José Luis Cárpatos

Socio y director de inversiones de Gloversia Capital EAF

“La estanflación va a acompañarnos durante la primera parte de 2024”

"El seguro de crédito es algo imprescindible en una situación que no va a mejorar en un tiempo destacable".

Por Javier Labiano

¿Cómo evolucionará la economía española en el cierre de 2023?

Creo que con problemas, como está sucediendo en todas las potencias de la zona euro. Aunque los datos de PIB se mantienen por encima de los demás países importantes, hay que hilar más fino. Se ha demostrado con el tiempo que el mejor indicador para saber en qué parte del ciclo económico estamos en realidad, teniendo en cuenta el retraso con que el PIB indica las cosas, es fijarse en los PMIs que calcula Markit. Es una encuesta que se realiza a los directores de compras de empresas importantes, donde se excluye al sector público y ponderando las respuestas según el tamaño de la empresa. Hace cálculos, separando servicios, donde hoy por hoy tenemos a la mayor parte de la economía y manufacturas. Pues bien, todos los PMIs, tanto de servicios como de manufacturas, de los cuatro países más importantes de la zona euro, incluida España, muestran contracción. Es decir, lecturas por debajo de 50. Esto nos indica la fuerte debilidad en la que estamos entrando todos, sin excepciones. El daño que ha hecho el BCE subiendo tanto los tipos en su lucha contra la inflación ha llegado a España y debemos ser muy prudentes con las previsiones reales que, como acabamos de razonar, no son buenas. 

 

¿Cuáles serán las consecuencias?

Los políticos europeos tienden a minimizar estos avisos, pero hay que tomarse la situación en serio. La caída de la demanda de crédito en toda la eurozona a niveles mínimos en muchos años es algo grave y que no augura nada bueno para la economía. Parece que tras la subida del 14 de septiembre, el BCE va a tener que parar la subida de tipos porque empiezan a crujir las cuadernas de la economía. España resistía con el sector de manufacturas deteriorado, pero ahora el de servicios también está débil. La estanflación parece que va a ser la palabra usada próximamente en todas las potencias de la zona euro, incluida España. Es decir, crecimiento bajo o negativo con inflación tensa. Especialmente problemática es la situación en la primera potencia, Alemania, donde se pronostica un crecimiento del -0,3% para este año. Y, al final, la capacidad de contagio de este país es muy alta respecto a los demás. 

 

¿Qué expectativas maneja para 2024?

Como continuación de lo dicho anteriormente, lo normal es que fuéramos viendo como la inflación se va moderando de manera más clara. Hay mucho pesimismo entre los analistas a este respecto, pero muchos indicadores nos muestran que lo normal es que se tienda poco a poco a la normalidad. Aunque el último tramo de bajada hacia los objetivos del BCE del 2% van a ser difíciles. De momento, el BCE ha subido sus previsiones de inflación para el 2024 del 3 al 3,2%. En cuanto al crecimiento, las posibilidades de grandes crecimientos en 2024 son bajas. El BCE habla de tan solo un 1% para el conjunto de toda la eurozona. La estanflación va a acompañarnos con claridad durante la primera parte del año en 2024, con posibilidades de mejora posterior. El gran problema es que en la segunda parte del año podría surgir un factor negativo con gran capacidad de contagio. La aparición de la recesión en Estados Unidos. Allí no ha aparecido aún como está sucediendo en Europa, porque las empresas están financiadas a tipos casi cero desde la época del covid-19. Hasta que no vaya venciendo esa financiación y pasen a pagar los tipos de interés actuales no va a aparecer la recesión. En estos momentos las grandes empresas, gracias a este factor comentado, en Estados Unidos no solo no han tenido una subida de los intereses de la financiación, como sería lo normal, sino que hasta han bajado. Históricamente, los despidos y los problemas solo aparecen cuando estos costes se elevan. 

 

¿A qué retos se enfrentará el comercio global?

