Angel Martínez

Economista y analista en el Centro de Políticas Económicas de Esade

“Es necesario cuadrar las cuentas y comenzar a reducir la deuda pública”

"Las altas tasas de endeudamiento de empresas hacen necesario el seguro de crédito"

Por Javier Labiano

¿Qué previsiones maneja para la economía española?

Desde EsadeEcPol creemos que seguiremos creciendo en 2024, aunque de forma más limitada respecto al 2023. Esta evolución dependerá de forma clave de si finalmente la política fiscal se revierte desde las políticas expansivas de los últimos años hacia la estabilización fiscal, lo que lastrará el crecimiento a corto plazo, aunque es totalmente necesario de cara a mantener la sostenibilidad de las cuentas públicas.

 

¿Cómo podría evolucionar el poder adquisitivo y la capacidad económica de los hogares durante este año?

Nuestras últimas investigaciones al respecto, que llegan únicamente hasta el año 2021, nos indican que el periodo 2019-2021 no fue bueno para la mayoría de los hogares, que vieron como su renta se incrementó por debajo de la inflación, si bien la expansión de programas como el IMV lograron mejorar sustancialmente la situación de muchos hogares de la parte baja de la distribución de renta. En 2022 y 2023 la inflación no ha sido tan agresiva como lo fue en 2021 sobre los hogares de renta baja, en parte gracias a las rebajas fiscales relacionadas con el IVA a la electricidad, gas y el impuesto especial a la electricidad, sumadas a medidas regulatorias como el tope al gas. Aunque los incrementos de renta aún no se conocen en estos años, es esperable que, en el mejor de los casos, solo hayan sido ligeramente superiores respecto a la inflación. Sin embargo, la estabilización fiscal que se espera en 2024 puede hacer que la inflación de este año no sea tan amable con las rentas bajas, lo que sumado a subidas salariales moderadas puede dejar una imagen menos clara.

 

¿Qué espera del comportamiento del empleo y de la reducción de la temporalidad?

El crecimiento del empleo es el que ha mostrado, con bastante diferencia, un mejor comportamiento en los últimos dos años, con mejoras sustanciales en la temporalidad gracias a la reforma laboral. Sin embargo, aunque la reforma ha logrado reducir la temporalidad sobre el papel, no ha conseguido disminuir la rotación que tradicionalmente se asociaba con los contratos temporales. La primera evidencia que tenemos por parte de Fedea nos sugiere que los antiguos temporales, aún indefinidos, cuentan todavía con tasas de rotación muy elevadas.

 

¿Qué reformas económicas cree necesarias en España a corto y medio plazo?

En primer lugar, lograr la estabilización fiscal. Es necesario cuadrar las cuentas y comenzar a reducir la deuda pública ahora que estamos a tiempo; el baby boom comienza a jubilarse ahora, y en los próximos años deberemos afrontar muchos compromisos de gasto en pensiones. No es realista pensar que de aquí a 2050 no entraremos en recesión, y cuando lo hagamos, con compromisos de gasto crecientes e intereses de la deuda también crecientes, necesitaremos tener un mínimo margen de endeudamiento que hay que generar ahora. En ese mismo sentido, es necesario hacer una reforma de pensiones real, que se ajuste a previsiones realistas, que es lo que no hace la última reforma. Es preferible que al menos una parte del ajuste que necesita el sistema se realice por la parte de recortar el gasto en pensiones en vez de incrementar, aún más, los impuestos sobre el trabajo. Estos, por mucho que el Gobierno quiera negar la mayor, no pueden subir indefinidamente sin afectar al empleo. Es necesario ajustar ambas partes de la ecuación, ingresos y también gastos.

 

¿Cuáles son los principales efectos económicos de la brecha demográfica y la despoblación en nuestro país?

Los efectos de la concentración de la población se han mostrado muy positivos para la productividad, que es lo que debemos perseguir. Trabajos académicos magníficos como el de Diego Puga “Learning by Working in Big Cities” muestra como los efectos positivos de haber trabajado en grandes ciudades sobre los salarios de los trabajadores persisten incluso tras abandonarlas. Por supuesto, hay niveles a partir de los cuales los costes de la aglomeración superan a sus beneficios, pero no está nada claro que en España hayamos superado ese umbral. El riesgo de la despoblación es, por tanto, más bien un riesgo político asociado a los partidos pequeños que obtienen rédito de ello, impulsado por la desigualdad del sistema electoral que favorece a estas regiones en un momento clave de fragilidad parlamentaria de los gobiernos. La concentración de la población genera ganadores y perdedores, pero no perdamos de vista que los beneficios siguen siendo, de largo, superiores a las pérdidas.

 

En el plano internacional, ¿qué efectos económicos tendrá la prolongación de la guerra de Ucrania y el conflicto de Oriente Medio?

Europa ha logrado capear la peor parte del conflicto de Ucrania, y los elevados precios han impulsado de forma impresionante la potencia instalada de energías renovables, especialmente en el sector residencial, y también en el automovilístico. Aunque esta tendencia se haya frenado en 2023, las instalaciones están aquí para quedarse, y mejorarán notablemente la resiliencia de muchos hogares respecto a los shocks energéticos que pueden derivarse de este tipo de conflictos.

 

¿Qué papel juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?

Probablemente en los próximos años su importancia caiga en la medida en que el contexto macro se volverá más estable respecto al periodo 2019-2022. Sin embargo, las altas tasas de endeudamiento de empresas y de esfuerzo en el pago de préstamos por parte de las familias lo hacen igualmente necesario.