José Carlos Díez

Presidente de LUAfund, profesor economía de la Universidad de Alcalá y asesor del PNUD de la ONU para América Latina

"Si el consumo no va acompañado de mejora de productividad y exportaciones genera déficit"

"Yo fui director financiero de una empresa y cliente del seguro de crédito y sé que juega un papel fundamental"

Por Javier Labiano

¿Cómo afectaría a España una posible reestructuración de la deuda griega?

Ya vimos en 2011 que, incluso, una reestructuración pactada generó mucho caos y fue una de las causas que volvió a meter a España en recesión. Es verdad que luego vino lo de Bankia y todo lo demás, pero evidentemente ese tipo de eventos son de alto voltaje y, aunque se hagan bien, es difícil que no tengan efectos secundarios. Si la re-estructuración no es ordenada y los socios europeos no están en disposición, Grecia tendría que hacerla fuera del euro.

Usted afirma que la productividad determina la renta por habitante a largo plazo. ¿Cómo prevé que evolucionen ambas durante los próximos años?

Esa es la clave en la que deberían estar el gobierno griego y, también, el español. Lo que se necesita ahora para salir de la depresión y elevar el nivel de empleo es aumentar la productividad, y lo que se ha hecho en España, y en Grecia con más intensidad, es destruir empleo. La clave es cómo hacer estrategias b, que mejoren la productividad a la vez que aumenten el empleo y mejoren los salarios.

Ese es el círculo virtuoso que hay que buscar, pero para ello existen tres condiciones previas. En primer lugar, hay que asumir que el muro de Berlín cayó; y Syriza, Podemos e Izquierda Unida todavía no lo han hecho. En segundo lugar, hay que asumir que estamos en un mundo global, en el que los chinos, taiwaneses, chilenos, sudafricanos y coreanos también quieren mejorar su nivel de vida; y la inversión y el aumento de productividad se está concentrando allí. Por lo tanto, la estrategia a seguir tiene que ser abierta y global, cerrarte hacia dentro es perjudicial y acaba con empobrecimiento.

¿Y la tercera condición?

También hay que tener en cuenta que se ha producido una revolución tecnológica. Y si uno se adapta bien al entorno digital, existe un mundo lleno de oportunidades. Se estima que en los próximos 15 años las clases medias van a aumentar en el mundo un 50%, y lo van a hacer en Asia y en los países emergentes, por lo que hay que desarrollar estrategias globales y acudir allí a buscar clientes. España es un país pequeño y abierto en un mundo global, por lo que puede contar con muchas oportunidades que debe aprovechar.

Con estas premisas, ¿qué estado de bienestar nos podremos permitir en el futuro?

Si se hace una estrategia de éxito y ganadora, si se aumentan los tipos de negocios, el contenido tecnológico, la diferenciación del producto y su complejidad, la productividad y los salarios, entonces podremos mejorar el estado del bienestar. En comparación con otros países europeos, nosotros no tenemos un estado del bienestar sobredimensionado. Si nos asustamos, como está haciendo el gobierno de Rajoy, y convertimos España en un país low cost, de turismo de todo incluido, a 50 euros la noche, tendremos que acabar con las pensiones y con el estado del bienestar.

No obstante, parece que ahora se está produciendo un despegue del consumo en nuestro país… 

Bueno, el despegue en ventas minoristas en 2014, según el INE, es solo del 0,9%. Va muy vinculado a la creación de empleo y a la reducción de salario, y luego tiene uno o dos componentes positivos, que son la bajada del petróleo y la gasolina y la bajada de impuestos, que este año va a liberar algo de renta. Pero el problema del consumo en España es que, si no va acompañado de mejora de productividad y de exportaciones, genera déficit por cuenta corriente, por lo que consumes endeudándote con el exterior.

¿Qué se debería hacer entonces?

Lo que debería hacer España es reducir su deuda externa para evitar que si Grecia tiene un problema nos afecte. Nuestra vulnerabilidad está en que nuestra deuda externa es muy elevada, somos el segundo país con mayor deuda externa del planeta, después de los Estados Unidos. Deberíamos estar en estrategias para reducirla, pero si aumentamos el consumo sin que éste vaya aparejado con exportaciones, tendremos déficit exterior y aumento de la deuda.

De todas formas, con lo que he comentado antes, el escenario para este año es que el consumo se vaya comportando bien, con un crecimiento débil pero positivo. Esto es condición necesaria, pero no suficiente, hay que hacer muchas cosas más.

¿Qué efectos tiene la caída del euro?

Junto a la caída del precio del petróleo, son las dos variables determinantes. En el sector turístico nosotros competimos directamente con el Caribe, Egipto y países del área dólar; y cuando abaratas tus productos en dólares lo que estás haciendo es encarecer los viajes al Caribe. Por lo tanto, tendremos más visitantes y deberíamos aprovechar para subir nuestros precios y atraer a turistas de más calidad, con más margen y precio. Y ahí habría que introducir más empleo, de mejor calidad, pagar y formar más y gestionar mejor los hoteles y los servicios. En definitiva, poner a funcionar toda la noria con más intensidad.

En cuanto a nuestras empresas industriales, el efecto es que han abaratado su precio, por lo que el aumento de márgenes tiene que servir para frenar la bajada de salarios y crear más empleo. Creo que es la mejor noticia que ha tenido España desde el verano.

¿Qué sabe del seguro de crédito y del papel que está jugando en esta crisis?

Yo fui director financiero de una empresa y cliente del seguro de crédito. Y sé que juega un papel fundamental, porque en una actividad comercial y de negocios, en una economía de mercado, el cobro es determinante. El seguro de crédito garantiza a las empresas que van a cobrar, lo que también les permite invertir. Por lo tanto, es una pieza clave para que una economía de mercado funcione, y yo me alegro de que en España estemos tan bien servidos.