la dificultad de trazar escenarios por el alto nivel de incertidumbre y de posibilidades que tenemos delante.Antes de la guerra, una parte de la confianza en los fondos europeos como apoyo a la recuperación se estaba evaporando por la ineficiente gestión de las administraciones públicas. Aun así, los indicadores de confianza mantenían un claro tono positivo. El sector exterior refleja un claroscuro: con las economías de los socios europeos casi estancadas, las exportaciones pueden sufrir. Sin embargo, la recuperación del turismo tras la pandemia está volviendo a dar oxígeno a la economía española. La demanda interna, el consumo, es una incógnita: ¿hasta qué punto aflorará el ahorro embalsado con los precios disparados casi a dos dígitos? 

 

¿Cree que la digitalización servirá para impulsar definitivamente la internacionalización de nuestro tejido industrial?

Personalmente, no soy muy optimista por la brecha de formación tecnológica que se ve en muchas pymes españolas. No es un déficit de tecnología el problema, es la falta de formación o profesionales en el uso de la tecnología lo que hay que atender. La idea de los agentes digitalizadores está bien traída, y es la que habría que desarrollar: una task force privada, apoyada con fondos públicos, que trabajara por proyectos de digitalización y formación temporalmente dentro de las pymes o con los autónomos. Sobre la internacionalización del tejido industrial, mi perspectiva es mucho más optimista. El país tiene poca industria -comparativamente en términos de PIB-, pero es muy competitiva internacionalmente en cualquier mercado. Ya sea industria agroalimentaria, bienes de equipo, automoción y componentes, aluminio… Si estuviera menos presionada por costes y leyes, seguiría creciendo naturalmente.

 

¿Desarrollos tecnológicos como el fintech, el big data o la inteligencia artificial se limitan a grandes empresas o están siendo utilizados también por las pymes? 

Las fintech sí que se están adoptando velozmente por las pymes. La agilidad y menores costes las convierten en una opción mejor para muchas empresas pequeñas y medianas. Otra cosa es el big data o, más allá, la inteligencia artificial. La transformación digital debería llevarlas en esa dirección rápidamente, convertirlas en empresas data-driven. Sin embargo, la escasez -y carestía- de profesionales que puedan desarrollar estos proyectos les obliga a sufrir una mayor desventaja frente a las corporaciones de mayor tamaño. Una respuesta, envenenada, es lo que está ocurriendo en el mercado: grandes empresas ofrecen esas soluciones de data analytics a las pequeñas, pero guardándose el conocimiento y la información de los datos. Es cierto que ayuda a las pymes, pero agranda la desventaja por el lado de las grandes, véase el caso Amazon, y suscita investigaciones y denuncias de los tribunales de competencia. 

 

¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?

El papel que juega el seguro de crédito en este escenario es esencial. Es el caso contrario a lo que acabo de relatar en la anterior respuesta: el seguro de crédito crea valor compartiendo la información de riesgo comercial con sus asegurados, y con el resto del ecosistema económico. Gracias a su profundo conocimiento en tiempo real de los impagos y sus tendencias, permite a las empresas planificar y gestionar mejor sus objetivos. Y, cuando hablamos en términos de negocio, está claro que se ha convertido en la herramienta imprescindible para acompañar a una empresa en su aventura comercial, ya sea cuando se introduce en nuevos mercados, como cuando monitoriza su actividad en los ya conocidos.