Luis Vicente Muñoz

CEO en Capital Radio, periodista y emprendedor

“Las nuevas generaciones de pymes ya nacen con un plan de negocio internacional”

"El seguro de crédito se ha convertido en un elemento imprescindible del desarrollo de negocio internacional"

Por Javier Labiano

A su juicio, ¿cuál es el futuro de la radio económica?

El futuro de la radio económica presenta un aspecto fascinante, porque la economía y los mercados son los que están anticipando mejor el impacto que tendrá en nuestras vidas la Cuarta Revolución Industrial. A diferencia de otras radios temáticas, la económica ofrece una conexión holística con los cambios profundos que vive nuestra sociedad. Aporta interpretaciones más completas y complejas que el simplismo que acarrea habitualmente la información política predominante en los medios generalistas. Ese futuro irá muy ligado a la expansión de usos del audio. La voz crecerá como herramienta de interacción con las máquinas, y también como instrumento de información, entretenimiento e información ‘on demand’. Ya estamos viendo la explosión de los ‘podcast’, y el enorme valor que aportan a nuestro tiempo. Son productos capaces de adaptarse a nuestros hábitos, a diferencia -por ejemplo- de la televisión, con la que somos nosotros los que debemos adaptarnos a mirarla. Creo que la radio, el audio, seguirán siendo las conexiones más compatibles con el resto de las actividades de los seres humanos.

¿Cómo han cambiado las noticias económicas con las redes sociales y las fake news?

La información falseada y los bulos están viviendo un momento dorado. Aún existen muchas personas que se creen “lo que ven en internet”, como “lo que dice la tele”. La información económica, que necesita de altos estándares de rigor, está sufriendo mucho, aunque no se trate de algo nuevo. Los medios necesitamos recordar -e insistir- a nuestros usuarios que no podemos publicar cualquier cosa que no esté contrastada y debidamente confirmada. Que eso es lo que nos hace fiables y nos distingue de cualquier otra persona, fuente o avatar que publique en las redes sociales. El problema es que estamos situados en el mismo ‘time-line’ de los usuarios, sin más distinción que el nombre. Eso es un problema.

¿Qué otras complicaciones encuentra?

Hay otras complicaciones para la información económica. Las empresas están creando sus propios medios de comunicación. Cuentan lo que quieren y esconden lo que no les interesa. No hay criterio periodístico, ni compromiso con la información, sino sólo con sus fines comerciales y de cuidado de marca. Muchas personas confunden la fuente original con la veracidad en la información. Es un grave error. Trabajar la información exige mayor profundidad de la que aportan las fuentes originales de los hechos o los datos. Sin embargo, esas mismas empresas han sido los anunciantes de los medios tradicionales, y ahora están derivando recursos hacia sus propias comunicaciones en esos mismos soportes digitales que usan los periodistas. Y esto significa una fuerte caída de los ingresos de los medios, la entrada en crisis de su modelo de negocio y, por consiguiente, una bajada de la calidad de las informaciones periodísticas por disponer de menores ingresos.

España es el cuarto mejor país para vivir y trabajar según los expatriados. ¿Nos quejamos entonces los españoles de vicio o es que ellos viven en una burbuja?

Esa apreciación tiene que ver con el estilo y la calidad de vida en España. Hay tres factores que ejercen una poderosa atracción: el sol que aporta vitalidad y anima las relaciones humanas, la gastronomía excelente, y la flexibilidad e improvisación sociales que hacen mucho más divertida la vida. Para cualquier expatriado, estos elementos marcan una diferencia impresionante con otros destinos. Cosa aparte es cómo somos los españoles, con el endémico problema de baja autoestima que padecemos, el alto nivel de envidia y crítica que sufrimos, y el comportamiento informal o falta de seriedad y exigencia que mantenemos en muchos ámbitos de nuestras vidas. Es posible que no sea el país lo que no nos guste, sino nosotros mismos al reconocernos en esos comportamientos.

Entre las pymes, ¿cuáles son los sectores más propensos a la internacionalización?

En el mundo pyme las empresas que se internacionalizan con mayor facilidad son aquéllas de base tecnológica y que venden servicios. Es decir, se observa una mayor habilidad en las nuevas generaciones de pymes, que ya nacen con un plan de negocio internacional, y con modelos de negocio flexibles, capaces de adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado. Sin embargo, es cierto que las que cruzan fronteras como proveedoras de grandes multinacionales tienen ventajas añadidas a la hora de introducirse en nuevos mercados.

¿Qué sabe del seguro de crédito y del papel que ha jugado en la crisis?

El seguro de crédito ha sido, es y será una herramienta imprescindible en la internacionalización de la empresa, independientemente del tamaño o sector. Tanto en la bonanza, como en la crisis su utilización ha fortalecido la experiencia exterior de las empresas. La gestión del riesgo no se entendería hoy sin el seguro de crédito. En mi opinión, ha dejado de ser una opción para convertirse en un elemento imprescindible en el desarrollo de negocio internacional.

Usted tuiteó recientemente que nacen menos niños en España, pero también menos empresas. ¿Qué le parece más preocupante?

Los dos datos me parecen preocupantes, cada uno en su dimensión. A pesar de que el emprendimiento parece estar de moda, la estadística de Iberinform es rigurosa en su recuento y muestra algo parecido a un cansancio en la actividad económica de España. Y no sería tan descabellado pensar que un crecimiento menor de la población comienza a notarse también en un menor dinamismo en la creación de iniciativas empresariales. Está sucediendo algo muy curioso. En muchas empresas se trabajan planes estratégicos para conectar con los millenials, con las nuevas generaciones que sigan comprando sus productos o servicios. Pero se están encontrando que la población que crece no es la que viene detrás de nosotros, sino la de mayores y próximos jubilados. Así que, o se enfoca al comercio exterior, hacia mercados donde la población es emergente y la clase media está engordando, o el mercado interior comienza a quedarse algo estrecho.

¿Cómo cree que evolucionará la economía española en el segundo semestre de 2019?

La economía española está demostrando una enorme resiliencia este año. A pesar de la desaceleración que se comprueba en toda Europa, mantiene unos buenos ritmos de crecimiento y de creación de empleo, aunque no sean ya tan vigorosos. Pero no perdamos de vista que el ciclo español suele ir por detrás. Durante los años de la crisis, el sector exterior tuvo un excelente comportamiento y permitió la recuperación del país. Ahora, estamos viviendo de esas rentas en el mercado interior, junto con la vitalidad del turismo, pero en algún momento se frenará con los principales mercados destino parados. Alemania, tras Italia, es posible que entre pronto en recesión técnica. Esto lo tenemos que notar.

¿Están haciendo los deberes en digitalización las empresas españolas?

Creo que hay una fuerte concienciación, mucho trabajo en marcha, en parte por miedo a quedarse atrás, pero visión cortoplacista. El error más habitual es creer que la digitalización es algo que se hace y ya está, y no entenderlo como un proceso dinámico permanente no opcional. Hay grandes paradojas, incluso entre competidores. Empresas pioneras e innovadoras que lo están haciendo muy bien y otras, en las que se nota una fuerte resistencia al cambio. El mercado comienza a ser cruel con quien no se ajusta a los tiempos, bien porque se adelanta demasiado y no amortiza la inversión y cae víctima de la obsolescencia tecnológica; bien porque sigue víctima de la confusión y no toma decisiones a tiempo que le dejan por detrás. La gran cuestión es que la digitalización supone transformación, en muchos casos, de los modelos de negocio tradicionales. No todo el mundo está preparado, ni dispuesto, a ser “otra cosa”.