David Galán

CEO de Bolsa General Asesores y director del Programa Superior de Análisis Bursátil de EF Bussines School

“Es posible que durante una temporada tengamos un escenario de estanflación”

“En este contexto de subida de tipos, el seguro de crédito parece una herramienta con importancia en auge”

Por Javier Labiano

La bolsa suele adelantarse a la economía real, ¿qué datos anticipa en este momento?

Yo creo que la bolsa descuenta que la crisis será breve, que los bancos centrales pausarán pronto la subida de tipos, y que la ralentización económica o la recesión frenarán o ya están frenando la inflación. Sí es posible que tengamos durante una temporada un escenario de estanflación, con una inflación por encima del 2% y bajo crecimiento. En ese contexto, encontrar compañías de calidad, a valoraciones atractivas, que crezcan y sean capaces de protegerse de la inflación, es clave. Hay que tener en cuenta que existe una correlación importante entre los beneficios empresariales y las cotizaciones en bolsa, pero no con el PIB de los países donde cotizan dichas empresas. De hecho, China ha crecido muchísimo en los últimos años, pero no su bolsa.

 

¿Qué se puede esperar del comportamiento de los mercados en 2023?

El año ha comenzado bien. Sigo siendo positivo con Europa, aunque ha subido mucho en los últimos meses: las bolsas de Reino Unido o de Francia están en máximos y, si añadimos dividendos, también lo están el Eurostoxx 600 o la bolsa española. Todo apunta a una continuidad de dichas subidas. En Estados Unidos está costando mucho más. De superar máximos del último verano, apuntaría a que lo peor ya ha pasado, pero hay algunas partes del mercado muy dañadas como en el Nasdaq, donde existen todavía muchas acciones medianas y pequeñas incapaces de superar resistencias o, incluso, marcando nuevos mínimos. Está siendo clave ser selectivos porque hay una gran dispersión de rendimientos entre sectores. Hemos tenido algunos subiendo muy fuerte en Estados Unidos durante el último año, como consumo básico, energía, seguros o alimentación y bebidas. Además, algunas farmacéuticas están subiendo con fuerza.

 

¿Hasta qué punto impulsar nuestra economía pasa por copiar a los países más exitosos?

Esto es algo que llevo repitiendo lustros. Si alguien quiere ser un buen escritor debería leer e inspirarse en los mejores, si quiere ser jugador de baloncesto tendría que estudiar a Jordan, Russell, Byrd, Kobe Bryant o LeBron James, y si quiere ser inversor habría de fijarse en Buffett, Lynch, Greenblatt, Druckenmiller o Paul Tudor Jones. Y, por supuesto, dado que muchas políticas económicas están sobradamente probadas en el laboratorio mundial, deberíamos copiar modelos de éxito y jamás modelos fracasados. Hay dos corrientes que, bien ejecutadas, han mostrado buenos resultados: socialdemocracia combinada con alta seguridad jurídica y libre mercado, como en países del norte de Europa, y liberalismo económico. Es decir, hay modelos de éxito con impuestos altos, siempre que vayan acompañados de alta seguridad jurídica, deuda controlada y libre mercado; y también con impuestos bajos combinado con seguridad jurídica y libre mercado, y con gran atracción de capital. La receta fracasada es el populismo con deudas desorbitadas e imprimiendo moneda de forma compulsiva. Eso nunca ha terminado bien. Desgraciadamente, a muchísimos ciudadanos y políticos les ciega la ideología y el sesgo de confirmación es brutal.

 

¿Qué facilidades cree que se deberían dar para impulsar la creación de empresas y la innovación en España?

Bajar impuestos, especialmente bajar impuestos a la contratación. Deberíamos atraer empresas y talento. Demonizar la riqueza es otra de las recetas directas al fracaso. Premiar la meritocracia y la generación de la riqueza es vital. El nuestro es un país de pymes, a las que les cuesta mucho crecer. Creo que sí se están haciendo algunas cosas en digitalizar la economía, pero deberíamos copiar medidas que han tomado países como Israel o Irlanda y reducir la deuda ajustando el gasto lo antes posible. Lo que ocurre cuando hay un despilfarro brutal y una deuda pública descontrolada es que la solución sencilla es crear, aumentar y asfixiar a impuestos a trabajadores y empresas, lo que no ayuda a que esas pymes puedan crecer y podamos tener un mayor número de empresas grandes generando empleo. Es algo que se puede ver a nivel bursátil. España tiene pocas empresas cotizadas en comparación a Italia o Francia.

 

¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?

Es el sistema más utilizado por las empresas españolas para protegerse del riesgo de impago. Se trata de una herramienta importante para las pymes, ya que proporciona seguridad en el cobro de los créditos o protege operaciones comerciales con nuevos clientes. En este contexto de subida de tipos, parece una herramienta con importancia en auge. Desgraciadamente, muchas empresas han cerrado durante la pasada crisis por culpa de impago de facturas y esperemos que no ocurra lo mismo en próximas crisis.

 

¿Cómo ha progresado la cultura económica de los pequeños inversores en los últimos años?

Creo que ha aumentado mucho. Recuerdo, durante la crisis de 2008-2012, publicar artículos en Bolsa General explicando lo qué eran las agencias de rating, la prima de riesgo o los CDS, y veía que la mayoría desconocía en aquellos momentos esos términos. Hoy en día son mucho más populares. También hay cada vez más webs y canales de Youtube enfocados en aumentar la cultura financiera. Lo he vivido en primera persona. En 2007 no había muchos proyectos enfocados en ampliar la cultura financiera, hoy habrá 20 o 30 veces más webs dedicadas a la inversión que entonces. Además, cada vez existen más inversores interesados en proteger su capital de la inflación, a través de inversión activa en acciones o con gestión pasiva vía ETFs o fondos indexados. A esto ha ayudado la aparición de muchos brokers con comisiones más bajas y los robo advisor o gestores automatizados. Pero, a pesar de que ha aumentado la cultura financiera, siguen siendo una minoría de ciudadanos los que profundizan en temas económicos, financieros y bursátiles. Todavía hay muchos que creen que eso de invertir en bolsa es cosa de ricos.

 

¿En qué medida el big data y la inteligencia artificial transformarán la sociedad y los empleos en la próxima década?

Sin duda, tendrán un gran efecto transformador. Desaparecerán muchos trabajos y aparecerán otros nuevos. Además, habrá numerosos empleos en los que será muy importante el uso de inteligencia artificial que, por lo tanto, constituirá una herramienta que dominar para poder mantener muchos trabajos. La IA estará presente en muchísimos sectores. Nuestros jóvenes, y no solo ellos, deben subirse a esta ola de inteligencia artificial, big data y robotización económica. En mi sector, el de la inversión en bolsa, es algo que ya lleva años cobrando relevancia. Es alucinante la cantidad de datos a los que podemos acceder, respecto a lo que podían hacer los inversores de décadas anteriores.