José Ignacio Conde

Catedrático de Economía en la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de Fedea

“Pronto empezarán a exigirnos mayor disciplina fiscal”

“El seguro del crédito puede ayudar a eliminar las restricciones al crédito; es clave entender que el acceso al crédito mejora el funcionamiento de las economías”.

Por Javier Labiano

¿Cuánto podría crecer la economía española en 2024?

La economía española en 2023 ha entrado en un proceso de desaceleración, aunque terminará el año creciendo un 2,4%. Las perspectivas para el 2024 son de un crecimiento algo menor, en el entorno del 1,6 o 1,7%.

 

En este marco, ¿qué retos económicos tendrá que superar nuestro país?

El principal reto de la economía española para 2024, sin duda, va a ser el fiscal. Probablemente, se activen nuevamente las reglas fiscales y el objetivo del alcanzar un déficit del 3% del PIB va a ser muy difícil de conseguir. Muy probablemente, el déficit estructural se ampliará durante 2024 y, dado el elevado nivel de deuda pública que tenemos, pronto empezarán a exigirnos una mayor disciplina fiscal.

 

¿Qué pros y contras presenta una economía de servicios como la española?

Si nos referimos al sector servicios asociado al turismo y al ocio, el principal inconveniente es conseguir mejoras en la productividad. Pero el principal activo es que, al ser una actividad donde principalmente las tareas son manuales, se va a enfrentar mejor al cambio tecnológico que otros sectores donde un mayor porcentaje de tareas pueden ser automatizadas.

 

En este ámbito del mercado laboral, ¿qué otros problemas deberían afrontarse, además de la reducción de la temporalidad?  

En un artículo, utilizando una novedosa base de datos que cubre todos los registros diarios de creación y destrucción de afiliados a la Seguridad Social, hemos visto que, si bien la reforma ha demostrado ser muy eficaz en la reducción de la tasa de temporalidad contractual, no parece haber sido tan eficaz en la mitigación de la precariedad o inestabilidad laboral, o en la reducción de la tasa de temporalidad empírica. Por lo tanto, tasa de temporalidad, que era el principal indicador para medir la precariedad laboral en países con un mercado de trabajo dual como el español, no es seguramente la mejor herramienta para medir la precariedad. Ciertamente, hay que buscar otras formas de medir la precariedad que no se basen sólo en la estructura por tipos de contratos, sino que tengan en cuenta también otras variables y en particular la duración real de los contratos.

 

¿Qué impactos puede tener la digitalización en las políticas económicas de los países europeos? 

Nos estamos enfrentando al cambio tecnológico más intenso experimentado por la sociedad en toda la historia. Además, de forma simultánea con otros dos grandes retos globales, como son el envejecimiento y la crisis climática. El desafío de la revolución digital va a obligar a hacer muchos cambios en todos los ámbitos. Desde el mercado laboral con las nuevas formas de empleo a través de plataformas, pasando por la educación que debe ser más importante que nunca, pues o bien sigue el ritmo de la tecnología o el resultado será una mayor desigualdad, hasta el diseño de las ciudades, ya que como resultado del fenómeno de la aglomeración asociado a la economía digital el crecimiento y el empleo se va a concentrar en ellas.
 

¿Qué efectos conlleva el progresivo envejecimiento de las sociedades, especialmente en los países más industrializados?

El impacto sobre la economía es claro, se acabó el dividendo demográfico que nos permitía crecer en renta per cápita sin aumentos de la productividad. Aparece el reto sobre cómo financiar programas como las pensiones, la sanidad o la dependencia. Pero, como ponemos de relieve en nuestro último libro “La Juventud Atracada”, de editorial Península, aparece el problema de la demografía política. La pérdida de peso electoral de los jóvenes ha llevado a los políticos a pensar solo en el aquí y ahora. Se ha perdido el enfoque a largo plazo, pues se necesita tener en cuenta a las futuras generaciones para afrontar los grandes retos globales. España ha dejado de invertir en educación, acceso a la vivienda o pobreza infantil, y de medidas contra la crisis climática o mejora de la productividad, ni hablamos. Nunca es el momento de acometerlas.

 

¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?

El seguro del crédito puede ayudar a eliminar las restricciones al crédito que pueden tener las empresas y las familias. Es clave entender que el acceso al crédito mejora el funcionamiento de las economías. Lamentablemente, tenemos familias y empresas que tienen restringido su acceso y con ello no pueden desarrollar su potencial. El racionamiento del crédito aumenta la desigualdad.