David Cano

Socio de Analistas Financieros Internacionales y Director General de AFI Inversiones Globales SGIIC

“Las empresas españolas se han internacionalizado de forma inteligente, cubriendo riesgos”

"Las empresas pueden dejar la cobertura de sus riesgos en manos de importantes instrumentos que funcionan eficazmente"

Por Javier Labiano

¿Cómo explica que 2018 fuera el segundo peor año en términos de rentabilidad de los activos financieros desde que nació el euro?

Es difícil de explicar y tengo que reconocer que es uno de los elementos que nos ha sorprendido. No tanto por la negativa evolución en la bolsa, que no fue demasiado intensa, sino porque se produjeran importantes caídas en renta fija de forma simultánea. Y el motivo no se encontraba tanto en un deterioro del ciclo económico, que no era tan fuerte. No funcionó el efecto diversificación y las pérdidas en renta fija fueron, proporcionalmente, muy importantes.

¿Desde cuándo no se producía una situación así?

Desde 2008, pero entonces quebró Lehman Brothers y tuvimos una grandísima crisis, y en 2018 no. Este es otro punto que nos ha costado mucho explicar. Ha habido una perturbación en los mercados financieros que solo tendría justificación si se hubiera producido un hundimiento de la economía y que esto no ha ocurrido.

Quizás, ¿podría ser la antesala de una nueva crisis?

Nosotros no lo pensamos, pero lo que sí creemos es que hubo varios motivos. Por una parte, el aumento de la prima por riesgo geopolítico asociada a la aversión entre Estados Unidos y China. Hemos tenido que digerir un aumento de la tensión política sin precedentes y con implicaciones desconocidas. Y, por otro lado, ha habido un endurecimiento de las condiciones financieras por parte de la Reserva Federal de EE.UU. Además, también tuvimos la tensión de Italia con la Comisión Europea y el Brexit. Seguramente, no ha habido un único argumento sino muchos juntos que nos llevan a explicar esta corrección en los mercados. Pero seamos sinceros, hubo una desproporción entre estos factores de riesgo y la caída de los mercados y, por eso, ahora estamos en la recuperación. Creo que el mercado se ha dado cuenta de que no tenía sentido esa tremenda caída de las cotizaciones y, a medida que lo ha hecho, estamos asistiendo a una recuperación de lo que fue claramente un exceso.

Aunque descartemos la crisis, sí que existe en la actualidad una situación de ralentización económica. En este escenario, ¿con qué pautas debe afrontarse la gestión de patrimonios?

Exacto, el diagnóstico de la actual situación es ese. Un pico en la tasa de crecimiento de la economía mundial, una pérdida de dinamismo y una ralentización, no una crisis. En ese entorno, ¿cómo hay que gestionar los patrimonios? Pues hay que seguir teniendo riesgo en las carteras. Solo si pensáramos que iba a haber una recesión quitaríamos riesgos. Pero un entorno de pérdida de dinamismo no invalida que se siga teniendo riesgo en las carteras, sobre todo porque es la única forma de seguir consiguiendo algo de rentabilidad, dado que los depósitos siguen sin pagar. Ahora bien, es muy importante saber de qué estamos hablando cuando medimos el riesgo y preguntarnos qué exposición queremos en renta variable y qué volatilidad debe tener mi cartera. Para conocer mejor nuestra sensibilidad al riesgo, un ejercicio recomendable sería hacer una simulación de lo que habría pasado con ella en el último trimestre de 2018 para comprobar cómo habríamos digerido las pérdidas de entonces.

¿Está de acuerdo con el consejo de Bruselas de culminar la reforma del euro ante la desaceleración y el Brexit?

 Totalmente de acuerdo. Cuando hablamos del mundo en su totalidad, nuestro diagnóstico es que estamos solo en una fase de desaceleración. Pero en Europa las perspectivas son peores y aquí sí hay un riesgo claro de que podamos caer en recesión. Ésta sería una prueba de fuego adicional para el área euro, porque habría que ver la capacidad de ajuste de la economía europea. La política monetaria no tiene margen de actuación, los tipos ya están en cero, el banco central no puede hacer mucho más, la política fiscal tiene un punto de exhausta y el margen de endeudamiento público es tremendamente reducido. Hoy por hoy, Alemania es el único país que aún tiene capacidad de acción en su política fiscal

Usted escribía recientemente que el factor de riesgo geopolítico existente en 2018 se ha moderado ahora de forma significativa. ¿Qué efectos tendrá esto entre los inversores?

Efectivamente, entre los factores de riesgo que había estaba la tensión entre Estados Unidos y China, el tema de Italia y otras situaciones como la de Brasil y México que llevaron a un aumento de la prima de riesgo exigida por los inversores, que explicó la caída de las cotizaciones. Sin embargo, ahora EE.UU. y China parece que están cerca del acuerdo, Italia ha cedido, y Brasil y México no parecen tan populistas. Esta caída de la incertidumbre política ha permitido una reducción de la prima por riesgo y los mercados están recuperándose. El único factor de riesgo que ha ido a peor ha sido el brexit, pero los mercados no le están dando gran importancia.

A su juicio, ¿qué han aportado las fintech a la gestión de inversiones?

De momento poco. Es verdad que, por ejemplo, cada vez hay más robo advisors, pero el patrimonio que están gestionando y asesorando aún no es muy elevado y tienden más a hacer gestión pasiva que activa. Otra cosa son los algoritmos y los sistemas programados para hacer trading, pero esa gestión no es nueva y no ha cambiado demasiado.

La globalización y la tecnología han impulsado el crecimiento mundial en los últimos años, pero también han aumentado las desigualdades entre la población. ¿Es posible corregir este desequilibrio?

No lo sé. Es un tema que me interesa mucho, pero sobre el que aún no tengo un criterio claro. Desconozco si realmente están incrementado las desigualdades y cómo lo están haciendo. Estoy leyendo todo lo que encuentro sobre el tema, pero todavía no tengo una opinión definida.

Cuando asesoraba a algunas multinacionales españolas en su actividad exterior, ¿qué consejos prioritarios les daba?

Sobre todo, conocer bien la situación de cada país y la coyuntura que atraviesa. La diversificación internacional tiene mucho sentido, pero es necesario realizar una cobertura de los riesgos financieros. Nosotros les ayudábamos primero a decidir en qué país debían estar y a conocer su situación; y, después, a cubrir los riesgos financieros derivados de esa inversión exterior, los de crédito, impago o divisas. El mercado internacional ha resultado ser muy exitoso para las empresas españolas. Una de las claves por la que éstas se están comportando mucho mejor que las de otros países es que se hayan internacionalizado y lo hayan hecho de forma inteligente, cubriendo los riesgos.

¿Qué sabe del seguro de crédito y del papel que ha jugado en la crisis?

Ha sido un papel muy importante. Bastante tienen las empresas con centrarse en todas las preocupaciones sobre su negocio, por lo que pueden dejar la cobertura de sus riesgos en manos de importantes instrumentos financieros que funcionan eficazmente.