Creo que, tras salir ya totalmente del gran problema de los cuellos de botella, el gran problema actual es enfrentarse a la debilidad económica que nos alcanza por todos lados como consecuencia de las subidas de tipos masivas de los bancos centrales. También el problema de la debilidad de la economía china que no consigue reponerse y tiene una capacidad enorme de causar problemas al resto del mundo. El exceso de proteccionismo parece que será de nuevo un problema en 2024. No se ven intenciones de mejorar en este aspecto a las grandes potencias. 

 

¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?

No va a ser un año el 2024 demasiado brillante ante las consecuencias de las fuertes subidas de tipos. Las morosidades están creciendo a todos los niveles. Hemos visto casi lo impensable este año con la segunda rebaja de rating del propio Estados Unidos en dos años. Es fácil imaginar los problemas conforme bajemos el nivel… El seguro de crédito es algo imprescindible en una situación así, que no va a mejorar en un tiempo destacable.

 

¿Por qué aconseja a los inversores no fijarse tanto en la situación macroeconómica del momento?

Estamos en una época de transición muy compleja. En una fase de estanflación en Europa. Donde los grandes bancos centrales mundiales están cesando ya la fase de subidas de tipos. Excepto el banco central de Japón, que va muy retrasado y empieza ahora a endurecer posturas. Históricamente, tras estas fases de subidas de tipos empiezan las recesiones. Pero los mercados todo lo anticipan mucho. A corto plazo no se puede operar ahora mismo fijándose en la macro. Europa tuvo una subida formidable cuando la macro era muy negativa. Wall Street tocó mínimos en 2022 cuando todo parecía indicar, con la inversión de las curvas de tipos, que venía lo peor. Al final la recesión se ha retrasado mucho. Además, en los extremos de los ciclos, tanto positivos como negativos, las bolsas tienden a reacciones finales muy exageradas e incluso absurdas, pero que ahí están. Un operador se puede poner corto ante unas perspectivas macro horribles y sufrir pérdidas imposibles de asumir y, entonces, muchos meses después el mercado hace lo lógico. Sigo pensando que, a corto plazo, es decir a meses vista, la macro es peligrosa como único factor determinante de la operativa. 

 

¿Sigue existiendo un desacoplamiento entre los datos macroeconómicos y el comportamiento del mercado?

Totalmente. Los mercados se comportan de forma anómala desde hace tiempo. Y es que ha entrado en juego un factor que antes no existía. La intervención total y directa de los bancos centrales en los mercados. Un banco central de Japón, por ejemplo, compra bonos y bolsa en grandes cantidades y distorsiona completamente el mercado. Los otros bancos centrales en mayor o menor medida están exactamente igual. Es tan fuerte esta nueva conexión entre bancos centrales y bolsas que el indicador que mejor puede guiar es el tamaño del balance de los bancos centrales. Cuando suben las bolsas están subiendo y cuando bajan se paran o caen. No hay factor macro más importante que éste, la vigilancia de lo que hacen los bancos centrales. Por lo tanto, quedan empañados los tradicionales indicadores que el mercado seguía anteriormente. El análisis es actualmente mucho más complejo y hay que introducir en el mismo muchos más factores. Además, hay otro enorme factor distorsionador. La importancia que están suponiendo para los mercados unos pocos valores. En Europa es el sector de lujo y, muy especialmente en Estados Unidos, el tecnológico. Solo siete valores mueven de una manera desproporcionada los grandes índices de Wall Street. Y sus movimientos no siempre son lógicos. Si añadimos el interés actual por la IA aún se complica mucho más todo. 

 

El banco central chino ha aumentado sus reservas de oro por décimo mes consecutivo. ¿Qué lectura deduce de ello?

Efectivamente China compra mucho oro actualmente, pero las causas de por qué lo hace son muy difíciles de conocer. Y más en un régimen político realmente hermético. Los operadores especulan con que posiblemente se deba al empeño de China en conseguir una cierta desdolarización del sistema financiero mundial y fortalecer su divisa y darle mayor importancia, algo que desde luego no está consiguiendo. Algunos analistas políticos temen que esté acumulando oro con la intención de atacar Taiwán y aguantar las subsiguientes sanciones como hizo Rusia en su momento. Es muy difícil saber sus verdaderas intenciones. Además, no solo está China comprando mucho oro, se están viendo compras de otros países bastante inusuales.