Iñigo de Barrón

Periodista económico

“El empleo crecerá este año la mitad que en 2023”

"En la actual situación cobra más importancia el seguro de crédito como herramienta porque facilita la certidumbre" 

Por Javier Labiano

¿Qué perspectivas tiene la economía española para 2024?

Crecerá por encima de la Unión Europea, a tasas cercanas al 1,5%, por el efecto de los fondos europeos, el turismo, el consumo y las exportaciones. El turismo y las exportaciones serán los dos motores principales de la economía española y, si añadimos que los tipos de interés van flexionando a la baja, desde el verano, tendríamos aún más motivos para pensar en que puede haber más inversión empresarial y en bienes y equipos, así como un poco más de consumo. Pero todo esto sucederá si el mercado laboral mantiene su resistencia a la evolución de los acontecimientos relacionados con la geopolítica, entre ellos los conflictos de Rusia con Ucrania, el Golfo y la posible llegada de Trump al Gobierno de Estados Unidos, con las iniciativas proteccionistas que podría tomar en ese caso. Entre ellas, se ha hablado de una hipotética salida de Estados Unidos de la OTAN, algo que creo que no puede llevar a cabo, pero que con solo anunciarlo generaría un desconcierto geopolítico mundial importante.

 

¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?

En esta situación cobra más importancia como herramienta fundamental para las empresas exportadores porque facilita certidumbre y posibilidad de planificar precios, ingresos… 

 

¿Cuáles son las principales preocupaciones económicas de los españoles?

La carestía de la cesta de la compra, el alto coste de los alquileres y de la vivienda unido a los escasos salarios, sobre todo para los jóvenes, y la precariedad en el empleo. 

 

¿Cómo cree que evolucionará en 2024 esa carestía de la cesta de la compra y la inflación?

En principio, los grandes indicadores reflejan una caída de la inflación a niveles cercanos al 3 o 2,5%, que sería el horizonte más benigno al que nos conducen las previsiones económicas. No obstante, hay un factor que puede desencadenar un escenario distinto, que es el de los conflictos de Oriente Medio. Si se incrementan los problemas en el paso de los buques por el Mar Rojo y el Estrecho de Ormuz podríamos ver subidas del precio del petróleo y, por lo tanto, de la gasolina y de los alimentos. En definitiva, hay una tendencia hacia la normalización, salvo que, como digo, este conflicto vaya a más y acabe provocando una escalada del precio del petróleo, que tendría un efecto dominó sobre los demás bienes y podría volver a golpear la cesta de la compra.

 

En cuanto al empleo, ¿qué cambios espera?

Creo que en 2024 el crecimiento del empleo no seguirá el mismo ritmo que tuvo en 2023, cuando se crearon más de 500.000 nuevos puestos netos. Calculo que durante este año continuará incrementándose, pero crecerá aproximadamente la mitad. Además, hay un factor muy interesante a seguir, que es la nueva subida del salario mínimo y ver qué repercusión tendrá en el mundo laboral. Hasta ahora, los incrementos de los salarios mínimos no han frenado la creación de empleo, pero este año, después de una subida acumulada considerable, habrá que estar muy atento para ver cómo reacciona el mercado laboral. 

 

¿Por qué los jóvenes siguen teniendo tan difícil su emancipación?

La subida de los alquileres y de la vivienda ha sido muy superior al incremento salarial. Por otro lado, la precariedad laboral, por su temporalidad o escasa seguridad, dificulta más la emancipación de los jóvenes. 

 

¿Está de acuerdo entonces en que por primera vez los jóvenes tienen peor futuro que sus mayores?

Ese concepto es muy amplio y abriría un debate de muchos tipos, no solo económico sino también social, cultural y de otros aspectos. Ahora bien, creo que se ha vuelto a producir una burbuja muy importante en el mundo inmobiliario, aunque esta vez distinta de las que vimos en ocasiones anteriores. La de 2000 a 2008 fue una burbuja inflacionaria de precios por una abundancia enorme del crédito sin control y sin medir el riesgo. En esta ocasión no ha sido así. Ahora se trata de una subida que, según los últimos datos, ha llegado incluso al 60% en diez años en el precio de los alquileres; y ninguna renta salarial ha ido en paralelo a estos incrementos. Por eso, se ha vuelto a dar el mismo decalaje que se produjo en la crisis anterior, que los salarios no llegan para cubrir el precio de los alquileres y el esfuerzo que tienen que hacer los ciudadanos es enorme, excluyendo a muchos. Esto se ha manifestado de una manera más aguda en el alquiler que en el precio de la vivienda, aunque aquí también hay un incremento, aunque matizado por la subida de las hipotecas por los altos tipos. En resumen, el precio del alquiler está absolutamente desorbitado por la falta de oferta que se ha descompensado mucho con la demanda. Aunque no es un problema de burbuja inmobiliaria como sucedió otras veces, la descompensación ha sido igual y el efecto muy similar. Por otra parte, hasta ahora la ley de la vivienda no ha tenido efectos positivos, e incluso los ha tenido negativos porque ha podido retirar viviendas del mercado de alquiler.

 

¿Ha mejorado la cultura financiera de los españoles con respecto a la media de la Unión Europea?

Creo que ha mejorado algo sobre los niveles de la crisis de 2008-2012, pero no ha llegado a los niveles adecuados. Desconozco cuál es la media de la Unión Europea. 

 

¿En qué productos o sectores recomendaría invertir actualmente?

Tecnológicas, sobre todo fabricantes de microchips, turismo, banca, y renta fija.