Daniel Lacalle

Economista, profesor del IE Business School, autor y economista jefe de Tressis

“Las reformas estructurales deben estar orientadas a fortalecer la competitividad del país”

"Cualquier compañía que venda debe tener como pilar fundamental de su estrategia un buen seguro de crédito"

Por Javier Labiano

El Banco de España ha alertado de que una cuarta parte de las empresas españolas se encuentra en quiebra técnica. ¿Cómo valora esta situación?

En primer lugar, hay que tener en cuenta que las empresas españolas ya estaban con un altísimo nivel de fragilidad antes de la pandemia. Este es un factor esencial, que el gobierno tiende a olvidar. Si atendemos a la última cifra publicada por la Agencia Tributaria, más del 60% de las compañías de nuestro país estaban en pérdidas antes de la crisis. Tenemos empresas muy pequeñas a nivel global y muy frágiles. Y este es un elemento esencial para entender por qué, incluso cuando logramos una cierta recuperación de la economía, muchas continúan en situación de pérdidas o quiebra técnica, y no solo se trata del turismo. El informe del Banco de España mostraba que el sector del automóvil, el manufacturero y el comercio minorista se encontraban en una situación muy similar.

¿Serán esos sectores los que más sufran también en el último cuatrimestre del año?

Claro. Los sectores que más van a sufrir serán los que se encuentran ahora mismo en una situación casi ‘zombi’, en la que están sobreviviendo tirando como pueden, a pesar de arrojar pérdidas. Esto, por supuesto, tendrá un impacto en el empleo, la inversión y el crecimiento económico.

Usted hablaba de una recuperación económica lenta, endeudada y frágil en julio. ¿Qué ha pasado en agosto?

La situación ha sido peor. Si observamos todos los indicadores de actividad económica en España, incluidos los que publica el propio Ministerio de Economía, veremos que en agosto el índice de confianza industrial y el de confianza del consumidor, los datos adelantados de la OCDE y los de actividad diaria que publica Bloomberg muestran que nuestra economía ha entrado en un empeoramiento con respecto a lo que ya era una recuperación más lenta y pobre que la de las economías similares.

En su opinión, ¿qué reformas estructurales deben llevarse a cabo con el programa de ayudas europeo?

Las reformas estructurales deben estar orientadas a fortalecer la competitividad del país. Por lo tanto, tienen que venir de reducir las trabas burocráticas y los impuestos a las actividades productivas, la creación de empresas, la inversión y el empleo. Y de cambiar una percepción generalizada dentro del gobierno, que consiste en subvencionar a los sectores de baja productividad a costa de subir impuestos a los de alta productividad. Nadie duda de la necesidad, en momentos puntuales, de ayudar a sectores que generan menor productividad, pero no puedes tener un sistema que rompa constantemente la posibilidad de que la economía española salga de la crisis mejorando en productividad, algo esencial para que suban los salarios y crezca el empleo.

¿Qué otras medidas urgentes son necesarias, en estos momentos, para relanzar la economía?

Son necesarias medidas serias sobre el déficit estructural, que aún no se han tomado. Un déficit que se crea cuando estamos en crecimiento. También hay que tomar medidas en cuanto a la reducción de los gastos no necesarios, los duplicados, los administrativos innecesarios y todas las ineficiencias del gasto público, que son muchas. El gobierno ha ordenado un spending review a la AIReF, que se ha centrado solo en las deducciones fiscales y no en el gasto, lo que me parece como mínimo curioso. Además, hay que llevar a cabo una reforma importante del sistema de pensiones para hacerlo sostenible y que no genere ansiedad y preocupación entre la población jubilada.

¿Qué situación se produciría si volviéramos a los confinamientos en octubre?

El gobierno está vendiendo la idea de que los confinamientos selectivos no tienen impacto y eso es falso. Una de las razones por las que la economía española está teniendo un desempeño tan pobre es, precisamente, por la incertidumbre que generan. En España se están haciendo las cosas muy mal en cuanto a confinamientos, obligaciones en el uso de mascarillas, etc. Somos los más represivos de la Unión Europea y tenemos peores datos de contagios y control de la pandemia. Los confinamientos selectivos generan un efecto casi tan negativo como el general y, además, provocan entre los agentes económicos una preocupación por qué territorio será el siguiente. Esto tiene efectos importantes en las decisiones de inversión y de contratación, y en la utilización de la capacidad productiva, que está muy por debajo de los niveles que podrían considerarse de recuperación.

¿Cómo cree que se comportarán los mercados financieros en lo que queda de año?

Los mercados financieros no están respondiendo a la realidad macroeconómica. Cualquier gestor de inversiones reconoce que lo están haciendo, fundamentalmente, a la política monetaria ultra-expansiva de los bancos centrales, que están creando una burbuja, sobre todo en la renta fija soberana. Pero estos estímulos monetarios vienen con la expectativa de un fortalecimiento de la economía a medio plazo, y cuando esto no se produzca nos llevaremos sustos. Estos sustos ya han ocurrido en el pasado. Con las bolsas de muchos países en máximos históricos y la economía recuperándose de una manera tan pobre, no deberíamos estar tan confiados y con ese exceso de optimismo.

¿La actividad de los bancos centrales ha producido, entonces, una clara desconexión entre mercados financieros y economía real?

Sí. La desconexión entre los mercados financieros y la economía real es muy evidente y, además, muy reflejada por medios de comunicación y analistas independientes. Se ha hecho especialmente evidente con esa recuperación en uve de muchas bolsas, cuando lo que muestran los datos macroeconómicos es una recuperación mucho más lenta y complicada.

¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?

Para cualquier empresa, y sobre todo para las exportadoras, el seguro de crédito es ahora mismo algo absolutamente esencial y debe formar parte de su estrategia comercial. Cualquier compañía que venda debe tener como pilar fundamental de su estrategia un buen seguro de crédito, porque la incertidumbre sobre la solvencia de ciertos clientes puede llevarle a cometer el gran error que se dio en otras crisis. Entonces, por una visión poco analizada, se veían suficientemente solventes a clientes y proveedores que no lo eran.