Daniel Lacalle

Economista, profesor del IE Business School, autor y economista jefe de Tressis

"Se usa el término `cambio de modelo´ en China para disfrazar un problema mucho mayor"

"El seguro de crédito es esencial para que las pymes puedan acceder a exportar"

Por Javier Labiano

Usted ha sido votado durante cinco años consecutivos entre los mejores gestores de fondos. ¿Qué consejos daría a sus clientes en 2016 para acertar con sus inversiones?

El primero y más importante es evitar mensajes como “lo peor está descontado…” y “los bancos centrales apoyan…”. Ninguno de esos dos mensajes justifica una decisión de inversión. Tenemos que basar nuestras decisiones en fundamentales sólidos. Esto significa que debemos tener estimaciones de beneficios al alza, no entrar en la trampa de valoraciones que están todavía infladas por el efecto de los planes de estímulo monetario; y contar con un análisis detallado del impacto en los beneficios empresariales de las compañías y bonos que compramos de la ralentización y la desinflación.

¿Cree que el inversor ha mejorado su preparación en los últimos años?

Creo que la cultura financiera ha aumentado de manera exponencial, pero todos tenemos mucho que continuar aprendiendo. Vivimos tiempos muy convulsos en los que la inversión financiera está siendo manipulada, tanto desde el coste del dinero como la cantidad y el acceso a liquidez de los mercados. Eso es un elemento importante que los inversores deben interiorizar. La cultura financiera ha aumentado mucho, pero también es verdad que seguimos cayendo en la trampa de famosas frases como “a largo plazo todo sube…” o “los fundamentales no han cambiado…”, que es la mayor falacia del mercado.

Usted ha defendido el liberalismo económico con medidas como la disminución del gasto público y la reducción de las competencias del Estado. ¿Qué otras actuaciones serían necesarias en nuestro país?

Yo creo que lo que necesitamos fundamentalmente es un entorno en el que se facilite la creación de empresas y empleo, eliminando burocracia y trabas innecesarias desde el punto de vista normativo, que no tienen ningún punto de lógica ni nada que ver con lo que son los países líderes en creación de empleo y riqueza. Yo creo que esa parte, más que liberalismo, es eficiencia y facilitar la creación de empresas y empleo.

Estamos viendo un exceso de legislación. Siempre pensamos que lanzando nuevas normas y leyes se solucionan las cosas. Y la cuestión es tener una normativa que sea simple, sencilla, facilitadora y a largo plazo, que no tenga que estar constantemente acudiendo a ver lo que ha cambiado en la última semana. Esa parte, lo que yo llamo la administración 2.0 es esencial. No es una cuestión exclusivamente de liberalismo económicos, sino de eficiencia.

¿Cómo afectará a España la evolución China y el cambio de modelo del país?

Se está utilizando el término “cambio de modelo” para disfrazar un problema mucho mayor. Lo que está sucediendo en China no solo es un cambio de modelo, sino el pinchazo de una enorme burbuja generada por los estímulos constantes para crecer a cualquier costa. ¿Cómo repercutirá esto en España? De dos maneras. Por una parte, tiene poco impacto desde el punto de vista macroeconómico porque nuestro país importa de China más de lo que exporta, y por eso la ralentización de ese país no supone un peligro para nuestras exportaciones y para la aportación del sector exterior al Producto Interior Bruto.

Es verdad que para las importaciones la desinflación china, la devaluación del yuan, hará que baje el precio de los productos que importamos de China. Y eso desde luego puede tener un impacto sobre aquellos productos con los que compitamos en el mercado global con los chinos, es decir productos de bajo valor añadido con los que competimos en precio.

¿Qué impacto tendrá en nuestro país la evolución del resto de países emergentes?

Fundamentalmente, tenemos una evidente ralentización de todas esas economías, que han sido el motor de crecimiento del mundo en los años de recuperación de la crisis. Y el factor de crecimiento está pasando de los mercados emergentes a los mercados desarrollados, a Estados Unidos y a la propia Unión Europea. ¿Cuál es el problema de eso? Que no podemos contar con crecimientos del 5% ó 7%, sino del 2% ó 1%. Pero eso no tendría por qué afectar de manera importante a España, a no ser que tomásemos la decisión incorrecta de estimular la demanda interna como hicimos en 2008 y 2009.

Decía recientemente que ha llegado a leer que la devaluación constante es buena porque todo el mundo la hace. ¿Falta rigor en la economía?

Totalmente. Además, lo peor es que esos mensajes suelen venir de gente que están en la academia y que están funcionando con estimaciones hechas en hojas de excel y que no se cumplen nunca.

¿Por qué cree que EE.UU. ha llegado a tener riesgo de recesión?

Porque se ha salido de la crisis metiendo un chute enorme de gasolina monetaria a un problema de que era más estructural, de excesos del pasado. Cuando cubres un problema de excesos con una política que perpetúa esos excesos algunos académicos utilizan el subterfugio de decir que si no se utilizara esa política sería peor. Pero cuanto más alargamos el problema más difícil es la solución.

¿Qué sabe del seguro de crédito y del papel que está jugando en esta crisis?

El seguro de crédito es esencial para que las pymes puedan acceder a exportar. Es absolutamente clave, porque para las empresas no se trata solamente de un análisis de riesgos sino de la confianza a la hora de saber que lo que están vendiendo lo van a cobrar y podrán continuar con su actividad. Y esto en una economía en la que el motor de crecimiento es la exportación y en la que todavía queda un enorme camino por hacer para que las pymes, que son las grandes creadoras de empleo en España, exporten más. Nuestro país está exportando mucho y bien, pero aunque ha aumentado el número de empresas exportadoras, todavía la cantidad de las que exportan es relativamente pequeña. Y para potenciarla, la cobertura adecuada del riesgo es fundamental.