José Carlos Díez

Associate Partner de LUAfund, profesor economía de la Universidad de Alcalá y asesor del PNUD de la ONU para América Latina

“La elevada deuda mundial supera ampliamente la de 2008”

“Es irracional no contratar un seguro de impago de tus clientes, la geopolítica ha aumentado el riesgo y las empresas deben cubrir sus riesgos”

Por Javier Labiano

Está especializado en crisis financieras, ¿qué países afrontan hoy los mayores problemas?

La globalización ha sido principalmente financiera y los mercados están más integrados, los mercados más eficientes, pero también más vulnerables a contagios. El problema de fondo es la elevada deuda mundial, que supera ampliamente la de 2008 cuando quebró Lehman Brothers. Entonces, era deuda principalmente de familias de países desarrollados para comprar vivienda; hoy los países emergentes también han aumentado su deuda, principalmente China.  El dólar sigue siendo la moneda de reserva, Estados Unidos tiene una deuda pública por encima del 100% del PIB y un déficit público el pasado año superior al 8% del PIB. La situación fiscal americana es insostenible y, encima, Trump promete bajadas de impuestos. Si gana en noviembre puede aumentar la inestabilidad financiera. En Europa las deudas privadas son menores que en 2008, pero las deudas públicas de algunos países son muy superiores. Los países rescatados en 2012, Grecia, Portugal y España, son muy vulnerables al contagio, y a esos hay que sumar Francia e Italia con deuda pública muy elevada. Pero, como siempre, los países más vulnerables a la deuda son los menos desarrollados, especialmente en África. Se endeudaron con tipos bajos y ahora la subida de tipos de la Reserva Federal hasta el 5,5% ha aumentado significativamente el servicio de su deuda externa y muchos no la pueden atender. Estos países necesitan afrontar la transición energética y climática y no tienen recursos para conseguir. Es clave que los socios del Banco Mundial aumenten el capital del banco en una conferencia que se celebrará el próximo año en España para poder financiar las inversiones que esos países necesitan.    

 

¿Cómo evolucionará la economía global?

Todos los datos anticipan un mayor crecimiento y menor inflación. En 2022 y 2023 China estuvo muy afectada por el pinchazo de su burbuja inmobiliaria que drenaba tres puntos de crecimiento anual y el comercio mundial estuvo casi estancado. Desde el pasado otoño China se está recuperando y el comercio mundial crece. Para compensar la debilidad de su demanda interna, ha devaluado su divisa y contenido los salarios y, de nuevo, vuelve a exportar deflación al resto del mundo. La inflación de bienes industriales no energéticos en España llegó al 6% en 2023 y, de nuevo, está próximo al 0% como antes de la pandemia. Los datos de empleo y de consumo en España dan señales de recuperación y las exportaciones están mejorando, especialmente a nuestros socios europeos que están saliendo de la recesión. De momento, todo indica que 2024 será un buen año económico.

 

¿Quién liderará la economía mundial dentro de diez años?

En PIB, China; en renta por habitante, Estados Unidos. China ha avanzado muchísimo desde 1980, pero sigue teniendo una productividad total de los factores un 80% inferior a la de Estados Unidos y su renta por habitante es una tercera parte de la americana. Asia concentra la mayor parte del crecimiento mundial, con India tomando protagonismo y varios periféricos asiáticos destacan: Corea del Sur, Taiwán, Malasia… En Occidente, Israel e Irlanda son países también de alto crecimiento. 

 

¿Necesita la Unión Europea mayores inversiones para hacer frente a la competencia de Estados Unidos y China?

Europa ha decidido limitar el uso de los datos y dejar de competir con Estados Unidos y China en la revolución de la inteligencia artificial y la nueva era de la digitalización, y ha perdido su ventaja competitiva en el sector del automóvil, nuestro gran sector de exportación. China hoy es líder tecnológico en coches eléctricos y saca a las marcas europeas diez años de desarrollo tecnológico. Y las grandes tecnológicas estadounidenses lideran la revolución de la inteligencia artificial. Europa siempre tiene los mejores estándares para invertir y Estados Unidos tiene las inversiones. Europa debe abandonar su obsesión por el relato y pasar a la acción en desarrollo tecnológico e industrial. 

 

¿Qué nuevas reformas considera necesarias en el ámbito del mercado laboral?

España necesita una revisión completa de su regulación laboral, todas las reformas del mercado de trabajo de los últimos 40 años han fracasado. Necesitamos más flexibilidad para las empresas y, a su vez, más seguridad para los trabajadores, sobre todo los más vulnerables. Tenemos la mayor tasa de paro, especialmente juvenil, la mayor volatilidad del empleo, creamos mucho en la fase expansiva y destruimos mucho en la recesión, a pesar de tener los costes de despido más altos de la OCDE, y la tasa de pobreza y precariedad más alta. La democracia ha traído muchas cosas buenas a los españoles desde 1978, pero en el mercado de trabajo hemos sido incapaces de modernizar la regulación fascista y extremadamente ineficiente que heredamos de Franco. 

 

¿Qué otras actuaciones cree urgentes en la economía española?

Hay que desarrollar el mercado de capitales, especialmente para las pymes, con innovadores y globales con alto potencial de crecimiento y creación de empleo. La transición climática va a requerir la mayor inversión que jamás haya hecho la especie humana para superar el reto y los países que tengan mejores instituciones para transformar el ahorro en inversión serán los que triunfen. 

 

¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?

Fundamental. La geopolítica ha aumentado el riesgo y las empresas deben cubrir sus riesgos y centrarse en su negocio y en crear valor para sus clientes mejor que su competencia. Es irracional no contratar un seguro de impago de tus clientes que, si se produce el evento, lleva a la quiebra a tu empresa.