José Carlos Díez

Presidente de LUAfund, profesor economía de la Universidad de Alcalá y asesor del PNUD de la ONU para América Latina

“Si una empresa no tiene una posición digital competitiva, sus clientes se irán a otra compañía”

"El seguro de crédito es mucho más necesario que los créditos del ICO"

Por Javier Labiano

¿En qué condiciones afronta la economía española el último trimestre del año?

En lo que se refiere a la pandemia, en unas condiciones muy complicadas; y en la parte económica, de forma dramática en algunos sectores como el turismo. En el ámbito económico el peor mes fue abril, en mayo se produjo una pequeña recuperación, que aumentó en junio cuando terminó el confinamiento, y en julio hemos visto un crecimiento más suave. A partir de la segunda semana de agosto ya se ha frenado la intensidad en la absorción de ertes y, seguramente, los datos de la afiliación de la seguridad social en este mes no serán buenos. Esto da paso a un otoño en el que hay que tener en cuenta que el sistema sanitario y los hospitales están mejor preparados y en el que veo poco probable que lleguemos a un escenario extremo de confinamiento total como sucedió en abril, pero evidentemente la actividad económica sigue muy parada.

¿Están siendo los ertes la medida más eficaz para frenar la destrucción de empleo?

Sí, y para frenar el cierre de empresas, ya que les alivia de una parte importante de sus costes, lo que les permite sobrevivir. Aunque evidentemente todas lo han pasado mal, sin los ertes muchas habrían desaparecido, despidiendo a todos sus trabajadores.

Una vez normalizada la situación, ¿será posible mantener el nivel de empleo o se producirán despidos masivos?

En julio tuvimos ya datos sin que existiera confinamiento ni ningún tipo de medida de restricción. Entonces hubo un 5% menos de afiliados con respecto al mismo mes del año pasado y un 5% de trabajadores en ertes, lo que supone un 10% menos de empleo en total. Esto quiere decir que el nivel de actividad también ha caído, prácticamente, un 10% en España, lo que es una brutalidad, mucho más que en la crisis de 2008.

¿Cómo valora las medidas para la recuperación económica tomadas por las instituciones europeas?

El Banco Central Europeo nos ha comprado 140.000 millones de euros en deuda pública al 0%, más ayuda que eso no te pueden dar. Y parece que en 2021 este apoyo continuará, lo que da tranquilidad, porque garantiza que no se va a producir una crisis financiera desproporcionada ni un rescate como pasó en 2012. Ahora hay que emitir mucha deuda pública y el apoyo del BCE proporciona garantía. Por otra parte, los fondos aprobados por la Comisión Europea son también un gran avance. La aplicación del Next Generation, destinado directamente a la inversión pública, dependerá de la capacidad de las administraciones central y autonómica, ayuntamientos y diputaciones, de presentar proyectos, aprobarlos y ejecutarlos rápidamente. Pero en este punto yo no soy muy optimista porque lo que estamos viendo en 2020 es que tenemos una administración lenta y esclerótica. En la gestión de la pandemia ha habido errores de planificación, pero también de ejecución. Por ejemplo, no se puede aprobar una medida y tardar cinco meses en ejecutarla, como está pasando con el ingreso mínimo vital. Y es que tenemos una administración pública que aún no se encuentra digitalizada ni está utilizando la tecnología.

Pero, parecía que precisamente la situación creada por la pandemia estaba acelerando esta digitalización…

Pedir a funcionarios analógicos que hagan planes digitales para conseguir fondos de la Unión Europea es complicado. Si eres analógico no entiendes el mundo digital y lo rechazas porque te parece una amenaza, lo que supone un hándicap. Yo crearía comités independientes, fuera de los ministerios, para agilizar esos procesos porque si no vamos a ser el último país en recibir los fondos.

¿Una vez conseguida la vacuna, ¿en cuánto tiempo se volverá a los niveles de consumo y crecimiento anteriores a la pandemia?

En la mayoría de los sectores se tardaría poco porque el consumo interno se recuperaría rápidamente. Sin embargo, el turismo tardará más en volver a la normalidad y pasarán años antes de que volvamos a contar en España con 85 millones de turistas. De cualquier manera, con o sin vacuna, todas las pandemias de coronavirus tienen fecha de caducidad, el virus va mutando y debilitándose.

¿Qué cambios estructurales necesitará el sector turístico para acelerar su recuperación?

Antes del covid-19 ya se estaban produciendo algunos cambios estructurales, como los relacionados con los turoperadores y otros procesos, que ahora se han acelerado. Entre ellos, la digitalización, la creación de agencias de viajes virtuales y las nuevas fórmulas de búsqueda de hoteles y clientes. El sector turístico y hotelero tiene que adaptarse a todo ello más rápidamente y yo creo que lo hará. Aunque la crisis sea dura, nuestras excelentes playas, clima, comida y gente agradable siguen estando ahí y no van a desaparecer. Lo que sí habría que mejorar un poco es la imagen del país. Los turistas internacionales buscan seguridad física y sanitaria, y España ha sufrido un coste de reputación muy alto por la gestión de la pandemia y a las cuarentenas impuestas por algunas naciones.

Las crisis suelen generar también un aumento del ahorro entre la población. ¿Está sucediendo igualmente en este caso?

Sí, de hecho, ya se ha producido. Los datos muestran que el hundimiento del consumo ha sido mayor que el de la renta, por lo que la tasa de ahorro ha subido. Donde va a haber un problema en este sentido es en las empresas. Es verdad que éstas partían de niveles de ahorro altos, pero estaban muy concentrados en compañías medianas y grandes, y no en las pymes y micropymes, que no tenían el suficiente colchón de ahorro.

¿Qué cambios introducirá la digitalización en las empresas?

Es un fenómeno transversal, que afecta a todos los sectores y que supone un cambio en los canales de comunicación entre el cliente y la empresa. Si tus clientes quieren conectarse contigo por canales digitales y tú no estás adaptado para tener una posición competitiva en este ámbito, tanto en comunicación como en marketing, ofertas, etc., acudirán a otra compañía.

La pandemia ha frenado la internacionalización de algunas empresas españolas. ¿Deben relanzarse ya estos procesos?

Para un país como el nuestro, de 46 millones de habitantes, el mercado debe ser el mundo entero. Tenemos un PIB y un nivel de empleo y salarios que no son soportables únicamente con la demanda interna. Por lo tanto, las empresas deben seguir con sus procesos de internacionalización o tendrán problemas.

¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?

El seguro de crédito es mucho más necesario que los créditos del ICO. Es verdad que el crédito del ICO está pensado para proteger el circulante, pero la gran masa del circulante es la relación cliente-proveedor. El seguro de crédito es clave para sujetar ese canal de financiación a corto plazo, y si no funciona bien la economía tampoco lo hará.