Carlos Rodríguez Braun

Economista y analista en Onda Cero Radio

“En el último rincón del planeta hay una pyme española comprando o vendiendo algo”

"El seguro de crédito a la exportación constituye una institución muy útil para el desarrollo en una economía abierta"

Por Javier Labiano

Usted es uno de los economistas más mediáticos de España. ¿Es fácil combinar rigor académico con afán divulgativo cuando se habla para millones de personas? 

Lo primero que hay que entender es que son dos universos distintos que no tienen nada que ver, por lo que cuando uno intenta mezclarlos se cometen muchos errores. Yo tardo menos de una hora en escribir un artículo de tres folios para un periódico, pero un artículo académico de 15 folios me puede llevar tres años. A veces hay profesores que por hablar o escribir bien creen que ya son periodistas, y periodistas que, por lo mismo, se creen profesores. Pero son dos mundos muy diferentes y lo que vale para uno no vale para el otro. Un artículo periodístico se escribe de hoy para mañana porque, si no, se queda viejo; mientras que los artículos académicos requieren meses o años.

¿Esto supone que en el terreno periodístico es inevitable perder cierto rigor, o no necesariamente?

Lo que se puede hacer es intentar realizar el trabajo lo mejor posible y ser serio profesionalmente, pero no mezclar. No se puede escribir un artículo periodístico dando la sensación de que lo que se escribe tiene tres años de investigación, porque no es así. Cuando se divulga, hay que intentar explicar las cosas de forma muy sencilla para que todo el mundo las entienda, no engañar y ser solvente.

Las redes sociales se han convertido en el principal canal de información para muchos jóvenes. ¿Qué peligros acechan en ellas?

La transmisión de conocimientos e información siempre arrastra muchos peligros. Imagine la cantidad de falsedades que se multiplicaron cuando se inventó la imprenta, pero nadie sería capaz de decir que la imprenta fue un atraso. En el mundo académico, por ejemplo, se publican muchas estupideces y una estupidez en el ámbito académico tiene un impacto gigantesco, mucho más que en el periodístico. Lo que hace la tecnología es multiplicar la capacidad de lanzar mensajes e información. Y eso es una bendición, aunque al mismo tiempo multiplique también la capacidad de decir estupideces, mentiras e infamias. Lo que hay que hacer es estar ojo avizor para que no te la cuelen.

¿Cuáles son los principales efectos positivos y negativos de la globalización?

La globalización en el sentido de una mayor capacidad para mover personas, ideas, objetos, ahorros… también es una bendición. Y tiene el mismo riesgo: que se multiplican las posibilidades de que te vendan un producto equivocado, te engañen o te estafen. Pero en el balance global, lo positivo es muy superior a lo negativo, tanto para las personas como para las empresas en general.

¿Qué sabe del seguro de crédito y del papel que ha jugado en la crisis?

Los seguros en general, y en particular el de crédito a la exportación, constituyen una institución muy útil para el desarrollo en una economía abierta y que exporta, por lo que me parecen de un valor extraordinario.

¿Existe cierto temor entre las pymes españolas a la hora de afrontar esta globalización y traspasar fronteras?

Entre algunas sí, pero para la mayoría no. Una de las enseñanzas más positivas que nos ha dejado la crisis, junto con mucho daño y dolor, ha sido la capacidad de apertura y resiliencia de muchas empresas españolas, no solamente las grandes. Ahora vemos como algo natural que las empresas españolas construyan aeropuertos en Inglaterra o acaparen los sectores de telefonía, energía o banca de América Latina. Pero es muy notable lo que han hecho en las últimas décadas en un país al que se suponía que esto de la globalización le venía un poco mal, pero que finalmente le vino muy bien. Pero si profundizamos en el análisis, vemos que dentro de la globalización se han metido muchísimas empresas pequeñas. Hay muchas pymes españolas que están dando vueltas por el mundo para intentar abrirse camino, igual que muchos profesionales y autónomos. Puedes recorrer el último rincón del planeta y te encontrarás una pyme española que está comprando o vendiendo algo.

Esta solidez de las empresas españolas que comenta se deriva de los ajustes que han tenido que hacer durante la crisis económica?

Qué remedio, y es que a la fuerza ahorcan. Los empresarios y trabajadores españoles se encontraron con una crisis que no produjeron ellos, sino el poder político; y, encima, tuvieron que aguantar que tanto la derecha como la izquierda les subieran los impuestos para, supuestamente, salvar el estado del bienestar. La situación no podía ser peor, con una economía exterior e interior que se derrumbaban y con esta subida de impuestos. Pues, incluso en ese contexto tan hostil, consiguieron salir adelante. A mí me parece que es para quitarse el sombrero.

¿Existe de nuevo riesgo de ‘burbujas’ en algunos sectores como el inmobiliario?

Todo el mundo puede detectar una burbuja después de que explote, pero antes no. Prueba de ello es que nadie decía en el año 2007 que las cosas estaban mal. Dicho esto, sabemos que los bancos centrales de los países desarrollados, que es donde estalló la crisis en 2007-2009, han emprendido políticas monetarias expansivas, tanto en Europa como en Estados Unidos. Y esas políticas normalmente desembocan en una crisis por un proceso de sobreinversión. Por eso, yo tranquilo no me siento. En el último año han aparecido señales de que esto se está frenando y la respuesta de las autoridades ha sido seguir adelante con la expansión, con un Banco Central Europeo que retrasa la subida de tipos. Contestando a la pregunta, no sé si hay burbuja o no. Me da la sensación de que no estamos viviendo una situación tan explosiva como en 2007, pero me parece evidente que hay señales de preocupación.

¿Qué paralelismos o diferencias encuentra en la evolución económica de Argentina, el país en que nació, y España?

En el último siglo la economía española ha tendido a crecer y su renta per cápita ha ido de menos a más; mientras que en Argentina ha ocurrido lo contrario. Hace cien años Argentina era mucho más rica que España como lo prueba la emigración de esa época. Pero desde entonces, la curva de la renta per cápita de España comenzó a subir y la de Argentina a bajar, cruzándose en 1975. La caída de la economía argentina tiene mucho que ver con el deterioro de sus instituciones, que fueron golpeadas durante mucho tiempo, generando un marco de inseguridad jurídica permanente, que socavó la fuente del desarrollo económico, que es el trabajo de empresarios y trabajadores, que son los que crean riqueza y sacan a los países hacia adelante. En cambio, la economía española se fue abriendo progresivamente al exterior y contó con un marco de seguridad jurídica y confianza en las instituciones.